◆La luna me recuerda a ti◆

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Después de la muerte de Giyuu lo enterraron, los únicos quienes vinieron al funeral del pelinegro era solo Kanroji Mitsuri, Uzui Tengen y Kyojuro. Quienes fueron los que quisieron a Giyuu, los tres estaban tristes a pesar de Rengoku que traía unas rosas para su amado fallecido.

-Era buen hombre, un buen cazador y un buen compañero- dijo Tengen quien pone la mano en el hombro de su mejor amigo.

-Era un chico lindo aunque no era muy social y era un poco serio, pero al conocerlo bien era buena persona y de buen corazón para ti Rengoku-san-

Rengoku se quedo callado por unos segundos y luego miro a Mitsuri y a Tengen.
-¿Pueden dejarme a solas? Quiero decir algunas palabras hacia el.-

-*suspira* Vamos Kanroji dejemos solo por ahora-

- P-pero... bueno hay que dejarlo solo- Es la primera vez que Mitsuri ve triste a su maestro ya que la mayoría de veces esta con una sonrisa y gritando como siempre era el.

Ambos pilares se fueron para dejar solo a Kyojuro en la tumba de Giyuu.

-Giyuu, perdóname por lo que hice, por decirte ese castigo y no soportaba oirte y verte sufrir, siento que me odias ahora mismo y en el más allá y por eso te pido perdón por que me arrepiento y me siento muy culpable por que no te salvé y me quedé callado... No sabía que hacer, tampoco quería que me vieras sufrir contigo en esos castigos. Si hubieras visitado a mi casa te hubieras molestado ya que mi padre es un borracho y finjo una sonrisa para que nadie supiera lo que sufro y más si esta ahí solo mi hermano menor Senjuro, lo defiendo de mi padre ya que a veces lo golpea y a veces a mi por defenderlo y que me parezca más a mi madre. Me quedo callado por que... Intenton ser más fuerte que mi padre cuando era un pilar y sin mi madre a mi lado que ya esta contigo y con tus seres que más quieres...- Se quedo callado por unos minutos mientras sus lágrimas caían en las rosas. En solo unos segundos sintió una mano cálida tocando su hombro y luego otra mano en el otro hombro y sintió que lo abrazaban fuerte era como si Giyuu y su madre lo habían escuchado en el más allá y este al sentirlos rompió a llorar.

Escuchaba murmuros de ambos fallecidos que repetían la misma frase: "No dejes que tu corazón deje de arder, sigue tal como eres y ayuda a los demás".

Rengoku quería correr con ellos y abrazarlos con todas sus fuerzas pero no podía mantener oculto después de su madre falleciera, el quiso verlos una vez más. No se dio cuenta que ya estaba anocheciendo, en ese entonces solo pensaba en su amado y su madre.

Pasaron minutos y Kyojuro decidió irse a su casa así que se levanto y limpió sus lagrimas. Dejo el ramo y se marcho del cementerio.

En su camino a casa tenía la mirada de serio para no llorar otra vez pero algo le dijo que mirará la luna y levanto la mirada al ver la luna. El derrepente saco unas lágrimas y las derramó en sus mejillas ya que se veía hermosa la luna ya que lo hacia recordar a su amado y este sonrió ante la luna para luego irse a casa más calmado.

Cada noche, cada misión, miraba la luna y le sonríe o le manda besos para recodarlo. Una noche al llegar a su casa saludar a su hermano menor quien siempre lo espera después de que se recuperará de una misión, hizo su rutina nocturna y se fue a la cama a descansar.

Pasaron horas hasta que escucho algo en la madrugada, se levanto y agarro su katana y recorrió toda la casa, en una de las habitaciones que era pequeña la abrió y vio una silueta que no parecía humano.

Wow! Tranquilo solo- ¿Kyojuro? Un momento, ¿vives aquí?- Fue interrumpido por el mayor quien le tapo la boca  rápidamente.

-¿Qué haces aquí? ¡Te van a matar! Además tienes que irte- le quita la mano de la boca.

-Un momento por favor lo podemos hablar si quieres sin que nadie sepa de que un pilar y una luna creciente estén hablando-
Kyojuro al escuchar sus palabras se quedo algo indeciso si hablar con el o no ya que pensaba que podría ser una trampa, aunque, a la vez quería hablar con alguien que ni siquiera a los que quiere no les confesó lo que pasaba en su casa.

-Bien pero solo esta noche, ¿Ok?-

-Ok ok- suspiro alivianado

Ambos se fueron a la habitación de Kyojuro para charlar antes de que amaneciera. Los dos no sabían de que tema podrían sacar, no eran amigos ni nada pero Kyojuro estaba algo incomodo ya que no estaba acostumbrado en hablar con demonios y más con una luna creciente hasta que Akaza dijo:

-Oye, ¿Estás bien? Te veo algo callado y algo incomodo, ¿Es por mi presencia no?-

-Bueno la verdad es que no estoy acostumbrado en hablar con demonios y la verdad se siente raro cuando hay una charla normal-

-Ya veo, quizá me deba ir-
El demonio se levanto para irse pero lo detuvo Kyojuro agarrandolo de la muñeca.

-¡Espera!- Exclamó

-¿Eh? ¿Qué pasa?- contesto volteando a verlo.

-Si quieres quedate un poco más aún queda mucho por amanecer...-

-Uh bueno.-

Pasaron un buen rato charlando y rieron juntos,pasaron horas hasta que Akaza se dio cuenta que ya estaba apunto de amanecer, se despidió de Kyojuro y salió de la casa corriendo. Kyojuro al ver como se iba sonrió un poco. Así fueron pasando las noches siguientes y Kyojuro hacía lo mismo de siempre, mirar a la luna y sonreír y mandar besos a ella.

-Giyuu, cada ves que veo la luna siempre me recuerda de ti de lo hermoso que eres y lo brillante que eres y así no puedo olvidarme de ti.-

\\ Por fin veo el sol // Rengoku x AkazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora