I can see the storm © j.b.

Capitulo VII

Estoy en el hospital por intoxicación de drogas, el sizzrup me había afectado demasiado a mi organismo al no estar acostumbrada a ese tipo de cosas, ni siquiera tomaba alcohol, bueno, a veces.

Adrien había llegado bastante enojado, pero cuando le conté el suceso real, se relajó; aún así el enojo se volvió contra Justin.

"Ojalá hoy sea un día normal", dije para mí misma.

Pero como siempre, mis plegarias no son escuchadas por el de arriba; pero a la vez sentí una emoción cuando salí del hospital. Allí se encontraban algunos paparazzis, quizá esté loca o no lo sé pero esto me parecía un paso más.

"Hey, Amanda ¿Justin te ha embarazado?"

"¿Haz caído en las drogas recién comenzando tu carrera o desde antes?"

"¿Le quieres robar fama a Justin para poder avanzar en tu carrera?"

Pensé que preguntarían más por mí que por el ojimiel.

Subimos al automóvil de Adrien y conseguimos llegar tranquilamente hasta la casa; pero allí también había una sorpresa; un chico de no más de veinte cinco años estaba detrás de un arbusto con una cámara tamaño promedio, seguramente pensó que nadie lo vería pero la discreción al parecer no es lo suyo.

—Ven —le indiqué con mi mano—. ¿Qué quieres?

—Eh... Eh... —tartamudeó y reí, mis hábitos de buena persona se fueron. — ¿Tomarte algunas fotos y subirlas a internet?

— ¿Es una afirmación o una pregunta? Porque al parecer yo no sé la respuesta—mi sarcasmo se notaba a kilómetros—. Mira, se que eres joven aún, tienes tiempo para una carrera ¿sabes? Es una mierda buscar un trabajo como este luego de haber estudiado años para becas y otras cosas, no para destruir la privacidad de los otros.

—No todos tenemos la suerte que tu corres, pareciera que siempre has sido una niña mimada —me miró con rabia y lástima.

Sabía que era nuevo en esto y aunque fuera mayor a mi edad yo pensaba comportarme de una mejor manera ignorándolo. Se por algunos reportajes de la TV lo que sucede con aquellos acosadores, todos buscan sacarte de casillas intentando que explotes para poder dar algo con que le paguen. Joder, no puedo creer que por un minuto me sentí emocionada por algo como aquello.

(***)

—Hola, Amy —me saludó una tierna Madie. — ¿Me ayudas con la letra de una canción? Creo que escribirlas no es lo mío.

—Oh, no es que yo sea una profesional, pero está bien.

Me acerqué y revisé todas las notas que estaban en el pequeño escritorio, eran muchas que posiblemente no se podían contar con los dedos. Comencé buscando una idea principal para su canción, que aunque ya lo tuviera listo, no se entendía muy bien.

Borrón tras borrón anotábamos todo lo que rimara, que tuviera sentido, entre otras cosas.

Cuando por fin terminamos la letra, ella tomó un mini piano portable —yo ni idea de esas cosas, mi único atributo aquí es el canto—, la observé como trabajaba intentando aprender más. Un sonido algo ensordecedor al cerrar la puerta se escuchó, alguien había entrado y no me hubiese gustado ver quién era; Justin tenía la cara roja y estaba enojado, se le notaba demasiado.

— No te vas a acercar a mí a menos que sea para el trabajo que ya tenemos un contrato que nunca me hubiese gustado firmar —me apuntó—. Y para la próxima no me culpes por todo lo que sucede que yo solo estaba intentando ser amable.

La música había cesado. Todas las miradas se dirigieron a mi esperando a que respondiera a aquello pero no tenía nada, ni siquiera sabía de lo que realmente estaba hablando. Sus ojos estaban fijos en mi y cuando subí la cabeza el los despego al instante para salir con su ira.

—Permiso —me levanté para aclarar todo, no me gusta esperar y menos me gusta que me regañen en frente de tanta gente y no tener idea del por qué.

Di varias vueltas por el lugar pero me era imposible encontrarlo, pase por varias cabinas y nada, ni idea de donde se había ido; simplemente lo dejé pasar, ahora quería sentarme, no hacer nada, incluso dormir. En vez de eso, pasó lo que no quería. Los pensamientos y recuerdos de las cosas que en este poco tiempo me han sucedidos eran imágenes claras. Estaba algo decepcionada de mi misma y esto recién comienza.

"Soy un desastre, no sirvo para esto", pensé.

Tomé por impulso mi móvil, busqué el número de Adrien y abrí iMessage.

"Por favor no me odies, se que dije que lucharía por esto pero no sé si soy capaz de superar lo que es predecible en este mundo; soy un desastre. Quiero que me perdones, pero al no poder creer en mi misma no sé que voy a lograr, quiero volver a mi casa con mamá y que ella me reproche por las cosas malas que he hecho, quiero que me prohiba ir a fiestas, me prohiba algunos privilegios que he obtenido gracias a ti... Quiero terminar con esto", escribí e intente mentalizarme con cosas positivas, sobre luchar, superar las piedras del camino, dejar que caiga la lluvia y esperar el sol.

(***)

Es de noche y no tengo a nadie para que me lleve hasta la casa de Adrien, no quiero molestarlo a él y creo ser la única persona aquí adentro aparte de los guardias.

Voy a dar una vuelta afuera ya que he estado encerrada todo el día después de ir al hospital, necesito relajarme pero no sé si estar sola es una forma correcta de hacerlo. Tal vez deba llamar a alguien o tal vez no, puede ser algo molesto que te despierten casi a media noche.

Me adentré nuevamente al lugar y me acomodé en la sala de estar con él no muy cómodo sofá, prendí la televisión haciendo zapping, nada interesante.

Poco a poco el peso de mis ojos se iba notando, un bostezo algo deforme se abrió junto a mi boca, después de todo, el sofá era un cómodo lugar al momento de tener sueño.

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Creo que me estoy pasando un poquito con las cosas malas jaja... Pero ustedes esperen que ya pronto viene lo bueno <3

Comenten su opinión, también si tengo errores y voten!!!

He también quiero disculparme por no haber actualizado casi, ya, una semana.

LOS AMO ASÍ MUCHO