CAPÍTULO 10 CUEVA

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Cuando Kagome despertó, Sesshomaru la miraba era más con curiosidad que su típica fría e indiferente

Sesshomaru –por fin has despertado, te estaba esperando, he notado la presencia de Naraku al noroeste, sin embargo a ese lugar solo podremos ir tú y yo puesto que es sumamente peligroso

Kagome –gracias por la consideración –se lo dijo con una gran sonrisa –está bien, hay que empezar a movernos ¿pero y rin?

Sesshomaru –se quedara con Jaken ya le he dado instrucciones, cuando todo acabe regresaremos

Kagome y Sesshomaru se marcharon, entraron a una vereda llena de yokais, Onís y kappas, sin embargo no fueron atacados, puesto que los dos ya tenían una historia de lo que podían hacer, subieron una montaña, caminando con cuidado puesto que el terreno era traicionero, cuando atravesaron un precipicio hubo un derrumbe, Sesshomaru protegió a Kagome con su cuerpo cuando esta levanto la vista Sesshomaru le sonrió

Sesshomaru - ¿te encuentras bien?

Kagome –si –lo dijo casi sin aliento –que extraño no conocía tu sonrisa –el corazón de Kagome empezó a retumbarle en el pecho, lo que le provoco un sonrojo –agacho la cabeza  -lo siento-  musito –yo...

Sesshomaru no la dejo continuar pues ya le había sellado sus labios con un beso, que fue correspondido con dulzura y una leve excitación

-¿qué me pasa? No puedo dejar de besarlo –pensó Kagome

-me podría quedar aquí eternamente – Sesshomaru ya no quiso contenerse más, ya no podía contenerse, ya no aguantaba, su cuerpo le pedía a esa miko, cuando la soltó ambos estaban sin aliento

Sesshomaru –Kagome lo siento no debí...

Kagome –¡¡silencio!! 

Kagome se lanzó a sus brazos pero tropezó (como buena costumbre que tiene) y cayó al barranco, Sesshomaru se aventó tras ella en su característica esfera luminosa, cuando la sostuvo un campo se formó y fueron transportando a un bosque, Sesshomaru tomo a la miko entre sus brazos, sentirla cerca lo estaba volviendo loco su excitación lo mataba, pero tenía que ser paciente pero le estaba costando pues el sabor de sus labios aún estaba impregnado en su lengua, tuvo que buscar un refugio, puesto que empezó a llover, a lo lejos encontró una cueva, donde a costo a Kagome, se sentó a su lado, mojada se veía todavía más hermosa, su ropa empapada se pegaba a sus curvas, Sesshomaru suspiro cuando de pronto Kagome despertó

Kagome – Sesshomaru ¿Dónde estamos?

Sesshomaru –en una cueva, te desmayaste cuando...

Kagome parecía tomate de tan roja que estaba, bajo la mirada, y estornudo, Sesshomaru se le acerco cubriéndola con su estola

Sesshomaru –ya no te preocupes, primero ay que calentarte un poco o enfermaras –diciéndolo de una manera muy seductora – (si ustedes están sorprendido yo más)

Kagome –tienes razón –contestándole de la misma manera ¿pero con qué calor?

Sesshomaru se acercó aun, mas rozando suavemente sus labios, con su lengua Kagome gimió, abrió lentamente los labio y recibió el beso cargado de pasión, amor, pero sobre todo de deseo, Kagome le hecho los brazos al cuello y este coloco sus manos bajo su blusa estaba fría, al ir recorriendo su espalda se encontró con una prenda pequeña, que debajo de ella se encontraba un tesoro, sus manos hábiles rompieron el sostén así como la parte exterior, Kagome se cubrió los pechos

Sesshomaru –no temas no te dañare –debajo de sentía l su fuerte erección que solo quería a Kagome

Sujeto a Kagome por la cintura y la recostó bajo ella  se encontraba la estola de Sesshomaru se colocó sobre ella, besándola una vez más, bajando por su cuello, hombros y mordiendo levemente el  pecho de Kagome  mientras que con la mano derecha masajeaba el otro la miko, suspiraba, gemía y su olor a mujer empezaba a crecer

Kagome –ah!!!! Sesshomaru... no paresa ah!!!

Sesshomaru –mía, mía eres mía

Su mente estaba maravillada con sus gemidos, pero quería sentirla piel a piel, y como si Kagome hubiese leído su pensamiento se encorvo y empezó a quitarle la parte superior de su hazaña, rozando lentamente sus manos en los fuertes pectorales del daiyokai, este mordió su cuello ante tal excitación, sus labios dejaron sus pechos y se despojó, de todo lo demás, los ojos de Kagome se abrieron como platos, pues su anatomía era perfecta, lo jalo hacia ella, este llego a la falda rojo oscuro y larga  de la chica y con la misma dulzura de una pluma cuando acaricia la piel se la despojo, ahí de ese lugar venia ese olor, ese exquisito olor que lo mareaba, pero antes de profanar ese lugar la miro, ella estaba bañada en sudor asintió, Sesshomaru se dirigió a sus pequeñas bragas metió su mano dentro de esa rara prenda, sumergió un dedo y la miko que ya había gritado esta vez rasguño la espalda des Sesshomaru, uno a uno los dedos del entraban y salían, mientras la miraba llena de placer, acerco sus dedos a su nariz, nada olía mejor que ella, pero si su sabor era tan deliciosos como su aroma tenía que probarla, se encogió en su ombligo y la lamio ella sujeto su cabello plata, mientras este seguía bajando, coloco sus dientes en su ropa interior y se la quitó, encontró una montaña desmarañada de cabello

Kagome –espera ¿Qué haces? –Kagome se sentó y apretó sus piernas

Sesshomaru –déjame probarte – lo dijo mientras la besaba Kagome lo beso –con una condición

Sesshomaru –lo que quieras

Kagome –si lo haces ahora, cada vez que estemos solos...

Sesshomaru entendió el mensaje, y mordiendo levemente su cuello musito –las veces que quieras y la volvió a recostar, trago saliva lentamente, se colocó en su entre pierna, cerró los ojos y su lengua toco ese lugar sagrado, la chica rasgo la tierra y apretó sus piernas entorno a la cabeza de Sesshomaru, una y otra vez la lengua sorbía un poco de ese flujo, su erección ya no podía más dejo esa parte y la tomo con cuidado penetro eses lugar y entre gritos y orgasmos, la semilla de Sesshomaru se depositó dentro de ella, el vaivén se hizo constantes, Sesshomaru no podía parar, pero cuando la noto agotada, la recostó en su pecho y la acurruco con sus fuertes brazos

Kagome –Sesshomaru? Dijo Kagome

Sesshomaru –si

Kagome –te quiero...  -y la chica se quedó dormida

Sesshomaru se quedó helado, no porque estuviera molesto (solo un baja se enojaría por eso) sino porque la chica con la que estaba compartía el mismo sentimiento, luego él también se quedó dormido con la satisfacción escrita en los labios. 

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