𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 1 | 𝑩𝒊𝒆𝒏𝒗𝒆𝒏𝒊𝒅𝒂

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Luego de esperar un poco más de una hora me reencontré con papá, el vino a recogerme. Todos los veranos me quedaba junto a él un mes entero y durante el invierno tan solo un par de semanas, hasta que murió mamá, después de aquel suceso desagradable y tortuoso en el que la enfermedad le logro ganar y llevarse su ultimo aliento, papá se hacía un viaje por carretera cada vez que lo necesitara o solamente si tenía ganas de verlo y ya no hizo falta de viajar hacia el cada verano. Pero esta vez necesitaba cambiar de aires, pues todo me recuerda a ella. Comenzar de nuevo no estaría mal. Ir a la tierra en donde mis padres se enamoraron y probar suerte tal vez, o simplemente ser una adolescente normal y seguir cursando la preparatoria como cualquier alumno avanzado. Sin que nadie sepa de mí, ese también se escucha como un plan genial.

Me presento, soy Angelina Tadi Swan. Hija de Charlie Swan, el jefe de policía de Forks. Tengo 16 años, en un par de meses cumpliré los 17. Soy de estatura promedio, mido 1.62, tengo un hermoso cabello color avellana hasta por debajo de los omoplatos cortado es capaz desiguales. No me considero alguien de cuerpo perfecto, pero no me quejo. Tengo unos pequeños kilitos de más, pero soy feliz con mis pequeñas lonjas. Tengo ojos color miel y la piel extremadamente blanca como papá, pero cuento con unas cuantas pecas esparcidas en forma desigual que herede de mamá.

Charlie simplemente es un padre ejemplar. Siempre atento y cariñoso, no me puedo quejar, aunque tenga algún que otro problema para demostrarlo. Él siempre estuvo. Una vez hace un poco más de un año tuve un desafortunado encuentro con unos matones del colegio, algo abrupto e intenso en el que estoy segura nadie debería siquiera saber lo que se siente semejante experiencia, papá se encargo de seguirlos uno por uno y encerrarlos. Asegurándose que tengan su merecido en la cárcel y, así yo pudiera relajarme tan solo un poco y reconciliarme con un sueño decente por el bien de mi salud.

Una vez llegamos me desperté de la pequeña siesta que me causo la suave melodía que se trasmitía por la radio y la seguridad que emitía mi padre. Mientras bajaba del vehículo escuchaba la risa de mi progenitor. – Veo que sigues igual de dormilona que siempre, me alegra eso. - dijo entre pequeñas risas

-Pues lo que se hereda, no se roba. Dicen por ahí- Le conteste de forma juguetona en medio de mi estiramiento.

- Ven, sube. Tienes que ver tu cuarto, una vez termines baja a cenar. – Dice mientras carga mi equipaje hacia el interior de la casa.

Una vez adentro me dirijo hacia las escaleras con unos pequeños bolsos los cuales Charlie al no poder cargar, obviamente, los llevare yo. Estaba subiendo por estas cuando escucho su voz desde la cocina – Te deje un estante vacío en el baño –

Genial, gracias papá - Medio grite debido a que casi terminaba las escalinatas.


𑁍♡𑁍


Mi cuarto daba al patio trasero de la casa, por ende, tenía una vista espectacular del bosque, algo verdaderamente hermoso de apreciar a plena hora pico, el problema era por las noches. Uno nunca sabe cuándo puede salir un psicópata del bosque y menos colarse por tu ventana para observarte dormir o asesinar a toda tu familia. El tan solo pensarlo lo hace verdaderamente aterrador... de tan solo imaginar solo la primera opción me eriza la piel. Aterrador.

Las paredes de mi cuarto se encuentran pintadas de un desteñido rosa, casi se ven de un encantador tono nude a causa del descoloramiento parejo que dejo el tiempo, pues no se han vuelto a pintar desde que tenía 3 años. La cama es de dos plazas y media, lo suficiente grande como para que pueda desmayarme de la forma que más guste, sobre esta había un nuevo para de mantas y almohadas de un bello tono turquesa. Casi del mismo tono que el cielo cuando no está encapotado por estas nubes tan espesas que predominan en este tranquilo y pequeño poblado. El piso de madera, el techo en dos aguas y las ya desteñidas cortinas de encaje rosa. Todo seguía igual, las únicas diferencias son las pequeñas cosas nuevas que resaltaban con gran facilidad.

In The Midle | Oc x CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora