Capitulo 4

37 6 6
                                    

Gritos y sirenas envolvían el ambiente, la gente reflejaba conmoción en sus miradas. Tanto Kira como yo nos quedamos paralizados sin saber que hacer ni decir. Los Argent habían raptado a Ava.

–Kira, tenemos que irnos. Si nos quedamos aquí la policía mundana acabara dando con los hechos y nosotros estamos involucrados.

Kira no me respondió. Su mirada se quedo fijada en el horizonte, en el punto en el que habían sucedido los hechos.

–¡KIRA!– Grite sacudiendo sus hombros, su cabeza se movía hacia adelante y hacia atrás pero sin mayor expresión, se quedo en estado de shock.

Agarre su mano y salí corriendo tirando de ella, no sin antes coger las cosas de Ava que seguían en el suelo, a mis pies. Esquivar a tanta gente tirando de Kira en estado catatónico no fue nada fácil. Tras salir del bullicio de gente, senté a Kira en uno de los bancos del centro comercial. Ella me miro con cara de tristeza...

–¡Vamos a rescatarla! Eso tenlo por seguro, aquí no vamos a dejar a nadie atrás..– Le dije apoyando mi mano en su hombro a modo de consuelo.

Ella rompió a llorar, las lagrimas bajaban rápidas por su rostro

Me acerqué a Kira, preocupado por su estado emocional. Le acaricié suavemente el brazo, tratando de consolarla.

–Kira, ¿estás bien?–le pregunté con voz suave. Sus sollozos llenaron el aire mientras intentaba hablar entre lágrimas.

–Ava... Ava...la han..– murmuró Kira, sin poder terminar la frase.

Con delicadeza, limpié sus lágrimas con el dorso de mi mano y le dije:

–Kira, podemos con esto, buscaremos la forma de dar con ella .

Estuvimos un rato sentados, pero sabíamos lo que teníamos que hacer en situaciones alarmantes como esta. La vieja Ruth nos ayudaría en esto, pero es conocida por sus altos precios...

Mientras caminábamos hacia la salida  contraria del centro comercial, Kira me apretó la mano con fuerza. A pesar de la tristeza y el temor que nos embargaban, nos unía una determinación inquebrantable.

Pensar en la vieja Ruth, me hizo sentir un escalofrío, llegando a erizarme el cuerpo entero. Miles de historias son las que cuentan en el clan sobre ella...Hablan las lenguas que la vieja Ruth vive en el punto mas alto de la isla en la que vivimos "Azurea", que es capaz de meterse en tu cabeza y sacar a relucir tu peor temor, haciendo uso de el hasta que tu cuerpo no lo resiste mas y tu alma acab abandonado tu cuerpo dejándolo vacío , el cual puede usar en su voluntad estando bajo su conjuro y mandato. Cuando ya no le sirve usa su sangre para hacerse joven con ella.

Decidimos coger el autobús de nuevo pero nuestro destino estaba en el punto mas alejado de la ciudad, tras los suburbios de esta. Al llegar al destino, delante de nosotros solo teníamos un campo que parecía infinito.

– A partir de aquí tenemos que andar cinco kilómetros hasta llegar a la base de la montaña.–Saca la linterna.

–Oye Arid..

–si, dime– le dije mientras miraba las estrellas, estaba precioso el cielo.

–No se ve nada, ¿No será mejor que esperemos a que amanezca?

– No será...que tienes...–Me coloque detrás de ella y encendí mi linterna apuntando a mi cara desde abajo. La roce el hombro y grite–¡MIEDO!

Pegó un grito ensordecedor y cayo al suelo del susto. yo me contraje del dolor por reír tanto. La preste la mano a modo de ayuda y Kira la aparto bruscamente. Se levanto y sacudió su ropa.

Renegados de la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora