Capitulo LX

1K 65 2
                                    

—Justin, no puedo irme de Inglaterra sin llevar recuerdos conmigo —digo tirando de su brazo.

—Tomaste cien mil fotos —me hace un puchero y rueda los ojos.

—Pero no llevo nada para mí madre.

La verdad, lo único que quería era salir de compras. Mucho tiempo sin hacerlo, además, la ropa es diferente a la de América.

Convenzo a mi novio y salimos de la mano del hotel.

Sobre la primera noche aquí; las personas que nos fotografiaron decidieron apiadarse de nosotros sacando dinero de nuestros bolsillos. Fue un drama corto pero los rumores, de igual manera, se esparcieron vía internet. Nadie confirmó nada, ni todos reían sobre nuestra locura pública.

Subimos a la van y Justin no dejaba de trazar sus dedos en mi cabello. Estos dos últimos días, han sido relaja res. Hoy es nuestro show final aquí, luego iremos a Francia; Cannes en primer lugar y terminamos con París. Una ciudad que me pone los pelos de punta. El amor nace, renace y se mantiene ahí. Quiero prepara una cena romántica con Justin por nuestro sexto mes juntos. Qué rápido pasa el tiempo ¿no? Aunque hayamos terminado, eso solo duró un par de horas, seguíamos en nuestra relación para mí.

Sonrío al pensar las cosas que han pasado junto a él. El simple hecho de aguantar besarnos en frente a la gente, o agarrar nuestras manos en los paseos que damos.

Aprecio mucho su esfuerzo para estar conmigo. Lo amo por eso y por muchas otras razones.

Entramos a un pequeño centro comercial de recuerdos y ropas típicas del país. La gente se percató de nuestra presencia pero decidieron respetar nuestro espacio. De vez en cuando se acercaban, a lo cual sonreíamos y cedíamos a tomarnos fotos.

Era obvio que en las redes sociales se iban a enterar donde estábamos. En ese instante, cuando llegaron demasiadas personas, nos percatamos que era hora de marcharnos. Volver al aburrido hotel. Hacer mi rutina de gimnasia, mis ejercicios vocales y al concierto. Termina este y directo al aeropuerto. No pudimos traer los buses a Europa, solo los que traían el equipamiento del escenario así que viajaremos en avioneta o avión.

Ya en el vehículo, miré a Justin. Aprecié los pequeños granos de su cara que hacían verlo más adolescente; el adolescente que no se veía en las fotos. Sus pestañas largas y encrespadas, sus ojos mieles que hipnotizan a cualquier chica. Sus ojeras, que a pesar de tanto tiempo, siguen debajo de sus ojos con un toque de felicidad. La felicidad que no tenía cuando lo conocí. Toco su cabello y me sonríe, sabe lo que quiero; un beso. Me lo sede mientas me siento a horcajadas en sus piernas. Agarra mi cintura cuando gruñe y lo miro.

—Me encanta ver que cada vez eres más feliz, que con el tiempo lo dejas y te enfocas en otras cosas, como tu música. Que solo te emborrachas cuando hay alguien que se pueda hacer cargo de la situación; no estoy diciendo que esté bien pero te estás midiendo con tus actos y me encanta poder estar presente en tus cambios positivos. Falta trabajo, pero las cosas no se logran de un día para otro —lo beso nuevamente.

—Lo hago por ti, estoy saliendo de toda esta mierda por ti. Porque eres mi pilar a la tierra ahora, espero que para siempre porque me has vuelto loco en tan poco tiempo. Es esa locura buena, que te hace querer ser bueno para uno mismo —me responde, mi sonrisa se ensancha sin dejar de mirarlo—. Quiero ser lo suficientemente bueno para ti y para mí. Porque mi pozo se está acabando.

—Te amo —es lo único que logró articular, el nudo en mi garganta es por la emoción, lo orgullosa que estoy de él y las confesiones que me ha hecho. No solo ahora, sino, este último tiempo.

Él está saliendo de toda esta mierda por mi. Creía que no era suficiente para mí por lo que hacía, sin embargo, lo hubiese amado sea como sea. Con sus vicios para olvidar o sin ellos; con su manía de acostarse con chicas cada día de la semana, y sonará masoquista pero le perdonaría porque me enamoré de él antes de, una cosa que pasó en dos o tres días. El amor que le tengo es sin límites, y si hay uno, es aquí a que muera.

Siempre he dicho que los engaños son imperdonables, pero mi duro está con él. Es el único futuro que veo. Teniendo un niño y una niña que nos vean desde la primera fila mientras hacemos nuestro dueto en alguno de nuestros conciertos queriendo que les enseñemos a cantar o tocar algún instrumento. Ya no puedo imaginar otra cosa que él en cada lugar, lo pienso todo el día así como lo veo cada día. Es mi todo y puede que sea peligroso ser tan dependiente de él, pero no importa. Él merece ser feliz, yo puedo darle la felicidad que quiere si me lo sigue permitiendo.

—También te amo —reímos por los largos minutos que se demoró en contestar debido a la sesión de besos que tuvimos.

—Quiero una vida contigo —suelto sin miedo.

Una de las cosas que he aprendido en este mundo ha sido esa, dejar de tener miedo a mis palabras. Expresarme tanto en mi música como en cualquier lugar. Ya dije, no puedo limitarme solo porque la gente pensará tal cosa de mi, aparte de querer esto, también quiero mi vida normal. Donde doy mi opinión, donde tengo sentimientos y los dejo fuera tanto por dentro.

—Solo deja que las cosas pasen, porque yo no quiero separarme más de ti al igual que creo en el destino. Él verá que nos tiene preparado —me dice, a lo que quedo desconcertada ¿será que me quiera por poco o por mucho? Es un indicio de terminar ¿o estoy exagerando? —. Para de pensar estupideces y enfócate en mi, mi amor. Somos tú y yo contra el mundo por bastantes segundos, minutos, horas, meses o años.

*****

Les debo como mil capítulos 😪😪 pero el colegio está horrible con los exámenes. Esta semana tengo solo uno, espero que el tiempo me de para escribirles dos o tres capítulos.

Una invitación: pásense por "China Palace" y "The Heiress" que es la colaboración con JarryForeverLoco

LOS AMO.

XOXO

I can see the storm © j.b.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora