VIII- Ya no me afecta

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Es fascinante cómo una misma historia puede tomar caminos tan diferentes dependiendo del protagonista. En esta versión, las elecciones de Han Jisung han llevado su vida por un rumbo distinto. La presencia de Christopher parece haber traído consigo una estabilidad emocional que quizás antes no tenía. La comparación con Minho se vuelve inevitable, y la elección de quedarse con Chan parece haber sido la correcta para Jisung en este momento de su vida. La historia continúa, revelando cómo las decisiones y las personas que elegimos pueden transformar nuestro presente y nuestro futuro.

Después de una larga plática con sus tíos, Minho decidió volver a la ciudad permanentemente para seguir sus estudios en la Universidad Nacional de la ciudad, como tenía planeado antes de que sus padres "se deshicieran de él"

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Después de una larga plática con sus tíos, Minho decidió volver a la ciudad permanentemente para seguir sus estudios en la Universidad Nacional de la ciudad, como tenía planeado antes de que sus padres "se deshicieran de él".

Ese era otro punto importante, sus padres, habían estado amenazando y desafiando a los padres de Felix por haberles arruinado los planes. Según los mayores, en principal, según el señor Lee, los tíos habían "secuestrado a Minho". Cosa de la cual, además de ser una exageración, prendió todas las alarmas de los padres de Felix. Por ese motivo querían tener a Minho en su hogar, para protegerlo más de cerca. En este punto, ya no sabían de lo que eran capaces estos señores. Minho ya no tenía padres, aunque sea ya no unos que le importaran.

Por otro lado, los más jóvenes seguían con su último semestre de tercer año, a solo semanas de su fiesta de graduación. Jisung no habló con Minho como Félix solía sugerir; aquella vez en su casa no fue la única. Luego de tanta insistencia, Jisung tuvo que darle una advertencia a su amigo para que deje de lado el tema.

Encontrarse con el mayor en la casa del pecoso ya no le afectaba tanto; este apenas lo saludaba y, debido a sus horarios en la universidad, no coincidían tanto realmente. Llegó el viernes, y nuevamente Jisung tenía que ir a la casa de Félix para terminar algún proyecto o pasar el rato; eso realmente no era relevante. Iban caminando los tres por la acera cuando una camioneta se estacionó justo cerca y bajó la ventanilla.

-Félix, tu madre pidió que pase a buscarlos, ¿nos vamos? - dijo el mayor en el asiento del piloto.

Han hizo una mueca de desagrado; realmente no quería subir.

-Yo mejor me voy a casa - le susurró a Hyunjin. Este negó con la cabeza y tomó a Jisung por los brazos para arrastrarlo hasta la camioneta.

El mayor esperó paciente, mirando la ventana para no cruzar miradas con su ex. Cuando sintió que todas las puertas se cerraron, volteó para emprender el camino. Grande fue su sorpresa al darse cuenta de que sentaron a Jisung justo a su lado.

Han no lo miró; estaba en una lucha con su cinturón que no prendía. Minho se acercó lentamente.

-¿Me permites? - dijo, tomando las manos del joven que seguía forcejeando. Las apartó para poder así abrochar el cinturón - ¡Listo! - miró el rostro abultado del contrario; era más que obvio que se encontraba molesto - Ese cinturón suele ser más difícil que el resto - terminó por decir.

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