𝐃 𝐃 𝐑

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Ｃａｐíｔｕｌｏ １１０

¿ɴᴏ ᴀᴍᴀꜱ ᴀ ꜱᴜ ᴍᴀᴊᴇꜱᴛᴀᴅ?

[Historia paralela: el segundo episodio]

"Finalmente me he convertido en la emperatriz". En una habitación donde la habían dejado sola, Rosemond murmuró estas palabras, llena de alegría, como si caminara sobre una nube. "¡Finalmente, finalmente!"

"Su Majestad, por favor tómelo con calma. Su Majestad el Emperador llegará pronto, si no me equivoco.

Mientras Glara brindaba sus palabras de advertencia con una voz más tierna que de costumbre, Rosemond asintió con una expresión llena de alegría: "Correcto. Eso es verdad."

Aunque últimamente solo había tenido pocas visitas, esta noche era la primera noche que le daría la bienvenida después de convertirse en Emperatriz, por lo que era obvio que él vendría a visitarla.

Rosemond jugueteó con sus dedos, su expresión mostraba cuánto latía su corazón. Tenía el rostro de una niña que se había enamorado por primera vez y murmuraba como un niño que era tan puro que no sabía nada sobre el mundo.

"Ahora todo lo que tengo que hacer es dar a luz al Príncipe Heredero".

"Oh querida, Su Majestad", Glara consoló con calma a Rosemond mientras decía: "Puede tomarse su tiempo e ir despacio. No hay nadie en este Imperio Marvinus que pueda detener a Su Majestad. Su Majestad es la Emperatriz de esta nación, y el futuro niño que dará a luz pronto se convertirá en el futuro Sol del Imperio Marvinus. ¿Por qué está tan preocupado, Su Majestad?

"No estoy preocupada, Glara. Simplemente no creo en Su Majestad". Rosemond levantó una fría sonrisa mientras murmuraba: "No confío en él. Es una tontería confiar en un hombre".

Habiendo dicho eso, agregó las siguientes palabras con una actitud aún más fría: "Especialmente si esa persona es el monarca, entonces aún más".

"Pero... ¿no amas a Su Majestad, Su Majestad?"

"¿Amar?" Ella resopló de la risa. "Eso es correcto, Glara. Estoy enamorada de ese hombre. Mi Majestad el Emperador, quien ahora se ha convertido oficialmente en mi esposo. Y el hombre que algún día se convertirá en el padre de mi hijo".

"..."

"Pero Glara, amo aún más las cosas que me puede dar. ¡Estatus, riqueza y el poder que puede traerme! Cosas como esa.

"Sí, Su Majestad..." Glara no sabía cómo reaccionar ante lo que acababa de escuchar, así que siguió prestando atención a Rosemond. Ella realmente sintió pena por el Emperador. -Al menos, a Su Majestad parece gustarle mucho la Emperatriz...- Glara estaba pensando, pero pronto volvió a la realidad llena de sorpresa cuando escuchó la voz de una criada fuera de la habitación.

"¡Su Majestad la Emperatriz, Su Majestad el Emperador ha llegado!"

"¡Oh mi!" Rosemond fingió una expresión de asombro y soltó un lindo chillido: "Date prisa y escolta a Su Majestad adentro. ¿Después de todo, no se puede dejar a una persona tan preciosa esperando afuera?"

"Si su Majestad."

Pronto la puerta se abrió y Lucio entró en la habitación, y Glara se dio cuenta mientras se escabullía discretamente de la habitación.

Rosemond estaba tan feliz de ver a Lucio en sus aposentos después de tanto tiempo que lo abrazó con los brazos abiertos.

"Su Majestad", Rosemond llamó a Lucio con una voz coqueta, acariciando su pecho con la punta de los dedos, "lo extrañé, Su Majestad".