TE NECESITO

CAPITULO 12 ORIGENES

Sesshomaru fue llevado a un templo, el niño que lo llevo parecía más cansado

Urikio –bien hemos llegado, este es el templo del tiempo

Sesshomaru - ¿Dónde están tus hermanos?

Urikio – disculpe no se encuentran aquí, pero puedo explicarle algunos detalles importantes, primero que nada soy guardián del tiempo pasado, segunda en este momento es acompañado por esa miko, la cual no es de esta línea de tiempo, y debido a ello su presencia aquí puede alterar, o incluso cambiar el futuro, nos preocupamos por ella, es de suma importancia, además de que ella fue traída aquí por la perla de Shikon, esta joya está viva y tiene conciencia propia, matara a todo aquel que quiera destruirla, pero eso usted ya debe saberlo, por eso aparto a esa mujer de ella, tercera y más importante, si Kagome pierde sus poderes sagrados, la única amenaza desaparecerá y por ende este y su mundo colapsarían, por ello es una persona importante, además de que es la primera persona que crea una paradoja, ella nació en otro tiempo, pero vive en este, ahora señor Sesshomaru, ¿estaría preparado para dar vida?

Sesshomaru – a ¿Qué te refieres?

Urikio –usted y yo sabemos que los encuentros entre humanos y demonios, dan por fruto un nuevo ser, y dando que usted aborrecen a los hanyos...

Sesshomaru - ¡Silencio!, si Kagome tuviese un hijo de mi sangre y de mi carne no dejaría que nadie lo dañara, sin importar que fuese mitades, sería mi hijo y tendría no solo a un padre poderoso, sino también a una madre igual de digna, no entiendo a qué viene todo esto.

Urikio –ya entiendo usted dejaría que dicho ser naciera, aún a costa de ¿que la señorita Kagome perdiera sus poderes?

Sesshomaru – ¡ahora entiendo porque están tan preocupados por ella!, creen que si tiene un hijo no lograría vencer a Naraku ni a esa maldita perla... en ese momento Sesshomaru cayó en la cuenta, por eso la ropa, por eso lo había traído aquí, su querida Kagome, su tierna y dulce miko estaba en cinta...

Urikio –bien creo que ya se dio cuenta, y no, no es por eso que nos preocupa tanto, sino por el contrario si acepta a tener a dicho bebé su poder aumentar en mayoría, será indestructible, pero esa decisión ya le concierne a ella y usted no puede intervenir en dicha decisión

Sesshomaru – ¡pero soy el padre de esa criatura!

Urikio – pero no puedes obligarla, si ella quiere lo tendrá, además no se debería alterar, mis hermanos ya le dieron la noticia

Naoriko –así es, y ella protegerá a su hijo, como usted protegerá a ambos

Yaoriko –solo una sugerencia, si ese vil demonio Naraku se entera, podría asesinarla, - en su mente pensaba – antes de lo que usted piensa-

Naoriko – debería marcharse ya, la ropa que le hemos otorgado posee un poderoso sello que no solo la protegerá sino que evitara que sus poderes se drenen y una cosa más no le diga que sabe, hasta que el momento preciso llegue.

Sesshomaru partió, ahora lo que le importaba no era destruir a Naraku era proteger a Kagome y cuidar a aquel ser que en sus entrañas se encontraba, por su parte los 3 hermanos conversaban con una sombra a su alrededor

Urikio – las cosas salieron bien

Naoriko –la línea espacio-tiempo no se destruirá

Yaoriko –y como ello este y los otros mundos podrán seguir coexistiendo, solo una cosa Kumiko, es raro que te preocupen otros

Naoriko –además tú no tienes derecho a intervenir

Kumiko – me interesa porque ustedes más que nadie saben que la fundadora de la casa Higurashi es ella misma, la matriarca de su familia es la última miko de su clan, y no, yo no intervengo ustedes mueven los hilos de esta historia

Todos empezaron a reír, mientras que Sesshomaru se acercaba a la cueva, la vio ya despierta, y le sonrío, de una manera, en la que Kagome pudo notar todo su amor.

Kagome –volviste, a ¿Dónde habías ido?

Sesshomaru – te conseguí algo de comida y ropa, para que te abrigues, creo que es mejor regresar con los demás nos deben estar esperando

Kagome se sonrojo, y pensó – quizá mi niño tenga su sonrisa-  claro tenemos aún mucho camino por recorrer, ella le extendió la mano y el la tomo, la vistió lentamente, y cada vez que sus manos la rosaban Kagome suspiraba, se miraron unos minutos, ambos sabían que había pasado, ambos sabía que ahora lo importante era protegerse el uno al otro, ambos tenían por seguros que su hijo seria amado, y aunque no hablaron del asunto, entendían bien que habría una gran razón para seguir luchando.

Sesshomaru –oye Kagome

Kagome  – ¿sí?

Sesshomaru – te amo, - dicho esto la beso, un beso apasionado pero cargado de todo lo que el yokai era – Kagome – no hay nada más hermoso que esto –pensó

Y yo a ti, pero ten por seguro que mucho más.