Qualifications And Sex | Paulo Dybala x Leandro Paredes

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Durante los siguientes días Paulo se dedicó a hacer todo lo posible para poder averiguar cuál había sido su calificación, sin embargo nada le había resultado, Leandro se negaba a decirle.

Era miércoles por la noche, Leandro se había ido a jugar al futbol con sus amigos hacía una hora, durante ese tiempo el menor se planteó la idea de meterse a la oficina que estaba en la casa y buscar los dichosos exámenes, la intriga de lo estaba comiendo vivo.

En cuanto se decidió fue camino a la oficina, con cuidado abrió la puerta y la dejó arrimada para poder escuchar si supareja llegaba, el lugar era bastante amplio,  lleno de cajones y muebles donde el mayor podría haber guardado esos exámenes, por lo general los guardaba en el segundo cajón a la derecha cuando ya estaban corregidos, obviamente no sería tan estúpido como para dejarlos en un lugar que él conociera, no sería propio de Leandro, por lo que sin desacomodar las cosas para evitar ser descubierto empezó su búsqueda de los exámenes, solo sería ver la nota del suyo y dejar todo en su lugar.

Después de por lo menos veinte minutos buscando logró encontrar una carpeta de tapa naranja con el nombre de su curso, esa carpeta varias veces la había visto en las clases del mayor, tendría que haber empezado buscando por ahí, pero era tarde para eso, ahora solo quería ver la calificación.

Abrió la carpeta y empezó a buscar dentro de los cuarenta y tantos exámenes el suyo, hasta que sintió una mano posarse en su cintura y otra que le arrebataba la carpeta de las manos, en ese momento todo su cuerpo se tensó, y pudo jurar que la respiración se le pausó por un minuto.

—¿Se puede saber qué haces revisando mis cosas?— la carpeta fue dejada a un lado sobre el escritorio y el cuerpo de Paulo volteado con fuerza, quedando cara a cara con el mayor.

–Estaba buscando unas hojas para terminar una tarea— fue la excusa más ridícula que se le pudo haber ocurrido a alguien

—Ajá, en una carpeta que dice "exámenes 6to economía" ¿Te pensás que soy boludo lindo?— el rostro de Leandro terminó en la curvatura del cuello ajeno repartiendo varias mordidas por el mismo, mientras que Paulo no fue capaz de responder nada, sólo llevó sus manos hacia los hombros ajenos en un intento de mantener el equilibrio. —Te estoy haciendo una pregunta Paulo, respondeme. ¿Te pensás que soy boludo?—

—No— dijo de forma corta.

—¿"No" qué, Paulo?— con sus manos se dispuso a apretar más la cintura ajena para apagarlo a su cuerpo.

—No, Lean— su respiración poco a poco se iba agitando más con las múltiples caricias y besos que le eran proporcionado a su cuerpo.

—¿Entonces qué hacías acá amor? No me mientas porque es peor para vos— sus orbes celestes se conectaron con los verdosos ojos de Paulo, quien ya no tenía ningún tipo de escapatoria. —¿No me vas a responder Paulo?— insistió al no tener respuesta del menor.

—Solo quería saber mi calificación, y nada más— respondió con voz entrecortada, no podía dejar de sentirse nervioso cada vez que tenía al mayor así de cerca, como si fuera la primera vez.

—Y yo te dije que ibas a tenerla al mismo tiempo que el resto de tus compañeros, o sea el viernes ¿No fui claro?—

—Prometo no decirle nada a nadie, ni a Cuti, lo juro— a toda costa intentaba convencer a su pareja para que le diera la nota, la ansiedad lo estaba matando.

—No, la vas a tener junto con tus compañeros, y es mi última palabra. Ahora quiero que vayas a esperarme en la pieza ¿Si? Se un chico bueno— soltó lo último con una sonrisa y un tono arrogante, causando un sonrojo en el menor.