El sol bajaba aquel septiembre de 2009 con ímpetu bajo los árboles, rodeándolos e iluminándolos mientras acariciaba suavemente la piel del pequeño que corría torpemente con dicha a través de los arbustos y las flores que rozaban sus mejillas con un suave tono rosado. Todos decían que se parecía mucho a BaekHyun, pero aquella sonrisa y orejas eran las de ChanYeol. El verano parecía interminable pero por fin acabaría y debían aprovechar hasta el último minuto de calor que la estación les daba; los otoños e inviernos solían ser lo suficientemente fríos para que las personas se resguardaran en casa y dudaran mucho antes de salir a armar muñecos de nieve.
BaekHyun veía a ChanYeol tomar con ligereza al pequeño de 4 años, quien reía y se removía intentando librarse del "monstruo" que lo había atrapado tras varios minutos de perseguirlo. Ver al alto en su etapa de padre temprano no era algo que molestara al menor a pesar de haber hecho que su vida cambiara de manera estridente. El menor se levantó de la pequeña tumbadora que habían comprado hacía poco —porque insistía en que necesitaba una para recibir el sol mientras cuidaba de Sarangi — y se acercó a ambos tomando al pequeño entre sus brazos acomodándose entre los de su esposo.
No podía negar que la vida en ese entonces era compleja. Criar a un niño en medio de la desaprobación de ambas familias era el aspecto que les pesaba a ambos, aunque ninguno fuera capaz de admitirlo, deseaban tener al menos un poco de respaldo. Caminaron hacia la pequeña sala de la casa que con esfuerzo habían comprado y, como si esa fuese su actividad favorita, prepararon la cena mientras el pequeño robaba las galletas de avena que habían aprendido a hacer por el libro que su vecino, Kim MinSeok, les había prestado cuando Sarangi se comió todas sus galletas el día del bazar del pequeño jardín que había por el vecindario.
Cuando aquellas memorias se hacían paso por la mente de ChanYeol, su corazón dolía igual que el de su esposo. Nunca hablaba de ello y había perdido la costumbre de decirle al menor cuan feliz le había hecho el efímero tiempo que los tuvo a los tres entre sus grandes brazos y ancho pecho. Aquello era lo único que pedía al cielo cuando las estrellas comenzaban a salir y él iba camino a la licorera por otra botella de vino o de whisky, lo primero que sus ásperas manos podían tomar.
Limpió nuevamente sus comisuras y dejó salir un leve sollozo mientras volvía a mirar al cielo, recriminando cualquier fuerza que estuviera allá arriba por quitarle lo único que había mantenido a BaekHyun feliz los últimos 17 años. La botella rozaba el asfalto y sus piernas parecían demasiado grandes para estar sentado en la acera frente a la licorera. Se levantó y subió a la camioneta con platón que su padre le había regalado antes de echarlo de casa por dejar embarazado al menor y condujo hacia aquella pequeña colina que se veía un poco más cerca al cielo. Estacionó con cuidado en medio del estado que tenía en ese momento y subió con dificultad al techo del auto desde el platón tambaleándose un poco por la edad y lanzó la botella semivacía de vino enredando sus dedos en su cabello y sintiendo su existencia un poco más pesada cada segundo.
Soltó un grito al aire que duró unos cuantos segundos y luego otro esperando que algo lo oyera hasta que su voz se desgarró y no pudo retener más las lágrimas que no se permitía soltar cuando estaba con BaekHyun cerca. Aquella presión que sentía no le dejaba vivir su duelo, especialmente porque sentía que era él quien aún mantenía las estructuras de su hogar fuertes aunque con varias fisuras que cada vez se hacían más grandes. Se sentó sobre el techo y se dejó ir durante horas, abrazando por primera vez aquel dolor que sentía en todo su cuerpo, desplazándose sin cesar día y noche.
Pronto sus lágrimas se mezclaron con las gotas tibias de lluvia y su rostro húmedo quedó inexpresivo por el efecto del alcohol tras varias botellas. Se giró hacia la derecha y se bajó con cuidado hasta estar dentro del auto de nuevo. ChanYeol sabía que conducir ebrio era peligroso y aunque su esposo le riñera nuevamente al día siguiente con su mirada decidió quedarse allí, dormido en medio del silencio de la colina esperando a que el sol del amanecer lo despertara nuevamente y rogando que todo aquello fuese un simple sueño de un día de verano.
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Sueños de verano
FanfictionBaekHyun y ChanYeol, una pareja profundamente unida, se enfrentan a la devastadora pérdida de su hijo Sarangi. El fallecimiento de su hijo deja su mundo y matrimonio en ruinas, sumiéndolos en un torbellino de emociones abrumadoras. En su doloroso vi...