𝐍𝐄𝐄𝐃 𝐓𝐎 𝐊𝐍𝐎𝐖 | ❝ ¿Ella sabe que estoy tatuado en tu corazón? Puedes intentar luchar contra eso. He dejado mi huella en ti. No hay nada que puedas hacer ❞
𝐂𝐔𝐋𝐏𝐀, culpa de haberla dejado escapar hace dos años atrás. Culpa por dejarlo i...
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UN GEMIDO LASTIMERO Y UN SONIDO DE UN GOLPE alertaron a Alexia, dejando a un lado su crema hidratante y cerrando la llave de su bañera. La mañana había llegado y en la mansión de los Davies la rutina diaria había iniciado con los primeros rayos del sol, a Alexia no le había costado demasiado despertar temprano, pero al parecer a su acompañante sí.
Quiso reír un poco al ver a Noah tirada en suelo liada en las sabanas mientras que tenía mechones de cabellos en su rostro. Aquella mañana la chica se sentía realmente mal, la luz que ingresaba por los ventanales de Alexia era una molestia enorme para ella.
Su garganta se sentía seca, como si no se hubiera hidratado hace semanas, buscó desesperadamente un vaso de agua, pero cuando miró hacia arriba una rubia sostenía un vaso de agua frente a ella, sonriéndole levemente y extendiéndole una mano para ofrecerle su ayuda.
Miró a su alrededor con confusión y notó que definitivamente no estaba en su habitación, más bien en su nueva habitación.
—Me apresuré a traer agua fresca antes de que despertaras —le informó, viendo a Noah pararse con dificulta y ayudándola a sentarse nuevamente a la cama.
—Gracias...—seguía confundida, ¿como había llegado ahí?
—Junto con mi hermano y Nick te trajimos —respondió como si hubiera leído sus pensamientos—. Nick no quiso que tu madre te viera en ese estado entonces decidimos traerte a mi casa.
—Ah.
Alexia apretó los labios sin saber qué más decir, pero aplaudió levemente llamando la atención de la menor.
—¿Qué te parece si tomas una ducha refrescante y luego bajamos a desayunar?
Noah se encontraba cohibida, levantándose con lentitud y siguiendo a Alexia quien la llevó a su baño. Se sintió avergonzada al ver su aspecto en comparación con el de la rubia más alta, quien siendo apenas las siete de la mañana ya se encontraba deslumbrante e impecable.
—Usa lo que quieras, quiero que te sientas cómoda, Noah —le dice Alexia, despidiéndose luego de decir aquello y dejando a la chica sola para que se sintiera a gusto.
Noah miró la bañera y comenzó a quitarse la ropa con lentitud, notando una pañoleta en su muñeca derecha, quitándoselo y doblándolo delicadamente.
Nicholas Leister (no le atiendas si te llama)
Buenasss, ¿qué tal amaneciste? Amanecieron* La madre de Noah ya está tranquila con Alexander le dimos una buena excusa.
¿Te caíste de la cama, Leister? Tengo entendido que no te gusta ser mañanero.
Aww, aún sabes que no me gusta despertar temprano. tan linda.
