Recogiendo a un pez gordo

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Por la noche, todos salían del trabajo y no quedaba nadie vigilando la sala de utilería.

Cuanto más lo pensaba Lu Xuan, más se indignaba. Fue gracias a este collar que Jiang Xue pudo continuar actuando y que Jiang Zhi era tan popular.

¿Por qué? ¿Por qué todo va a esta perra? ¡No puedo vivir con esto!

¡La cara de presumir de Jiang Zhi es realmente repugnante! ¿No te importa este collar? ¡Entonces lo destruiré hoy! ¡Veamos cómo todavía puede reírse!

Lu Xuan caminó hacia la puerta de la sala de utilería y miró el collar brillante en la parte más interna. Los celos en su corazón solo crecieron. ¡Debería destruirlo! ¡Quémalo!

La sala de utilería estaba llena de utilería de madera y algodón. Una pequeña chispa lo destruiría todo.

Lu Xuan encendió el encendedor. La luz brilló en el rostro humano y reveló una sonrisa aterradora. En ese momento, ella era más como un demonio que usaría todos los medios para lograr su objetivo. El odio se había tragado su racionalidad.

Mientras miraba los grandes accesorios de madera en el interior, Lu Xuan recogió casualmente un pañuelo de seda y encendió el encendedor. Las llamas instantáneamente envolvieron la seda.

Lu Xuan miró el pañuelo de seda en llamas y lo arrojó a los grandes accesorios de madera. Pronto, las llamas dispersas inmediatamente iniciaron un incendio. El collar estaba en la parte más interna. Si quería conseguirlo, tendría que atravesar capas de llamas.

Lu Xuan vio cómo se propagaba el fuego y cómo se liberaba la ira de su corazón. Jiang Zhi, mientras te duela el corazón, ¡me sentiré mejor!

Miró el fuego que se hacía cada vez más grande. Se dio la vuelta y gritó: "¡Está en llamas! ¡Alguien apagó el fuego!

Jiang Zhi escuchó la voz y fue el primero en correr. Vio que los accesorios estaban en llamas y su corazón se hundió cuando vio el fuego frente a ella.

Las llamas se reflejaron en los ojos de Jiang Zhi. Lo primero que le vino a la mente fue el collar que Lu Mian le había dado. Ella había prometido que traería el collar de vuelta en una sola pieza.

Miró a Lu Xuan, que todavía tenía una mirada de suficiencia en su rostro, y la agarró del cuello. Su mirada era tan fría que parecía haber sido envenenada. "¿Tu hiciste esto? ¿Dónde está mi collar?"

Lu Xuan señaló el fuego y dijo con orgullo: "Está dentro. Jiang Zhi, ¿es más importante tu vida o el collar?"

¡Quería que Jiang Zhi viera que su collar favorito se convertía en cenizas frente a sus ojos! ¡Quería que su dolor le fuera devuelto mil veces!

"¡Lu Xuan, solo espera!" Jiang Zhi empujó a Lu Xuan y se precipitó al fuego sin dudarlo. Tenía que recuperar el collar.

Lu Xuan se sorprendió. Observó la figura de Jiang Zhi desaparecer en el fuego y no reaccionó por un momento.

Jiang Zhi entró corriendo. Como estaba demasiado ansiosa, cargó a través del humo sofocante. Jiang Zhi miró a su alrededor y no notó que el fuego crecía en proporciones aterradoras.

Jiang Zhi se cubrió la nariz y caminó a través de ella. Sus pulmones se sentían como si estuvieran en llamas. Las cenizas de la madera ardiendo en el aire flotaron en el aire. Se sentía como si estuviera en una gran jaula. Ella no quería salir todavía. ¡Tenía que encontrarlo!

Finalmente, en la posición más interior, alcanzó el collar de diamantes que aún brillaba en la caja. El sonido de algo cayendo a su alrededor resonaba en sus oídos.

Jiang Zhi sostuvo el collar en su mano y sonrió. Justo cuando giraba la cabeza, un gran trozo de madera ardiendo cayó frente a ella. Jiang Zhi estaba tan asustado que dio un paso atrás por un momento. Solo entonces se dio cuenta de que su camino de retirada había sido bloqueado.

Jiang Zhi todavía sostenía el collar en su mano. Se cubrió la boca y la nariz con la manga. Mirando el fuego creciente, su corazón de repente se hundió...