¡Ya llevo todo un año con vosotros en Wattpad!
Lo cumplo a la vez con mi obra principal: Obi: El Viaje del Fuego.
Antología dedicada a mi primer aniversario que contiene relatos de temas variados ambientadas en cada estación del año.
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Durante décadas en una región alejada de un pueblo se asentaba una mansión antigua y enigmática conocida como "La Casa Encerrada".
Nadie se atrevía a pisar su suelo, ni siquiera los encargados del Ayuntamiento de Nevalcarga se aventuraban por ahí, el mantenimiento se ha ido descuidando hasta que la mansión se encontró sumida en un mar de polvo infinito.
Durante años, se ha rumoreado que dentro de sus paredes ocurren sucesos extraños y misteriosos.
Un día como cualquiera, un adolescente llamado Alex, quiso aventurarse en aquella mansión (el muy atrevido y valiente quiso ver cómo era la mansión, aunque no parecía una buena idea).
También lo acompañó Elena, su hermana pequeña por un año de diferencia y sobresaliente en Geografía e Historia, le interesaba todos los aspectos referidos a su asignatura favorita.
» Por cierto, chilló como una loca cuando vio unos jeroglíficos en un museo, y (evidentemente) los encargados la echaron.
Por consiguiente, Lucas, el mejor amigo de Alex vino, aunque fue a regañadientes, porque no le gustaba vagar por asuntos que no le correspondían, y era un genio de la tecnología.
—¿Por qué tenemos que ir por una mansión encantada? —preguntó Lucas muerto de miedo—. ¡Estás loco, Alex!
—Vamos, vamos —le apremió Elena—, puede ser una experiencia interesante que no olvidaremos jamás y además lo dijimos antes.
Alex no habló en todo el viaje de emprendimiento que comenzó desde su casa al terminar los deberes:
"Lucas, hay una cosa que me interesa hacer desde hace mucho y quiero que me acompañes —dijo Alex en su habitación—. Se trata de que vayamos a ' La Casa Encerrada '".
"Pero, Alex, esa mansión lleva abandonada hace décadas —contestó Lucas—, además, no creo que sea buena idea vagar por esos sitios, estará destartalado y nos podría caer un tablón de madera encima o que una parte del suelo de madera se rompa... ".
"Venga, Lucas, no seas un miedica —le interrumpió Alex—, hay que aprovecharlo al máximo el potencial que tenemos como humanos de nuestra inteligencia y demás".
"Queno quiero ir, Alex".
Elena irrumpió en la habitación.
"¡No puedes desaprovechar esta oportunidad, Lucas! La vida es solo una vez, y no iremos al cielo hasta que guardemos un recuerdo digno como ' La Casa Encerrada ' ".
"Ay, vale —aceptó Lucas—, pero no seáis tan pesados...".
Y así es como Lucas aceptó ir a ese viaje que le parecía una locura.
Ellos usaron la entrada secreta que estaba por debajo del gran árbol que cubría por encima la Casa Encerrada.
—Me pregunto porqué lo llamarán así —dijo Lucas—, "La Casa Encerrada". ¿Tendrán algo encerrado?
—Puede que sea una hipótesis muy probable —respondió Elena—, aunque debe de ser realmente malo para que nadie vaya a visitarlo como si fuera un museo.
—Pero, si es lo que os he estado diciendo —replicó Lucas—, no deberíamos de meternos en asuntos donde no nos incumbe.
—Shhh, Lucas, no hables muy alto, recuerda que estamos en unas ruinas donde nadie lo ha pisado durante décadas y podría derrumbarse en cualquier momento... —le calló Alex.
Lucas, enfadado, no dijo nada más.
Entraron en una sala con paredes agrietadas con color moho (debido a la humedad y el paso del tiempo); algunas tablas de madera que estaban en las paredes y en el suelo crujían por el viento que se desarrollaba continuamente en otra habitación contigua a la que se encontraban presentes nuestros protagonistas.
—"Lo peor es que no tenemos nada para guiarnos de vuelta..." —pensó Lucas.
Anduvieron con mucho cuidado y sigilo para que evitaran todo lo posible romper los tablones de madera que o bien, se romperían enseguida o saldría algo imprevisto a atacarles una vez que se rompieran la madera.
Por suerte, esto no pasó; siguieron andando con cuidado con ninguna intención de causar males.
Alex iba delante, con Elena en el centro y por último estaba Lucas que cerraba el grupo, que por cierto lucía muy desilusionado y miedoso por el proyecto que estaban llevando a cabo.
Alex se asomó por el marco de la ventana y le dio una bofetada de aire en la cara (ni fría ni caliente), él lo ignoró y siguió andando con el resto del grupo detrás.
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Los tres vieron de repente una luz azul en otra habitación que tenía la puerta abierta.
Entraron silenciosamente...
En aquella habitación había muchos espejos de altura humana y provenía de cada unade ellas una luz azul enigmática que no dejaba de emitirse.
Hasta que entró todo el grupo y la puerta se cerró atrás dando un gran portazo que tembló la habitación.
—¡NO! —se asustaron.
Trataron de abrirlo una y otra vez, de izquierda a derecha, arriba y abajo.
Intentaron romperlo, pero lo único que hicieron es hacerse daño.
En otras palabras: estaban ENCERRADOS en la Casa Encerrada.
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