Capítulo 3: Mi rincón. (parte 2)

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SOUTA:

Había caído hacia atrás por dar un paso en falso a causa de un susto.... Y ahora mismo, unos ojos bicolores me observaban, y unos labios me dedicaban una sonrisa... Sentía que me desintegraba.
Mi furia había desaparecido, y lo único que habían dejado, eran unos ojos bicolores que me incomodaban y me ponían nervioso....¿Por qué no puedo apartar la vista? esos ojos... son realmente raros. Mi mente estaba en blanco, cuando ese chico se agachó junto a mí y se me acercó. Me sobresalté tanto que casi caigo hacia atrás (otra vez). Le miré, ya consciente de mi mismo y de la situación, con una mueca en el rostro de un desagrado fingido, ya que, como antes mencioné, mi furia se fue a alguna parte que desconozco... 

- Oye, ¿Estás molesto? déjame decirte que te ves adorable- dijo el chico de ojos bicolores entre pequeñas risas. ¿"adorable"? ¿Es idiota? no, lo siento, mi error en la pregunta, ¿es imbésil?

-¿No me vas a responder? ¿No te gusta hablar cierto? - dijo sonriéndome de forma amable, como a un niño...
- Si lo sabes, ¿Para qué me hablas? - dije incorporándome hasta quedar apoyado en mi rodillas, de cuclillas.
-Bueno, quizá sólo quería hablarte, ¿de qué otra forma puedo ser tu amigo? - es cierto, este chico había dicho algo sobre querer ser mi amigo.. Bueno, no es que me importe.
- No lo sé, ¿te escribo un manual? - solté con sarcasmo, no estaba molesto, pero fingía estarlo, ese era mi orgullo hablando...o eso creo. Él se limitó a reír, cerrando los ojos. 
"Es una pena" pensé, cuando cerró sus ojos, "Así no puedo verlos..." me sorprendí a mí mismo pensando eso. Aun que claro, admito que tienen uno bonitos ojos, me cautivan, son totalmente diferentes a cual quieras que haya visto antes. Si, lo admito, pero ¡que los cierre dos malditos segundos no es para pensar "que pena..."!  
-Bueno, creo que no es necesario, con que me invites a cenar en tu cabaña hoy estoy bien- dijo con una sonrisa ladeada y alzando las cejas, como si se tratase de una insinuación....

Recuerdo haberme negado a su insinuación, que le dije que no directamente entre otras cosas. 
Pero aquí está, sentado frente a mí en el otro sillón... ¿¡Por qué!?
Por algún motivo aparente, serví café con leche en dos tazas y le tendí una a él, él la recibió y... un momento, ¿No sé su nombre? ¿Y está en mi cabaña de noche? ¿Qué tan imbésil puedo ser...?
Tomó el tazón entre sus dos manos, y lo observó un momento, parecía pensativo.... Quien diría que tipos como estos también piensan.
- Oye... ¿Cómo te llamas?- preguntó mirándome de reojo, lo cual me resultó inquietante, bueno, en realidad, cuando posa su mirada en mí de cualquier forma... Me resulta inquietante.
-Souta... ¿y tú?- dije sin pensar, él me miró, como si se sintiese feliz de que le preguntara.
-Me llamo Shinosuke - dijo con una sonrisa y mirando directamente a los ojos.
Sé que él está a un metro o más de mí quizá, pero cuando me mira así. a los ojos, siento que no tengo donde esconderme, que está justo frente a mí, a unos centímetros...

Aun que por supuesto, es una estupidez, por que es físicamente imposible, pero eso poco le importa a mi cerebro en aquellas incómodas situaciones.

- ¿Y? - inquirí. - ¿Por qué quieres ser mi amigo?- pregunté, ligeramente curioso.

-¿Y? - inquirió en respuesta. - ¿Por qué no me miras al los ojos? - dijo con una sonrisa, casi de burla.... Me sentí descubierto, aun que eso no lo demostró del todo mi rostro. Era como cuando piensas en algo, y alguien te dice exactamente eso.

- Yo pregunté primero - respondí, a la defensiva.

- Y yo segundo - se burló.

- Pues no hay necesidad de que te conteste... - le espeté.

- Ni de que yo lo haga - se burló otra vez... Me irritaba, pero a la vez no...

- Pues no lo hagas, cuando acabes el café con leche, siéntete libre de irte- dije como todo el mal educado que podía ser. Sus ojos se abrieron bastante, creo que no le gustó lo que dije. Reí por lo bajo.

- No es necesario...- empezó a decir, casi nervioso. Me permití reírme sólo un poco. Eso también lo sorprendió. Entonces también yo me sorprendí. Me di cuenta de que en realidad, mis sonrisas son exclusivamente pocas.

- Sólo bromeaba - le dije. Mentira, lo había dicho completamente en serio, pero ya no quedaba rastro de esa determinación tras su reacción... Puede parecer raro, respecto a algo tan simple, pero me siento extraño cambiando de parecer tan fácil...
Pareció tranquilizarse y suspiró, luego me regaló una sonrisa de alivio y me miró con esos ojos... esos malditos ojos que por más que lo intento, no logro odiar.

¡Hola! Si, actualicé, hoy habrá un terremoto (?)
Bueno, en realidad, hoy tenía ganas de escribir, y para que no crean que soy vago, ya tenía guardada una parte de la historia. Así que como actualizo una vez por año, es oficialmente según yo, Leo, 2016 (?)

Ok, ¡espero sus comentarios y votos aun que no los merezca! >w<)/

Tus ojos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora