-El menor abrió sus ojos sorprendido ¿Qué le quería decir con eso? ¿Acaso Demian estaba enamorado de él? Se alejó del ajeno frunciendo el ceño y lo miró fijamente- deja de jugar, y concentrate en lo importante, que ahora es que me enseñes matemáticas.-los ojos del mayor ardían en furia y sin importarle el lugar en donde estaban, una heladería, lo toma del cuello con fuerza- escuchame tú a mí mocoso estúpido, tú no vas a darme órdenes y si quiero usarte como un trapo lo haré, no eres nadie para impedirme algo.
Su-sueltame....-susurra Jimin con miedo y con lágrimas en sus ojos- eres un monstruo...
-Demian lo suelta del cuello pero vuelve a unir sus labios en un beso salvaje que el menor no puede seguir, ya que nunca había dado un beso, al darse cuenta el mayor y se separa y acerca su boca al oído- eres tan inocente bebé- se aleja y observa al menor que estaba sonrojado y temblando, algo en su interior lo hizo sentirse mal, ése niño era tan puro que le hacía sentir extraño ¿por qué no jugaba con él como lo hacía con los demás? Lleva una mano a su cabello y lo desordena lentamente- ya tranquilo, mejor come tu helado ¿si? -le intenta sonreír y le acerca una cuchara con helado al menor-
-el pequeño se levanta de la silla de donde estaba sentado- come helado solo, yo me voy a mi casa-dice algo enojado y sale de la heladería sin importarle lo que piense el contrario.-
*
Jimin estaba enojado cuando llegó a su casa, ese chico le había robado su primer beso y jamás lo podrá recuperar, se tiró en su cama cuando estaba solo en su habitación, comenzando a golpear una almohada con sus puños, realmente se sorprendió cuando sintió unas lágrimas recorrer sus mejillas, se sentía extraño. Una parte de él quería que Demian le prestara verdadera atención y que tuviese sentimientos reales por él, pero la otra parte, le gritaba que no había que confiar en él y que sólo lo usaría.
Se sentó en la cama intentando calmarse y secó sus lágrimas, miró por la ventana y se dio cuenta de que Demian estaba apunto de tocar el timbre, estaba sorprendido cuando escucho ese maldito sonido, sin entender aquella situación bajó la escalera, peldaño, por peldaño, sin ninguna prisa ya que su cabeza le daba vueltas, al estar frente la puerta la abrió con suavidad y contuvo el aliento al verlo en el umbral de la puerta con aquellos ojos oscuros tan duros y profundos, aunque le sorprendió ver un pequeño brillo que lo tenían hipnotizado durante unos segundos.
¿Q-qué haces aquí?-se atrevió a decir cuando por fin pudo desviar su mirada con mucho esfuerzo-
Si te soy sincero no sé que hago aquí-murmuró el más alto suavemente, aquella suavidad hizo que Jimin se estremeciera, ahora realmente estaba asustado ¿qué estaba pasando? - Jimin...yo...-el menor levantó la mirada y pudo ver como el contrario pasaba sus manos por su cara de manera nerviosa, quién por cierto no encontraba las palabras para expresarse, se sentía abrumado y el más pequeño le tenía nervioso ¿por qué se le estaba haciendo tan difícil hacerlo caer a sus pies? Cuando se dio cuenta de la mirada de Jimin, lo miró a los ojos y se dio cuenta de que había estado llorando, aquellos ojos grandes y cafes estaban rojos, y sin esfuerzo podía ver la angustia y el enojo en ellos. Suspiró y sin saber qué decir se acercó al menor para besarlo, logrando su objetivo, pero podía sentir que él estaba tieso, era como besar una estatua. Con algo de asco y molestia se alejó con el ceño fruncido- ni si quiera besas bien- fue lo primero que dijo y sin pensar, pero la reacción de parte del menor no se la esperaba-
¡¡Obvio que beso mal si me robaste mi primer beso!!-gritó Jimin enojado y cerró la puerta con un fuerte portazo, sin importarle la persona que estaba detrás del pedazo de madera con pitura.-
Comenzó a llorar nuevamente, mientras sus mocos salían por su nariz murmuraba suaves "idiota" entre cada sollozo, no se dio cuenta de la hora, pero se quedó dormido en el sillón.
Se despertó de golpe con todo el pelo desordenado, tallo suavemente sus ojitos y prendió la televisión para ver la hora, eran las cuatro de la madrugada, faltaban solo dos horas para levantarse e ir al colegio, decide seguir durmiendo, pero prefiere levantarse, ya le había pasado el mes pasado algo parecido con la hora y había despertado alrededor de las 3 de la tarde.
Con pereza se levanta y se dirige al baño, se saca el pijama, que no sabe como lo tenía puesto, si se había dormido con el uniforme, sin darle importancia, prende el agua y ya desnudo se mete a la ducha. Deja que su pequeño cuerpo se moje con el agua caliente, se sentía tranquilo, pero siente a alguien entrar al baño, pensó que era su madre, pero se asustó cuando vio a Demian entrar a la ducha con ropa. Se avergonzó ya que estaba desnudo y bajo la mirada tapándose lo más posible con sus brazos, pero una mano le subió la mirada y pudo observar el cuerpo desnudo de Demian, al ver sus ojos no pudo ver nada, eran como un agujero negro que absorbian todo.
El mayor empujó al menor a la pared de la ducha y comenzó a besarlo lentamente, mientras que una mano acariciaba lentamente y con demasiado cuidado su pequeño y frágil cuerpo. El beso que ambos chicos mantenían era suave, pero lentamente la intensidad subió, lo suficientemente lento, como para que Jimin siguiera el ritmo, se estremeció al sentir una lengua traviesa lamer sus labios, obligandolo así a abrir su boca y aceptar la sin hueso ajena en su cavidad bucal.
Mientras el beso continuaba, las caricias no pararon, sino que bajaron hasta aquella zona íntima, que el menor nunca en su vida había tocado, soltó un agudo gemido entre ambas bocas al sentir la gran mano en su erección. Aquella mano era experta, sabía como, en donde y de que manera tocar, el menor sentía que se derretia de placer, era la primera vez que alguien lo masturbaba, tenía tantas emociones juntas que después de unos minutos llegó al orgasmo en la mano de Demian, quien después de que el menor se corriera abrazó al pequeño y le susurró un suave "te amo" pero no tanto como para que Jimin no le escuchase, cuando iba a responder sintió que todo se movía.
Al abrir los ojos sobresaltado se dio cuenta de que estaba en el sillón, con el uniforme, eran 20 minutos para las 6 de la mañana y suspiró aliviado al levantarse se dio cuenta de que sus pantalones estaban mojados, metió su mano a sus boxers asustado y al sacarla vio el líquido blanco en su mano.
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Clarity
FanfictionJimin es un chico de 16 años, bastante normal y torpe. Nunca en su vida se había enamorado y tampoco le interesaba eso. Demián era un joven de 22 años resentido, frío, amaba jugar con las personas por diversión, sus "juguetes" los usaba hasta cansa...