00. bienvenida a casa, hermanita.

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ADRIANA

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ADRIANA.

Me subí al coche y observé a Noah y mi madre pelear desde la parte de detrás. Desde que mamá volvió del crucero y nos contó que se había casado con un hombre, no hacían otra cosa que discutir, y eso aumento cuándo nos dijo que nos íbamos a mudar con él. Noah no se quería ir de Canadá, y yo justamente al contrario, lo estaba deseando, era una nueva oportunidad para empezar a vivir nuestra vida como nos merecíamos sin tanto sufrimiento de por medio. Además teniendo a mi madre entretenida con William, iba a tener mucho más fácil mis escapadas para irme de fiesta o para simplemente desconectar sin que ella se enterará.

Antes de que me intentaran incluir en su pelea, como ya habían echo en varias ocasiones, solo me quedaba la opción de dormir todo el camino hasta llegar a la mansión de los Leister, así que me puse mis cascos y cerré los ojos.

-Adri, despierta ya hemos llegado, cariño -me despertó mi madre emocionada y nerviosa.

Cuando miré por la ventanilla vi unas inmensas puertas de tres metros de altura y, como si nada, mi madre saco un aparatito de la guantera, le dio a un botón y estás empezaron a abrirse. Volvió a poner el coche en marcha y bajamos una cuesta bordeada por jardines y altos pinos que desprendían un olor agradable a verano y mar.

-La casa es increíble -admiré las vistas, empezaba a atardecer y realmente era un fondo digno de ver.

Noah resopló en respuesta, mostrándole a mi madre que no pensaba lo mismo.

Nos bajamos del coche y mi madre se acerco a su nuevo marido, William Leister, mientras que nosotras abrimos el maletero para coger nuestras cosas, pero un hombre en traje, el mayordomo de los Leister seguramente, nos paró antes de siquiera tocarlas.

-Yo las ayudo, señoritas -dijo. Me aparte y deje que las llevará él, al fin y al cabo era su trabajo ¿no? pero mi hermana rechisto hasta que entredientes aceptó.

-Se que no te cae bien, pero se amable, o inténtalo aunque sea, Noah -le susurré antes de acercarnos a la pareja, queriendo evitar más peleas entre mi madre y mi hermana.

-Me alegro muchos de veros, chicas- dijo amablemente William.

-Lo siento no puedo decir lo mismo- respondió Noah sonriendo irónicamente.

-Esta cansada del viaje y echa de menos a sus amigos -la justifiqué de inmediato-. Nosotras también nos alegramos de estar aquí.

-Espero que me aceptéis a mí y a mi hijo como parte de vuesta familia- dijo mirandome a mí y después se dirigió a Noah con una sonrisa-. En algún momento.

Después de esa pequeña conversación nos enseñaron la casa; el spa, el gimnasio, la biblioteca, la piscina... Era todo lo que habíamos soñado desde pequeñas y más.

-Esta es tu habitación, Adri -dijo mi madre abriendo la puerta de mi nueva habitación y no pude evitar abrir los ojos de par en par.

La habitación estaba decoradas en tonos azul grisáceo y blanco, y mirarás por donde la miraras era perfecta para mí. Había un tocador, una cama de matrimonio, un escritorio con un Mac y una estantería que tenía de todo; coches en miniatura, captus, libros, maquillaje y un sinfín de cosas que no podía ver a simple vista.

-Me ha ayudado un diseñador, pero la mayor parte de las cosas las he elegido yo.

Mire a mi madre y la abracé como hacía tiempo que no la abrazaba. Noté como sus músculos se relajaban poco a poco, para ella esto tampoco era fácil.

-Gracias mamá, me encanta -le dije sincera y vi como se contenía las ganas de llorar.

-Bueno, a las ocho salimos para ir a cenar, va a ser nuestra primera cena familiar así que arréglate.

Dicho eso se marchó a enseñarle su cuarto a Noah. Yo me quede admirando el atardecer desde el balcón y realmente todavía no me creía que esto fuera real y no un sueño, porque lo parecía.

Entre de nuevo a mi habitación y decidí bajar a la cocina a por algo de comer para Noah y para mí, pero al abrir la nevera no había nada que pudiéramos comer como snack antes de irnos a la cena.

-¿No hay nada para comer en está casa?

La nevera se cerró sola y detrás de la puerta estaba Nicholas.

-Joder, que susto me has dado -dije dando un paso hacía atrás.

El chico no era para nada como me lo imaginaba cuando mi madre hablaba de él, era muy guapo y tenía unos ojos azules en los que te podías perder fácilmente, pero tenía cara de ser un gilipollas.

- ¿Tu tienes que ser Adriana, no?

-La misma, ¿y tu Nicholas verdad? -él asistió y prosiguió.

- Por fin te conozco, Rafaella no sabía hacer otra cosa que hablar de su perfecta hija - dijo él rodando los ojos.

Ignore su comentario y le di la espalda para buscar mi móvil, que había salido volando de mis manos por el susto. Al intentar cogerlo me encontré de frente con un perro negro.

- ¿Sabes que palabra le gusta más a Thor de mi vocabulario? Empieza por A sigue con TA, y acaba en CA - intentó asustarme Nick.

Me levanté lentamente y me giré hacía él.

- No me dais miedo ni tú ni tu perro, así que ni lo intentes.

Me acerqué al perro y cuándo lo intenté acariciar me mordió el dedo. Nicholas dejo de sonreír y se acerco a mí para mirar mi dedo.

- ¿Estás muy loca tu, eh? - bromeó él mirando mi dedo, que por suerte no me había echo daño, solo una pequeña marca que se quitaría en dos o tres días. Se acerco más a mí y me susurró -. Al lejos no se notaba tus pecas, hermanita.

- No soy tu hermana ni nada que se le parezca, Nicholas.

Y en ese momento aparecieron William y mi madre, haciendo que Nick se separase.

- Ya veo que os habéis conocido - dijo mi madre y me miró -. Ve vistiéndote ya cariño, salimos en treinta minutos.

Asentí y salí siendo seguida por Nicholas.


-Bienvenida a casa, hermanita.

NOTE AUTHOR !!!

Agradecería que me dijerais
vuestra opinión
y me dierais ideas,
espero que os guste 🫶🏻.

𝐼𝑀𝑃𝑂𝑆𝑆𝐼𝐵𝐿𝐸 𝐿𝑂𝑉𝐸 | culpa mia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora