Capítulo 5: Nuestro rincón....quizá (parte 2)

62 2 0
                                    

Souta:


Una vez puse el bol en el horno, me dí cuenta de que había pasado algo de tiempo... Después de todo, cocinar no es precisamente rápido..

Giré sobre mis tobillos para ver a Shinosuke, me sorprendí un poco al verlo sentado en el sillón durmiendo, se veía cómodo... Si no fuera por él ahora estaría tranquilamente durmiendo en mi cama...

Con ese pensamiento despertó mi lado malvado (muahaha) y decidí que no era del todo una mala idea jugarle una broma a mi invitado improvisado...

Me deshice del delantal de cocina, tomé un paño y el frasco de condimentos, y me acerqué a él en silencio. Despacio, coloqué el paño sobre sus párpados.

Él despertó, algo inquieto

-¿Souta...?

-Shhh, terminé de cocinar - dije destapando el frasco de los condimentos.

-Oh, ¿en serio? ¡Quiero probar! huele bien..

-Si, si, gracias, te daré a probar, ¿está bien?

- ¿Así...?

- Si

- Hee~ ¿me darás en la boca?

-Si

-Los cielos me bendicen - dijo sonriendo

-¿Eh?

- Nada nada -abrió la boca alargando la pronunciación de la primera vocal, y yo aproveché de jugar mi broma... Tomé el frasco de condimentos y vacié la mitad en su boca, él tosió escupiendo el condimento. Yo comencé a reír a más no poder, creí que devolvería el almuerzo, incluso me faltó el aire a ratos.

- ¡Tú...! -tose- ¿Estás loco...? -tose- ¡Ven aquí! -ríe mientras tose-

- ¡n-no...! -intento decir mientras caigo al piso riendo sin fuerzas-

- ¡Voy a devolverte esa broma tuya! - dijo Shinosuke riendo y tosiendo a la vez mientras se levantaba del sillón.

- ¡no- ahahaha ¡tienes la boca verde! -señalé mientras me afirmaba el estómago con ambas manos, y es que me estaba doliendo, sentía que algo dentro de mí se movía, y no era un bebé. 

- ¿Qué-.... Ohh, ¿albahaca?- preguntó a nadie realmente mirando hacia mi techo en una pose de "gran pensador" mientras se tocaba el mentón con una mano y con la otra hacía un gesto como si tratara de descifrar el sabor. Quería matarme. Y es que una persona no podía reírse tanto....

- n-no -me medio asfixié medio reí- albahaca no...-dije como pude para comenzar a reír más fuerte.

- Oh, ya veo, ya veo, entonces... ¿Orégano? ¿Acerté?- dijo cambiando su posición a una de seguridad y acercándose un poco a donde me hallaba yo tirado en el piso como toda persona civilizada debería estar.

- no...-dije ya un poco más calmado, pero aún sin dejar de reírme. Levanté mi cabeza y me apoyé en mis codos y le miré fijamente.

- ¿Qué? ¿Me vas a dar alguna pista? - dijo divertido.

- No, no quiero - dije enseñándole la lengua.

- ¡Al menos caliente o frío! Aun que prefiero caliente, ya sabes...- dijo con una sonrisa extraña en el rostro y mirándome como yo miro al queso cuando tengo mucha hambre.

- Claro, esa es la idea genio de esas pistas genio, como sea, no es pimienta-

- ¡Eso es evidente! algo más contundente-

- mmmh, ¡Empieza con "E" y termina con "stragón"! - dije con una sonrisa de esas que usas para decir que te portas bien cuando casi ni llegas a dormir a casa...

- .....Mhhh, esa pista es muy difícil~ - dijo, a lo que yo reí y señalé una puerta que no era la de salida.

- Ve a lavarte, o todo lo que comas te sabrá a Estragón - reí y él fue a lavarse sin protestar, entre risas.

Mientras él se lavaba, yo me dispuse a poner la mesa, los individuales y a servir la comida. Cuando acabé con eso, retrocedí unos pasos para admirar lo que había hecho, y advertí una cosa que no había notado mientras servía la comida o ponía los cubiertos, parecía una cena para dos, ¿si me entienden?, sólo para dos...

La incomodidad me invadió, y sentí que debía tirar confeti y desordenar la habitación para que pareciera la cena de dos amigos (aun que ni eso somos) y no la de una pareja, así que comencé a buscar desesperadamente algo que desordenar, pero con suerte y tenía platos y algo de ropa que había traído de casa, ¿Qué iba a desordenar? ¿ Los sillones? ¿Las sillas? Estaba jodido.


Tus ojos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora