LMUIYC - VOL. 1

EP 66

Cuando llegó a casa, Koi tragó saliva al ver la casa rodante con las luces encendidas. Alguien está en la casa. Por supuesto, solo podía ser una persona. Su padre lo estaba esperando.

Tragó saliva seca audiblemente. Koi apenas contuvo el deseo de darse la vuelta y huir. Es algo a lo que tendría que enfrentarte en algún momento. Mientras su papá no bebiera, estaría bien. Pero se la pasaba bebiendo casi todos los días desde que su madre se fue, e incluso cuando estaba sobrio, no hablaba con Koi. Siempre salía de casa con aire abatido, mirando al vacío y cuando regresaba, estaba casi borracho.

Durante un tiempo, después de que su madre se fuera, golpeaba a Koi cada vez que lo veía. Koi siempre evitaba a su padre, a menudo pasaba el tiempo afuera, bajo el frío rocío, hasta que su padre colapsaba y se quedaba dormido. Conforme pasaban los años, se había acostumbrado y gradualmente comenzó a ignorar la existencia de Koi. E incluso cuando estaba borracho, lo trataba como si no lo viera, lo que era mejor para Koi. Porque no hay nada bueno en ser golpeado.

¿Cuándo fue la última vez que me golpeó?

Koi recordó de repente. Ahora que lo piensa, ha pasado bastante tiempo. Pero los malos hábitos de su padre siguen ahí. Si está borracho, seguramente siguen ahí.

Qué hago.

Estaba inquieto, incapaz de entrar o salir corriendo, cuando de repente la puerta se abrió de golpe. Hegh, Koi se tragó el aliento con fuerza, y se encontró con su padre, que salió de la habitación.

"... ¡Koi!"

Con el rostro pálido, su padre lo llamó primero por su nombre. Se quedó congelado en el sitio, incapaz de moverse, pero su padre saltó desde adentro.

"¡Ah!"

Le agarró bruscamente del brazo con la mano y Koi dejó de gritar. Su padre tiró de él y lo inmovilizo con ambas manos, gritando violentamente.

"¡Idiota! ¿dónde vas a quedarte despierto toda la noche?"

Koi abrió los ojos con sorpresa. Su padre no estaba borracho. Hacía mucho tiempo que no veía al hombre sobrio y que hablara con tanta claridad...o mejor dicho, con tanta rabia.

Pero eso no fue todo. El padre agarró a Koi y empezó a olerlo, metiendo la nariz por todo su cuerpo. El rostro se contorsiono en una mueca, Koi no tuvo más remedio que dejarlo hacer lo que quisiera.

"Maldita sea, ¿qué coño es ese olor por todo tu cuerpo...? ¿hueles esa feromona?"

El padre, que había preguntado con dureza, no tardo en apretar los dientes. Se dio cuenta de que su hijo no podía oler. Inmediatamente arrastró a Koi y lo empujó al estrecho baño.

"¡Ve a lavarte, ahora! ¡lava todas esas repugnantes feromonas!"

En un arrebato de enojo, su padre abrió el agua de la ducha y un torrente de agua fría se derramó sobre la cabeza de Koi. En pánico, Koi rápidamente trató de desvestirse, solo para notar las feas marcas de dientes en su pecho. No era solo eso. Había manchas por todo su cuerpo, cubiertas por la ropa. Avergonzado, Koi se bajó la ropa y miró a su padre.

"Ah, papá, oye, me voy a lavar... tráeme algo de ropa, ¿de acuerdo?"

Al verlo ocupado moviendo el grifo fingiendo controlar la temperatura, su padre se dio la vuelta y rápidamente trajo la ropa vieja que siempre usaba.

"Debes pasarte el jabón al menos tres veces".

Dijo y afortunadamente, cerró la puerta de la ducha y se fue. En ese momento, Koi suspiró aliviado y comenzó a lavarse. En comparación con la mansión de Ashley, esta era una ducha sucia y en mal estado, pero trató de no comparar y se limpió rápidamente como su padre le había dicho.