-Chapter XI-

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[OMNISCIENTE]

Klaus parecía ahogarse en sus propios pensamientos mientras trataba de mantenerse cuerdo, o al menos trataba de aparentar esa imagen.

Entre jadeos y suspiros, Número cuatro, seguía maldiciendo.

Había cometido un error y ahora no podía remediarlo, aunque ni siquiera le importaba.

Había hablado lo que no era y había vacilado con sus propias palabras, pero aquello fue intencional.

Ahora, los dos secuertadores estaban en una discusión, dentro de aquel baño.

Ambos se reclamaban entre sí, o mejor dicho, Cha Cha le reclamaba a Hazel, por su poco profesionalismo.

Todo por el hecho de que Hazel dejara viva a la esposa de una de sus víctimas, la cual le contó todo a Klaus, quien con desesperación y sin mesura hecho todo sin pensar.

Más, lo que Klaus no se esperaba, era que una mujer misteriosa, o bueno no tanto, estuviera en recepción, a punto de pegarle en la cara al recepcionista, quien no le importaba su trabajo.

La mujer, o mejor dicho, la agente Patch. Salió de la recepción con furia y estrés, con esos sentimientos en pie, pero con la cabeza fría, se adentró a los pasillos del hotel, buscando el paradero del hermano o de Diego.

Por otro lado, al Klaus ver la silueta de Patch, empezó a gritar desesperado, pero, sus gritos eran en vano, los secuestradores dejaron una cinta en su boca. Impidiéndole hablar o pedir ayuda.

Con las pocas fuerzas que tenía y con la frustración corriendo por sus venas, comenzó a estrellar su cabeza contra una mesa que estaba ahí.

Los golpes secos de algo contra la madera llamaron la atención de la agente, quien sacó su arma.

La señora de la limpieza, una mujer rubia y robusta, pasó por allí. Patch aprovecha la ventaja y pidió en silencio las llaves, tratando de hacerse entender con ademanes, los cuales fueron entendidos.

Al recibir la llave, abrió con cuidado la perilla, encontrándose con Klaus, quien sólo tenía una toalla en sus piernas, el trozo de tela estaba cubierto de sangre.

-¿Eres el hermano de Diego? .- Preguntó con preocupación al ver su estado.

El contrario solo asintió con fervor mientras que sus ojos brillaban por la ilusión de su libertad pero con preocupacion de ser encontrado.

El ruido de la puerta del baño abriéndose destrozo la poca esperanza que tenía, más Patch disparó.

-¡Agente Federal!, ¡Suelte el arma ahora mismo! .- Con valentía Amenazó a Hazel, quien dejó el arma en el suelo a los segundos.

-No dispare. - Pidió con mucha tranquilidad Hazel. Se arrodilló en el suelo y colocó sus manos en su nuca.

Mientras que todo eso pasaba, Klaus tomó un abrigo de por ahí y se tiró al suelo, ya que sus manos y sus pies habían sido desatados antes por la agente, ahora podía moverse.

Una rejilla en la parte baja de la pared llamó su atención y, luego de revisarla por un segundo, notó que un tornillo estaba suelto, abrió la rejilla y, por la adrenalina, se fue llevando un maletín negro, el cuál estaba allí.

Poco después del otro lado, Hazel seguía sentado, pero, lo inevitable ocurrió.

Cha Cha salió del baño con su arma y dispara tres veces al pecho de la oficial, asesinando a la mujer al instante. Sin poder gritar ni hablar por el impacto del arma, cayó secamente al suelo en donde falleció.

[^^^]

[DIEGO HARGREEVES]

Con velocidad, subí a mi auto en donde conduje hacia el hotel. La llamada había sido hace ya varios minutos, casi dos horas y el estado de Patch me preocupaba.

Sin cuidado pasé de largo las luces rojas del tránsito y llegué rápido al lugar indicado.

Corrí por los pasillos hasta que una puerta abierta llamó mi atención. Corrí más rápido para frenar con dificultad allí pero, aquello que me encontré me destrozó.

El cuerpo de Patch estaba sobre una alfombra, su arma estaba por otro lado y su placa, la que demostraba el honor que tenía, estaba manchada de su propia sangre.

Mis pensamientos se nublaron junto con mi vista, la cual se había llenado de lagrimas amargas y de dolor. Con un fuerte remordimiento me acerqué a ella.

-No, no, no, no, ¡no! .-Grité desesperado, trataba de imaginar que esto era mentira  que estaba viva. Aún así nunca respondió.

Con dolor tuve que dejarla. Las sirenas de la policía estaban presentes y aún contra mí voluntad dejé a Patch ahí.

Regresé a mi auto, esta vez estaba lleno de enojo. Esos malditos enmascarados la mataron, yo lo sé. Lo único que quería era venganza, la ira, el enojo y la tristeza nublaban mi mente privándome de pensar correctamente.

Al llegar al club de boxeo, me bajé con furia y tiré la puerta con ira. Bajé a mi "habitación"...

[***]

Ayuto. Ayer di un examen de música y creo que saqué siete. En fin dejemos de lado mi sufrimiento eterno y pongamos le énfasis a esta cosa que trato de llamar historia. Ni modo a seguir, esperemos y se me ocurra algo para el 1 de Octubre, el cumple de los Hargreeves :D.

-HANNAH-

8:43 AM


1/08/23

- 𝙰  𝚕𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎   𝚘𝚏  𝚢𝚘𝚞𝚛    𝚋𝚕𝚘𝚘𝚍 - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora