—¿por qué me sigues? .-preguntó ella, sin siquiera voltear a mirar.
—uno nunca sabe cuando vas a faltar, puede ser en cualquier momento…-le dijo él, se podía escuchar el metal de sus armas golpearse entre sí cada que daba un paso más.
A paso lento. Él era la sombra de aquella fina gata bicolor la cual cruzaba por las afueras de Santa Coloma.
No era la primera vez que Kitty salía sola y por casualidad se encontraba con su silbido, era como un ángel con cuerno y cola, aun cuando el shinigami insistió con ser un demonio con aureola.
—¿Es eso acaso? ¿moriré ahora? .-pregunto la gata coquetamente, viendo a aquel lobo por encima de su hombro.-¿me estas esperando?.
Ese germen, ese adefesio que se había impregnado en él el cual le provocaba una respiración agitada, un manojo de nervios y una adrenalina extrema corriendo por todo su pecho cada que Kitty le daba ojos solo para él, lo estaba atormentando una vez más y solo basto con que ella regresara a verlo.
Lo peor de todo es que él no era capaz de controlarlo. Venía y desapareció por su cuenta y sin aviso alguno…¿y si pasar tanto tiempo con los mortales lo volvió vulnerable a las emociones que estos mismos experimentaban?.
La Muerte era honesto, brutalmente honesto y al mismo tiempo él era la verdad más dolorosa y cruel pero cuando se trataba de ella, de esa gata de lindas patitas blancas, las palabras y la verdad no parecen coordinarse para salir.
Tenía tantas cosas por hacer como para cumplir una simple promesa, tenía ocupado el corazón y la cabeza.
Quería decir algo, quería decirle a Kitty lo que sentía…algo que no sonara loco, pero desde que supo lo que le ocurría,ya no confiaba en sí mismo, Ricitos le había dicho que de seguro esa fémina ya estaba ocupada con el felino español, así que era mejor que no dijera nada.
Pero entonces decidió apurarse a responder la pregunta que le había hecho la de ojos zafiro,mordiéndose levemente su labio inferior.
—no eres como ese otro que siempre roba junto a ti, sin duda eres bastante precavida y gentil con la vida, porque sabes que es una.-comentó el shinigami.-Tu aun no te veras conmigo en un buen tiempo…yo solo esto.-de verdad, lo pensó.-...te estoy…
—¿me estas…?.-pregunto la felina esperando, arqueando una ceja, no calandose nada de lo que decia ese lobo encapuchado de negro.
—...te estoy…cuidando…-finalizó abruptamente.-me aseguro de que nada malo te pase y que llegues en una sola pieza a tu hogar.
—¿es en serio, lobo?.-preguntó Kitty con una burlona sonrisa.-tu eres la única e inevitable Muerte, sin elegancia o poesia, eres el legítimo genocida de la vida y de tus ensangrentadas labores, has decidido venir a velar por la vida de una gata comun y corriente?.
—¿te sorprende que yo pueda tenerte estima?.
—No lo sé,la última vez que te vi en el bosque oscuro, recuerdo que habías dicho que odias mucho a los gatos.
Sintiéndose humillado, el lobo blanco se silencio y sorprendido parpadeo. Algo en la zona donde debía de haber un corazón, empezó a pinchar, como si se tratase de una aguja, algo que estaba luchando por escapar y ser libre.
La gata bicolor entonces regresó a ver hacia al frente y se topó con un viejo y oscuro callejón entre los sambiles, solo ella y el resto de su “equipo amistad” sabían lo que se ocultaba detrás de esos barriles y telas viejas y a que ruta guiaban.
—Adiós Grandulón, gracias por resguardarme hasta aquí…-le aseguró ella dulcemente con una sonrisa, para enseguida dirigirse a su guarida oculta.
La Muerte con tan solo sentir como ella se empezaba a alejar de ella, sintió miedo…miedo de perder a esa linda gatita que él sin darse cuenta amaba.
—¡Kitty,espera!.
Ese grito bastó. Ahora confundida, Kitty lo encaraba arqueando una ceja. Estático, el contrario abrió su boca y ojos pero cada palabra se acobardó, muy avergonzado suspiro y arrugó su rostro con tímidas arrugas mientras él apretaba los puños y bajaba su mirada.
—¿Hay algo que pueda hacer por ti, Muerte?.-preguntó ella suavemente, sin bajar su cejo por la sorpresa.
—si…eh,digo no…¡Agh, Maldita sea!.-exclamó con frustración,él no se daba cuenta, pero el rojo se le había colado entre el gris y el blanco de su rostro.
—¿Muerte?...-Kitty volvió a preguntar, mucho más perdida que antes.-¿qué te ocurre?.
—¡¿qué me ocurre?!.-preguntó el lobo con histeria.-¡Lo que ocurre eres tú!...dices que eres una solitaria pero todo el mundo desea estar contigo, odias lo repetitivo pero haces que siempre se repitan en mi estos sentimientos, eres fría como el hielo pero eres lo que me genera calor en mi pecho, eres insegura con lo que sientes por los demás sin darte cuenta de lo que sienten ellos por ti, hay heridas en ti que son incapaces de sanar pero que yo estoy dispuesto a curar…dices que no ocupas que te den magia para que puedas tener lo que tanto quieres pero yo aun asi quiero reorganizar las estrellas y arrastrarlas hacia donde estas tu, lo que no te importa yo lo sobre pienso mucho, no pides besos y yo te los quiero dar…por ti ocurren tantas cosas que no alcanzo a expresar…o que quizás no puedo expresar porque realmente no son nada…
Bastaron aquellas primeras palabras cargadas de timidez y sinceridad para hacer que aquel rostro confundido que cargaba la felina se transformara en uno de cariño y ternura, sintiéndose tan alegre cada que escuchaba las palabras del shinigami y presenciaba su rostro, su voz y sus movimientos irresolutos.
—no lo sé, quizás que es culpa de tu gente y sus raras costumbres que ahora esté así .. pero en todo caso, yo…
y antes de poder decirlo, hubo algo por parte de Kitty Patitas Suaves que le afligió verdaderamente.
Su adorable risa.
—¿q-que?...-respiro agitado, enseguida sintiéndose tanto ofendido como avergonzado, pero ella siguió riendo.-¡M-maldita! ¿te estás burlando de mí?...
—¿que? no,no,no, Muerte no pienses eso…no me estoy riendo de ti…-Kitty nego suave y busco una de las manos del lobo para acariciarla,sin dejar su sonrisa.-Es solo que…me siento tan halagada de que un ente tan aterrador y oscuro como tu, se haya fijado en una simple gata mortal como yo…para ser sincera, no tenía idea de que podías también sentir amor…
El shinigami se puso sobre sus rodillas para estar más cerca de ella.
—yo tampoco lo sabía ...-negó el shinigami.-...todo esto empezó desde el momento que te conocí a ti…y ahora no puedo evitarlo por más que lo intente.
Kitty entonces, lo tomó delicadamente de sus mejillas,haciendo que él la viera.
—no tienes porque dejarlo ir, Muerte…
Un fugaz beso aterrizo sobre el hosico del lobo.
—si quieres amarme…yo estaré esperando para poder hacer lo mismo.
Mientras que Kitty se iba alejando,La Muerte se quedo en su lugar,aun siendo la marca de amor que ella le habia dejado.

ESTÁS LEYENDO
Partners in crime|| 🐺Kittydeath Drabbles🐱
Fanfic☆꧁༒You'll never takes us alive We'll live like spoiled royalty, lovers and partners Partners in crime༒꧂☆ Pequeñas y algo cortas historias de amor entre Kitty Patitas Suaves y La Muerte y no hablo metaforica,ni retorica,ni poetica,ni teoricamente,ni...