Arid
Tras la intervención de Ruth en nuestras cabezas, accedió a ayudarnos. Facilito mucho las cosas que mi madre y ella fueran amigas. Me hizo recordarla de nuevo, su rostro, su pelo... tanto tiempo deja estragos en la cabeza y aunque no lo quieras los recuerdos que un día son presentes y nítidos pasan a ser interpretaciones hechas por tu cerebro...se va difuminado la cara, luego la voz y te acabas quedando con recuerdos difusos de esas personas. Como si fueran sueños.
Ruth parecía apenada durante el proceso de descender la montaña , como si se sintiese culpable por dejar el sitio en el que llevaba años encerrada.
–Ruth, ¿Estas bien?– me puse a su altura y pose mi mano en su hombro, me miró cabizbaja.– Me parece verte triste.
–Gracias por preocuparte, Arid. –Esbozo media sonrisa arrugando las pieles de sus ojos.– Han sido muchas emociones en poco tiempo, eso es todo.
–¿Hacía cuanto no sabias nada de tu hermana?– Saco el colgante de un bolsillo de su bolso de terciopelo morado, a juego con su vestido. Lo observó y me lo entrego como si la quemase en las manos. Se sentía frío y pesado para las dimensiones de esté.
–La ultima vez que la vi estaba embarazada. Se inseminó a si misma con esperma de demonio para dar a luz a la bruja mas poderosa de los últimos tiempos... pero sus planes no salieron como quería. La hija que dio a luz no demostró nunca habilidades excepcionales. La hicieron pruebas, el tipo de sangre que posee es incompatible con la demoniaca. Otorgo la vida a una simple bruja, eso la llevo a deshacerse de ella dejándola abandonada fuera del Clan. Como ves ese es su modus operandi.
–¡Esa señora está loca!– Grito Kira lanzando una rama de árbol con la que estaba jugando.
–Los antiguos te eligieron como Suma Sacerdotisa. ¿Ellos no saben nada de todo esto?– dije
–Puede que lo sepan, pero en ese caso estarían yendo en contra de sus propias creencias. Las Sumas Sacerdotisas y los Sumos Sacerdotes son elegidos por el Oráculo de Aslak. El con su don es capaz de manejar los hilos cósmicos como si de un arpa se tratara y ver todo su recorrido tanto pasado como presente y futuro en sus hilos.
–¡Tú mereces el cargo no ella!
–Así es pero no hay nada que podamos hacer al respecto.
–¡Mi madre nunca se rindió! Estoy seguro de que ella querría que lucharas por tu puesto como Suma Sacerdotisa.–Se humedecieron mis ojos de la impotencia.
–Arid... se trata de mi hermana, no es tan sencillo.
–¡La derrocamos y liberamos al Clan de sus garras!
–¿Y crees que nosotros tres, y bueno, vuestra amiga si es que sigue con vida, vamos a poder hacer algo contra ella y su séquito?
–Buscaremos más gente, aprenderemos y mejoraremos. Podremos con ella. Y sino al menos hay que intentarlo.
-Podemos intentarlo, pero yo que tu no me entusiasmaría tanto. No va a ser nada fácil y vosotros estáis muy verdes. Yo podría enseñaros algo de magia. No prometo ser buena instructora.
–¡Esa es la actitud!– Kira puso sus pulgares hacia arriba a modo de felicitación. La empuje suavemente con la mano, riendo.
–Quiero que ahora cuando lleguemos al rio estéis muy atentos de como hacer el hechizo rastreador.
–Claro.
Le di un codazo a Kira, estaba ensimismada con las vistas del bosque que se expandía bajo nuestros pies a orillas de la base de la montaña.
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Renegados de la luz
FantasyOprimido por su clan, Arid huye por su vida. Pero la libertad puede estar más lejos de lo que cree...un inesperado amor cambiara sus planes.