Este es un breve resumen de cómo conocí a Evangeline.
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Si me pidieran describirla diría que es una chica hermosa, inteligente y persuasiva. Sus encantos naturales fácilmente te pueden obsesionar hasta convertir tu camino en un laberinto sin salida.
La conocí cuando cursaba el último semestre de preparatoria. Recuerdo muy bien que ese día yo estaba en clase cuando su adorable risa llamó mi atención.
Por inercia miré a un costado y quedé boquiabierto al admirar su inigualable belleza a través de la ventana. Ella conversaba con un profesor afuera del aula y parecía muy alegre con él. Al instante sentí amargos celos y no me explicaba el por qué, ni siquiera la conocía.
Para no olvidar a tan preciosa mujer le tomé una foto desde mi celular la cual salió borrosa porque justo en ese momento ella volteó la mirada a donde estaba yo y me sonrió.
Así estuvimos entre miradas y sonrisas unos minutos cuando de pronto ella entró a nuestro salón de clase y se presentó frente a todos como alumna de nuevo ingreso.
Lleno de emociones confusas y sin poder creer lo que acababa de ocurrir, aplaudí muy entusiasmado por su llegada. De hecho, fui el único que lo hizo y las miradas de todos arrasaron conmigo. Ella me miró y un poco ruborizada dijo: "Eres muy dulce".
Nunca en la vida una mujer (excepto por mi madre) me había dicho algo bonito o un halago. El problema era que yo solía ser bastante tímido como para hablar con ellas. Ni siquiera las podía ver a los ojos de la vergüenza. Pero en este caso fue ella la que me habló. Era como si un hermoso ángel hubiera puesto sus ojos en mi.
Para mi desilusión muy pronto descubrí que las apariencias engañan.
En cuanto el primer profesor terminó su clase y se marchó, Evangeline se subió al escritorio asignado al docente y así como si nada importara, gritó: "Yo soy Eva. La que te conduce y hace que disfrutes del pecado. Algunos me dicen ángel otros diabla y aunque no tenga poderes mágicos puedo levantar cosas en ti sin siquiera tocarlas".
Thomas, un compañero de mi misma clase dijo: "Ahora sí. Eso sí merece un aplauso". Todos gritaron, silvaron e hicieron bulla a Evangeline.
Yo sentí como si me vaciaran un balde de agua fría sobre la cabeza. Jamás imaginé que a un rostro tan tierno le pudieran salir cuernos.
A pesar de que para nada me atraía la personalidad de Eva, su belleza me enloquecía.
Y como era de esperarse, Eva se volvió rápidamente la chica más cotizada de toda la preparatoria. Incluso había profesores que la intentaban enamorar. Eran muchos sus pretendientes pero solo unos pocos lograban su atención.
