La rutina había vuelto a caer sobre ellos tras aquella noche con KyungSoo y JongIn a pesar de haber pensado que algo cambiaría. Ser testigos de cómo sus amigos habían arreglado lo que quedó en standby los había hecho sentirse un poco más seguros sobre el otro, pero no lo suficiente para que BaekHyun decidiera volver a acercarse. Sus noches continuaban igual, él se acurrucaba en la cama de su hijo y ChanYeol salía a conseguir más alcohol cuando se acababa el que había en casa, volviendo a estar solo.
JongIn había decidido comenzar a asistir a un grupo de apoyo para alcohólicos anónimos siendo animado por KyungSoo quien había tomado la decisión de quedarse junto a él definitivamente. BaekHyun se había sentido feliz por su amigo pero en su corazón sentía un poco de envidia porque su matrimonio no tomaba un rumbo agradable para ninguno a diferencia de las parejas que ahora los rodeaban. ChanYeol era un fiel amante del vino pero tras haber bebido demasiado, su resistencia estaba aumentando considerablemente hasta obligarlo a tomar 3 botellas como mínimo para empezar a sentirse ebrio. Tomó esa noche entonces una botella de vodka recordando a su fiel amigo moreno y salió del supermercado directo a su camioneta para dirigirse a la colina que nuevamente lo acompañaría.
El proceso era el mismo, llegar, subirse al capó y beber mientras fijaba la vista en el cielo o en la ciudad que no había tenido clemencia con él. Su mente comenzó a recorrer lugares peligrosos o lugares que le habían aterrado anteriormente a medida que el vodka fue bajando hasta la mitad de la botella. Se preguntó varias veces a qué punto debía llegar para que la situación dejara de ser de esa forma, cuánto debía sufrir más para que su esposo lo pudiera mirar de nuevo a los ojos sin irradiar rabia en ellos o disgusto por más de un día consecutivo.
—¿Qué debo hacer...? —Dijo en un hilo de voz, más para sí mismo. —¿¡Qué debo hacer!?
Su gritó golpeó el cielo, derrumbándose un poco, deseando que todo cayera de arriba, devolviendo todo lo que se había robado. Su garganta ardía y su pecho también por la cólera que comenzaba a formarse en su cuerpo, admitió entonces al cielo que estaba cansado de la situación que vivía y se levantó dando otro trago largo a la botella antes de bajarse del capó y meterse dentro de la camioneta. Su mente había entrado en el callejón sin salida que temió algún día alcanzar, pero estaba dispuesto a intentarlo una vez más antes de retirarse del campo de juego y ceder ante BaekHyun. La velocidad que marcaba el tablero era peligrosa, su estado de embriaguez también, pero para su fortuna la única alma que había por los caminos que recorría era la suya. Tomó la autopista que daba el camino más corto a su casa y pisó el acelerador intentando llegar cuanto antes a su último partido hasta que unas luces rojas y azules chocaron en su retrovisor.
El Universo tenía formas curiosas de actuar, Chanyeol lo sabía, y lo había confirmado una vez más mientras la policía lo detenía en medio de la vía por el resultado del alcoholímetro añadido al exceso de velocidad que llevaba. Se sentó en el suelo mientras los oficiales llenaban el comparendo, esperando un poco más, viviendo un poco más sin poder ir tras BaekHyun una vez más. Se subió a la patrulla mientras la grúa se llevaba la camioneta y observó la ciudad a través de la ventana de camino a la estación donde pasaría la noche si BaekHyun decidía que había tenido suficiente de él.
Sus huesos se sentían pesados y fríos sobre la banca que había dentro de la celda. No había cometido un delito mayor, pero se sentía tan culpable que mantenía su cabeza gacha, repasando sus decisiones. Pensó cómo podría ser su vida sin haber tenido a Sarangi, sólo quedándose con BaekHyun, pero, pronto llegó a la conclusión que nunca preferiría haber evitado a su hijo porque, junto con su esposo, él era también el amor de su vida. Soltó el aire que sostuvo por unos segundos sintiendo poco a poco la resaca llegar a su cuerpo y se prometió nunca tomar vodka de nuevo aunque JongIn le insistiera.
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Sueños de verano
FanfictionBaekHyun y ChanYeol, una pareja profundamente unida, se enfrentan a la devastadora pérdida de su hijo Sarangi. El fallecimiento de su hijo deja su mundo y matrimonio en ruinas, sumiéndolos en un torbellino de emociones abrumadoras. En su doloroso vi...