Capitulo 3 ¿Five Hargreeves?

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T/n "Hargreeves"

Vaya, se podía decir que desde que había llegado aquí, mi cerebro se había vuelto más preguntas que eso. A veces me podía marear con escuchar demasiados pensamientos, pero en especial hoy estaba mareada por tantas preguntas que se estaban formando en mi cabeza. En definitiva, podía decir que esta Academia guardaba demasiados secretos.

Dejé de ver mi plato de comida para observar el exterior. Solo se podía ver a seis niños de mi misma edad comiendo silenciosamente, y se podía escuchar una radio vieja que decía algunas cosas en otro idioma, ¿se podría decir que era ruso?

Miré a cada uno de ellos en busca de respuestas sobre la pregunta que se había formado en mi cabeza. Se suponía que Five era el hermano faltante a presentarse, porque sin duda debía haber una muy buena razón para que no lo hiciera. Conociendo muy poco al señor Hargreeves, se podría decir que era alguien demasiado estricto.

Seguí buscando una mirada, pero no había absolutamente nada. Al parecer, todos se veían muy concentrados en su comida y en sus mentes. ¿Por qué diablos no paraban de pensar? Era como si fuera su pequeño escape para estar hablando sin que nadie les dijera nada. Terminamos el desayuno y nos levantamos todos del comedor en donde estábamos hace un momento.

—Pueden retirarse, niños —habló Grace, comenzando a recoger todos los platos.

Todos asintieron y salieron ordenadamente de la habitación. Vaya, parecía que a estos niños sí los habían educado bien, por no decir al que me tiraba desde su mente. Y sin dejar de estar dentro de mi mente, una voz me interrumpió:

—Hola, soy Klaus. Sé que ya me presenté, pero quería ver si quieres pasar el día con nosotros —preguntó con una gran sonrisa en su rostro.

—Claro, pero ¿quién entra en ese "nosotros"?

—Ben. Es un buen chico, solo algo tímido. Se irá abriendo entre más hables con él.

Asentí con la cabeza para acercarnos al niño que estaba sentado en los escalones, jugando con su peluche de pulpo. Sonreí al ver eso; parecía más chico que nosotros, pero estaba segura de que era de nuestra edad. Saludé con la mano y él hizo lo mismo.

—Ben Hargreeves, eres muy linda.

Ante ese comentario, sentí cómo mi corazón se derretía, además de sentir algo extraño, ya que antes no me habían dicho algo así, solo mi padre.

—Sí, creo que ya nos habíamos presentado. Gracias por el comentario.

Se puso algo rojo al escuchar mi comentario. Quizás a veces se me salían un poco las palabras sin pensar en lo que iba a sentir la otra persona.

—Y dime, ¿qué poder tienes?

Me quedé quieta al escuchar eso de Klaus. Dios, sí, hoy era el día en que mi cabeza no pararía de hacerse preguntas sobre este lugar. Al parecer, él sabía de mi don. ¿Por qué su padre se los había contado?

—¿Sabes de mi don? —pregunté, un poco desesperada por su respuesta.

—Sí, todos lo sabemos. Por algo te tuvo que haber adoptado, ¿no? ¿Ayer fue tu cumpleaños?

—Sí, pero ¿eso qué tiene que ver?

Empecé a torcerme los dedos. Papá siempre me había asustado con la idea de que si decía que tenía un don, las personas se preguntarían la razón y me alejarían de él. Vaya spoiler de la vida, porque sí me alejaron de él, pero por otras cuestiones, o eso creo.

—Al parecer no conoces la historia. Bien, te la contaría, pero tengo algo de flojera. Deberías contársela tú, Ben.

El chico antes tímido se levantó del asiento para agarrarme del antebrazo y jalarme hacia la puerta. Al parecer, habíamos salido para ir hacia el jardín que se veía desde mi habitación. Los tres nos sentamos en una banca para que él proseguiría a hablar. Quería escuchar todo y, por fin, quitar todas mis dudas de mi cabeza.

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