Kael
<Estoy harto de esta gente, son insoportables.>
–Kael, amigo ven a ver a esta preciosa muñeca.–Dijo Paul <El y su hermano son inseparables, unos despiadados sicarios, llevados por la codicia. A sus espaldas tienen miles de muertes...les detesto.
–Venga ven no seas tonto, se la puede sacar mucho partido.–Su hermano Tobias habló. Estaban baboseando encima de una jaula de presa mayor, en ella estaba apresada una preciosa chica de tez oscura, largas pestañas y ojos cristalinos por las lagrimas.
–Sacarme de la jaula, que os vais a enterar.– espeto con furia la chica.
Tobias la agarro del pelo y ella endureció sus facciones por el dolor.
–Cierra esa boca perra.–Espeto Tobias .A mi se me puso un nudo en el estomago.
Me acerque rápido y le embestí con todas mis fuerzas, el es mucho mas voluminoso que yo por lo que solo lo arrastre un palmo empeorando el tirón de pelo. por suerte la soltó. Se enfoco en mi presencia. Me agarro de la camiseta levantando mi cuerpo del suelo. Aunque estoy fuerte comparado con el soy peso pluma.
–Esta te la paso por ser el novato.– Acerco su fea cara a la mía. Le apestaba el aliento a sardinas en lata.– Pero, la próxima vez no lo cuentas.– Me lanzo al suelo y me aparto con su gigantesca mano.
–Vamos Paul, que el novato tiene sentimientos por la presa.– Se relamió los labios de un lado a otro mirando a la chica y se fueron riéndose a carcajadas.
Estire el cuello de mi camiseta, estaba arrugado.< Menudos cazurros>. La chica comenzó a llorar...
–Tranquila, según Serna esto forma parte de un simple intercambio.
–¿Alguien te ha dicho que puedas hablarme?– Estaba furiosa.
–Solo trato de ayudar.
–Pues me puedes ayudar sacándome de aquí. – Se agarro a los barrotes y tiro de ellos.
–No puedo hacer eso... pero hasta el intercambio te recomiendo estar tranquila. Aquí los hermanos son el menor de tus problemas. De quien te tienes que preocupar es de Raid y Serna, ellos no tienes escrúpulos. En apenas tres meses que llevo en este grupo, ya los he visto arrasar con familias enteras por simples migajas.
–¿Y tu que has hecho para estar con semejante gentuza?.
–Les necesito para cumplir con mi objetivo.
–¿Tu objetivo?– Se echo a reir y se seco las lagrimas.
–Necesito infiltrarme en el Clan.
–¿Quien en su sano juicio querría entrar ahí por voluntad propia?.
–Alguien que necesita cerrar un ciclo en el que lleva atrapado demasiados años.
Se quedo callada unos segundos, me miraba con curiosidad.
–Ya veo, supongo que alguien del Clan te ha hecho mucho daño.
–Así es...pero, prefiero no hablar de eso.
–¡Venga! Suéltalo, aquí atrapada no se lo puedo contar a nadie.
–Bueno... esta bien. Yo vivía en un pequeño pueblo en el que todos trabajamos para todos, vivíamos en armonía unos con otros...pero un día nos llego una visita inesperada, ella comunico al pueblo que venia en son de paz. Que quería ayudarnos proporcionándonos seguridad y comodidades. Obvió mi pueblo rechazo la oferta, vivimos así porque así lo queremos. Ella se marcho junto a su grupo aquel día... pero al caer la noche, el pueblo se alerto por un incendio que provenía pequeño albergue de niños, muchas familias no podían hacerse cargo de ellos y nosotros los acogíamos. Los mato a todos. Sus súbditos se infiltraron en el pueblo y comenzó el terror, lanzaban artilugios del Clan Azurea a todo aquel que huía. Yo me salve porque mi madre de acogida me resguardo en un hueco debajo del suelo de nuestra casa.
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Renegados de la luz
FantasyOprimido por su clan, Arid huye por su vida. Pero la libertad puede estar más lejos de lo que cree...un inesperado amor cambiara sus planes.