Recogiendo a un pez gordo

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Lu Xuan miró el chocolate frente a ella. Ella no podía aceptarlo ni rechazarlo. Ella solo podía mantenerse rígida.

"Hermana Jiang, he estado trabajando para perder peso recientemente. Será mejor que lo olvide... ya sabes, el chocolate tiene muchas calorías." Lu Xuan no se atrevió a tocar el chocolate, y mucho menos a comerlo.

"¿Es eso así?" Jiang Zhi devolvió el chocolate. Miró a Lu Xuan con sus ojos almendrados, como si pudiera ver a través de su corazón. Después de un largo rato, ella se rió entre dientes, "Ya veo. Entonces olvídalo."

Lu Xuan dejó escapar un suspiro de alivio. Se sintió incómoda bajo la mirada de Jiang Zhi. Una inexplicable sensación de opresión la dejó sin palabras por un momento.

Jiang Zhi miró al nervioso Lu Xuan. No lo mostró en su rostro, pero ya tenía una suposición en su corazón.

El repentino colapso del estante y el chocolate débil que hizo que le doliera el estómago a Jiang Xue definitivamente tenían algo que ver con Lu Xuan.

Pero, ¿por qué Lu Xuan haría eso? Todavía necesitaba esperar y ver.

Lu Xuan no hizo nada durante la hora del té, pero cuando vio que Jiang Zhi no tenía ninguna reacción, pensó que Jiang Zhi no sospechaba de ella, por lo que bajó la guardia.

Jiang Zhi iba a cenar esa noche, pero vio a Lu Xuan esperando en la entrada del set.

"Hermana Jiang, todavía es temprano. ¿Vamos de compras juntos? Lu Xuan caminó hacia Jiang Zhi con una sonrisa amable e inofensiva en su rostro.

Jiang Zhi le sonrió a Lu Xuan y estaba a punto de aceptar cuando Lu Mian apareció de la nada y se paró frente a ella. "No, ella quiere hablar sobre el guión conmigo".

Jiang Zhi miró a Lu Mian, que era tan posesivo y asintió divertido. "Sí, tengo una cita con Lu Mian hoy para hablar sobre el guión. Me temo que no puedo ir de compras contigo.

Lu Xuan se sorprendió. Se tapó la boca exageradamente y preguntó medio en broma: "Tú ... Hermana Jiang, ¿están juntas?"

Lu Mian estaba muy satisfecho. Estaba esperando la respuesta de Jiang Zhi.

Jiang Zhi se colocó el cabello detrás de la oreja y se rió secamente. "Por supuesto que no. Soy su gerente. Todo es mi responsabilidad".

"¿En realidad?" Lu Xuan no lo creía. No importa cómo lo mirara, los dos eran una pareja. El ambiente ambiguo no podía engañar a nadie.

Los ojos de Lu Xuan brillaron de emoción.

Jiang Zhi, finalmente encontré tu debilidad.

"Por supuesto que es verdad. Encontrémonos otro día." Jiang Zhi salió de detrás de Lu Mian y le dio unas palmaditas en el hombro. "Vamos."

Jiang Zhi caminó frente a ellos. Sus tacones altos parecían pisar el corazón de Lu Mian cada vez que daba un paso. Lu Mian siguió detrás de Jiang Zhi. Sus ojos estrechos estaban llenos de una emoción diferente.

Jiang Zhi no se volvió. Sabía que los ojos de Lu Mian estaban llenos de infelicidad y...

Cuando llegó a un lugar donde no había nadie alrededor, Jiang Zhi estaba a punto de escapar cuando se encontró en los brazos de Lu Mian.

"Mian, ¿qué... qué estás haciendo?"

Jiang Zhi quedó atrapado en los brazos de Lu Mian. Mientras escuchaba los fuertes latidos de su corazón, levantó la vista y vio la mirada juguetona de Lu Mian.

"Tú... quieres hacerlo..." Lu Mian abrazó con fuerza a Jiang Zhi.

Jiang Zhi sabía que estaba equivocada, así que trató de consolarlo. "Sé bueno, sabes que no podemos hacerlo público por el momento..."

"Zhi Zhi, no estoy feliz... ¿cuándo podré tener un título?"

Cuando los profundos ojos azules de Lu Mian miraban a una persona, era tan embriagador como el cielo estrellado. Aunque Jiang Zhi había visto este cielo estrellado innumerables veces, todavía estaba tentada.

"Zhi Zhi..."

Lu Mian levantó a Jiang Zhi y la presionó contra la pared. La persona frente a ella parecía afligida y cariñosa al mismo tiempo.

Los dos se miraron. Jiang Zhi desvió la mirada y explicó vagamente: "La próxima vez, la próxima vez... Ah Mian, tengo miedo de los problemas..."

Antes de que pudiera terminar sus palabras, Lu Mian la besó en los labios. Él presionó su espalda con fuerza, como si quisiera frotarla contra su carne y sangre. Entre sus labios y dientes, la pasión de Lu Mian poco a poco la hizo caer en un estupor.

Sus labios y lengua se volvían más y más profundos, y las manos detrás de su cabeza fortalecían este beso ligeramente castigador.

Los ojos de Jiang Zhi estaban cada vez más aturdidos mientras se sumergía en este profundo beso.