CAPITULO 13 EL DESPERTAR

5 1 0
                                    


Un niño corre, varios Onís lo siguen, son grandes y de varios colores, además de que ¡apestan!

O –entréganos, ese fragmento –mientras le daba un zarpazo-

P -¡Vamos!, así podremos comerte

Q – No te resistas

El muchacho saltaba entre los árboles, esquivando, hábilmente el ataque de los Onís, sin embargo rápidamente fue rodeado

O – ¡niño anda entrégalo!

P –no te preocupes de todas maneras te comeremos

¿-¡déjenlo!

Q –una humana

Sango lanzo el Hiraitkotsu, destruyendo a la mayoría de  ellos

O –maldita como se... -una espada lo atraviesa-

Inuyasha -¿estás bien, Sango?

Sango –si gracias, pero Kohaku...

Kohaku –señorita Sango, gracias  por salvar mi vida

Miroku –lo bueno es que ya estas a salvo

Sango –excelencia

Miroku -¿Cómo te involucraste con eso tipos?

Kohaku –escape de Naraku, ya que escuche que necesitaba el fragmento para completa la perla

Inuyasha –pero no tiene ni la mitad de la perla

Kohaku –eso fue lo que escuche además... -el muchacho cayó al suelo, debido al cansancio

Shipo –vaya se desplomo

Sango -¡Shipo!

Shipo –lo siento...

Inuyasha –lo mejor será buscar un lugar para pasar la noche

Miroku, cargo a Kohaku y empezaron la marcha

Kikyo –sango, ¿puedo hablar contigo?

Sango -¿Qué quieres Kikyo? –lo dijo de una manera muy despectiva

Kikyo –tu hermano está muy mal, podría ayudarlo, si quieres

Sango – una vez intentaste matarlo, ¿Cómo sé que no es un engaño?

Kikyo –mi deber es proteger la vida, no destruirla, sé que llegue a actuar de esa manera, por querer destruir la joya

Sango –mi hermano pronto estará bien, solo necesita descansar

La exterminadora prosiguió su camino –ya verás cómo tarde o temprano pedirás mi ayuda –pensó Kikyo- luego ella también continuo.

Inuyasha se quedó solo en las colinas observando, las estrellas y sus recuerdos le trajeron a la mente a  su querida Kagome, prefiriéndose quedar ahí un poco más de tiempo.

En la cabaña que encontraron Miroku charlaba con Sango

Miroku -¿Qué te dijo Kikyo?

Sango –me ofreció su ayuda, con respecto a lo de Kohaku, pero no la acepte

Miroku –ella no suele comportase así, es como si trajera algo entre manos

Sango –además yo no confió en esa mujer

Miroku –Sango si las cosas se complican ¿pedirás su ayuda?

Sango –Kohaku estará bien, yo sé que pronto estará a salvo

Shipo –aún no puedes moverte

Sango -¡Kohaku!

Kohaku –lo siento señorita Sango, si permanezco con ustedes puedo traerles problemas

Sango –pero sigues muy herido

Kohaku –si Naraku me encuentra, vendrán muchas tragedias

Miroku -¿a qué te refieres?

Kohaku –si la perla es contaminada, el sería más poderoso

Miroku –eso ya lo sabemos

Kohaku –pero no solo eso, así como sirve para curar, puede matar y no me refiero a los sucesos, donde se mata por ella, si no que cualquier persona que haya tenido contacto con la joya, podría enfermar, morir o en su caso convertirse en demonios y perder su conciencia humana, como aquellos Onís

Miroku -¡imposible!

Kohaku –si yo me quedo aquí, podría matarlos, además me doy cuenta de que la señorita Kagome ya no está aquí, pero Kikyo, corre peligro, me escape para protegerme y avisarles si los llegaba a encontrar, para advertirles que Naraku tratara de matar a las mikos más poderosas, ya ha matado a muchas, pero no físicamente, se mete en sus mentes y las hiere desde ahí, así no hay protección y ya no estorban

Miroku –por eso quería deshacerse de Kagome con los sentimientos de Inuyasha y casi lo logra

Sango –sin embargo la motiva

Kohaku –la señorita Kagome, es su más grande rival, pero ahora que se ha ido buscara la manera de lastimarla

Miroku –tenemos que hacer algo

Inuyasha -¿hacer qué?

Todos -¡INUYASHA!

Inuyasha –vaya ya despertó, y ¿que se supone que tenemos que hacer?

Los chicos se quedaron en silencio

Sango – ¿pues qué más?, curar las heridas de Kohaku

Shipo –si, además, hay que ver que vamos a cenar

Inuyasha –oh! Eso –con tono indiferente- encontré un rio cerca, Miroku pesquemos algo

Cuando se marcharon

Kohaku -¿Por qué no le dijiste nada?

Sango –no, debe de saberlo, podría provocar problemas, además Kagome está muy a salvo, por ello te pido que no digas nada

Shipo –pero Sango ¿no crees que sea injusto?

Sango –por el momento es mejor así, Shipo, ya que si lo sabe Kagome correrá más peligro, recuerda que nos observan

Al poco  rato ya estaban cenando, Kikyo había preparado un remedio para fortalecer a Kohaku, y a pesar que Sango no confiaba en ella, acepto de buena gana su ayuda, después se dispusieron a dormir

Kikyo –Inuyasha iré a recolectar almas en seguida vuelvo

Inuyasha –Kikyo... ¿Por qué vas tú sola, siempre por almas?

Kikyo –si las almas que están tristes, ven a un ser vivo se marcharan ya que podrían dañar a este mundo

Inuyasha –pero, tus serpientes las busca por ti

A Kikyo le urgía marcharse -¿acaso estas dudando de mí?

Inuyasha –no, es que bueno, el tiempo que podemos pasar juntos, tú te vas

Kikyo –oh! Ya entiendo, no te preocupes mi pequeño cachorro, ya habrá tiempo para eso (o esa Kikyo hasta con ganas de ahorcarla) las almas que tomo, las pruebo, para que sean apropiadas para nuestra nueva vida, por eso voy sola.

Inuyasha –está bien, ve con cuidado

Estaba a punto de marcharse cuando ella lo detuvo, lo beso, luego se marchó, al salir creó un campo que la protegería de que alguno de ellos intentara seguirla y al conseguir las almas, noto la presencia de aquella mujer de los vientos, llamo a las serpientes cazadoras, las cuales les indicaron donde estaba. 

TE NECESITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora