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Llegué a casa, aún no podía quitar la cara ojerosa y pálida de Taehyung de mi mente, y no de una buena manera, en realidad me preocupa su estado, me preocupa que tenga algún vicio o que realmente el que yo me haya alejado le pudiera ocasionar cosas muy graves pero.,  ¿Cómo podía alejarme de Jimin y estar con el? No podía y no sabía por qué simplemente no podía.

Entre a la casa silenciosa y rápidamente, Mía me miró con asombro y desespero.

- Señor...¿Que hace aquí tan temprano?- Alce una ceja y la mire incrédulo

- ¿Estoy en mi casa? Acaso, ¿Debo pedir permiso para venir a mi casa?

- No señor es solo que... Nada disculpe.- La mire con sospecha.

Su actitud era extraña.

- ¿Dónde está Jimin?- Pregunte acercandome a ella lentamente.

- El señor el... El señor.- Empezó a hablar nerviosa.

- ¡¿Donde esta?!

- Señor por favor no le haga daño el solo hace lo que ama,no tiene la culpa el es un ser sin malicia.- Dijo con sus ojos cristalizados.

- ¿De que estás hablando?...- La tome por los hombros - ¿Que está pasando? ¿Dónde esta?

- El. .está.. está en su estudio de arte- La solté confundido

- ¿Estudio de arte?

- Si..es una pequeña habitación que hace mucho tiempo el tomo para pintar, por favor señor no le haga nada.- Mía parecía desesperada, sin embargo yo entendí el porqué Jimin quería un estudio de arte.

El pintaba escondido de mi.

- ¿Dónde está ese estudio?

- Por el pasillo y las habitaciones de la planta baja.- Señalo el pasillo y recordé que allí lo había encontrado aquel día cuando tuvo el colapso, el no estaba ayudando a Mia con la limpieza, el estaba ahí pintando.

Camine hacia el pasillo y aquella habitación a la cuál jamás había entrado, antes de tocar la puerta pude escuchar su voz, su melodiosa voz cantando una melodía que no conocía, su voz era dulce y tranquila, entonces entendí que Jimin amaba enserio esto, porqué recuerdo que de pequeño el cantaba cuando algo lo hacía feliz.

Cuando sacaba buenas notas.
Cuando comía algo que quería realmente.
Cuando jugábamos.
Cuando comíamos helados.

El siempre tarareaba alguna canción, y eso no me molestaba incluso era muy tierno, sonreí porqué hace mucho no lo oía hacerlo y con suavidad toque la puerta.

Jimin dejo de cantar y poco a poco abrió la puerta con una sonrisa, una que desapareció al verme.

- Jung...yo ¡Puedo explicarlo!- Dijo rápidamente al salir del trance de verme parado en la puerta y yo solo me sorprendi por su actitud.

- Jimin,Jimin tranquilo.- Trate de calmarlo porqué no quería que se alterara por pensar cosas que estaban fuera de lugar.- ¿Puedo pasar?

El me miró con duda y yo solo toque su mejilla con suavidad.

Si quiero que el confíe en mi, debo actuar diferente.

- Quiero ver...- El sonrió con vergüenza y asintió abriendo la puerta para que yo entrara.

Y que sorpresa me lleve, habían muchos cuadros perfectamente pintados, unos con muchos colores y otros no tenían tantos pero aún así con una ingeniosidad increíble, Jimin era un artista oculto.

Lo mire con sorpresa y el solo tenía la cabeza baja y sus mejillas sonrojadas.

- ¿Todos los hiciste tu?- El asintio y yo volví a mirar aquella habitación iluminada y llena de arte echa por sus manos.- Es increíble.- Susurré acercandome a ellas y tocandolas para asegurarme de que no fueran producto de mi imaginación.

Hilo Rojo [KM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora