Recogiendo a un pez gordo

185

Jiang Zhi se quedó al lado de Lu Mian después de limpiarse en el baño del hospital. Se sentiría incómoda si no lo viera despertar con sus propios ojos. Lu Mian, que estaba acostada en la cama del hospital, fue desgarradora.

"Ah Mian, ¿estás despierta?" Jiang Zhi sonrió cuando vio a Lu Mian despertarse. "Ah Mian, ¿tienes sed? ¿Todavia duele?"

"Zhi Zhi, ¿estás bien?" Lu Mian quería moverse, pero le dolía la herida en la espalda y su voz era un poco ronca. Jiang Zhi rápidamente lo consoló: "Estoy bien, no tienes que preocuparte. Pero tú, ¿tenías un deseo de muerte?

Después de decir eso, tomó el agua que había preparado para Lu Mian y lo dejó beber. Jiang Zhi lo cuidó con cuidado y al segundo siguiente, su expresión se volvió muy seria. "Ah Mian, no vuelvas a hacer eso nunca más".

"Eres mi vida." Solo Dios sabía lo asustado que estaba Lu Mian cuando vio a Jiang Zhi inconsciente. Poder ver a Jiang Zhi con vida fue la mayor felicidad de Lu Mian.

Jiang Zhi apartó la cara. Ella estaba un poco insatisfecha y dijo de nuevo: "¡No!"

Tan pronto como dijo eso, recordó algo. Jiang Zhi bromeó: "¿Creo que alguien lloró cuando me buscaban?"

"Fui yo. Mi Zhi Zhi ha llorado tantas veces. Solo lloré una vez por ella". Lu Mian mantuvo una cara seria. Miró a Jiang Zhi con una sonrisa un poco extraña.

"Qué... ¿Cuándo lloré?" Jiang Zhi se esforzó por recordar. Estaba segura de que nunca había hecho algo tan vergonzoso.

Lu Mian levantó las cejas y sonrió aún más. "Por supuesto que fue mientras estaba en la cama. Cuando estabas llorando y suplicando piedad... Yo realmente quería..."

"¡Lu! Mian!" La cara de Jiang Zhi de repente se puso roja. El nombre de Lu Mian salió palabra por palabra.

Toc, toc, toc

En ese momento, llamaron a la puerta. Jiang Zhi advirtió a Lu Mian con los ojos y abrió la puerta. Cuando vio que era una enfermera con una bandeja de medicamentos, rápidamente se hizo a un lado.

La enfermera miró a Lu Mian en la cama y su rostro se puso rojo. Afortunadamente, llevaba una máscara y mostró su profesionalismo. "Lu Mian, ¿verdad? Su medicina está aquí. Tienes que cambiarte los vendajes.

¿Vendajes nuevos? Jiang Zhi tuvo un sentimiento indescriptible en su corazón cuando vio a la enfermera preparándose para quitarle la ropa a Lu Mian. En resumen, no quería que otra mujer se quitara la ropa de Lu Mian.

"Enfermera, ¿por qué no lo hago yo?" Jiang Zhi preguntó después de considerarlo un poco.

La enfermera miró a Jiang Zhi y frunció el ceño confundida. Era obvio que ella no era enfermera aquí. ¿Cómo podría cambiar el vendaje del paciente?

"Por favor, créenos. Todos somos profesionales". La enfermera no creía que Jiang Zhi pudiera cambiar el vendaje correctamente.

Jiang Zhi se quedó donde estaba y cedió con el ceño fruncido.

Lu Mian miró a Jiang Zhi y sonrió. Sabía que ella estaba celosa, así que rechazó a la enfermera. "Lo siento, enfermera. Esta es mi mujer. Le prometí que mi cuerpo es solo para ella, así que...

"Veo." La enfermera de repente entendió y miró a Jiang Zhi con envidia. Una cosa era que ella tuviera un novio tan guapo, pero era tan leal... "Entonces, por favor continúa. Tengo que ir a hacer otra cosa primero. Volveré a recoger los desechos médicos más tarde".

La enfermera se fue a toda prisa. La cara de Jiang Zhi estaba roja cuando se aclaró la garganta. "No digas tonterías. Te cambiaré el vendaje.

"Sí, esposa". Lu Mian se sentó. Le costó un poco quitarse la ropa. Estiró el cuello y esperó a que Jiang Zhi lo hiciera.

Jiang Zhi se quitó las batas médicas una por una. Con un ligero movimiento, los botones se abrieron automáticamente.

La mano de Jiang Zhi todavía estaba presionada contra la piel de Lu Mian, dándole una vista completa de su figura perfecta. Aunque lo había visto muchas veces, todavía se sonrojaba.