Five Hargreeves.
Sabes era demasiado fácil hacer las cosas normales, pero vamos, no soy normal, todo mundo sabe que no lo soy, así que por eso haría las cosas a mi modo de cualquier manera salía todo bien.
La tomó con delicadeza, necesitaba salir urgentemente de estas cuatro paredes. No creo que sea tan difícil el plan que tenia. No sabía muy bien que ella me lo iba a facilitar pero lo hizo, se suponía que yo tenía que salir de esta maldita prisión pero ella había hecho el trabajo sucio por mi. Me teletrasporto fuera de la academia, necesitaba un auto para poder moverme mejor.
Dejo a T/n reposando en una de las esquinas de la academia para romper una ventanilla de un coche que estaba por ahí. Meto la mano para poder abrir la puerta, según con lo que tenia claro no era tan difícil darle marcha a un auto, lo único que se necesitaba era tener claro que cables debían cruzarse y el sólito daría marcha sin ninguna llave de por medio.
Sonrió al lograrlo para volver a tomar mi cosa más preciada, la chica era mía. Dejo a T/n en los asientos traseros dándole algo de soporte con ayuda de los cinturones de seguridad, no necesitaba que cuando se despertara me atacara por lo que acaba de hacerle. Subo rápido a la parte del copiloto para ponerme en marcha, aun necesitaba hablar con varias personas para tener todo lo que había estado pensando todo este tiempo, seis años eran suficientes para hacer un plan elaborado.
Después de unos minutos conduciendo paro en una cafetería. No tenía hambre pero me imaginaba que la chica que estaba detrás de mi la tendría, así que ocupaba algunas provisiones antes de desaparecer de aquí. Entro a la cafetería un tanto solitaria, lo único que se podía ver en las mesas era una pareja de ancianos tomando una taza de café por sorbos. El lugar no era lo mejor, pero tampoco ocupaba gran cosa. Me siento en la barra tocando la campana para esperar por alguien que me atendiera, no tenia demasiado tiempo. No sabía muy bien cuánto tendría inconsciente a T/n.
—¡Hola buenas noches! ¿En que lo puedo ayudar? —hablo una señora dándome una sonrisa encantadora.
—Necesito un café oscuro, sin nada y algunas de las donas que están detrás de usted, no me importa cuales, solo que sean bastantes además de una malteada de chocolate.
La señora se queda algo confundida por mi comportamiento, en este momento no tenía tiempo para explicarle el por qué de todo. Odiaba eso. Ella sin decir algo más vuelve hacia ahí adentro a preparar mi pedido o eso esperaba. Después de unos minutos entra un chico más grande que yo, estaba seguro que al menos tendría como veinte años.
Me acerco sin importarme mucho para preguntar, se veía desde luego que era el tipo que sabia de estas cosas, si no por que estaría en una cafetería de veinticuatro horas.
—Oye.
Él voltea sin decir algo más que asentir.
—Sabes donde puedo conseguir algo donde quedarme lejos de la cuidad, no muy caro.
Él mira a todos lados de la cafeteria para sacar una tarjeta de su chaqueta y dejarla en la mesa. Al parecer era bueno con estas cosas. Tomo la tarjeta para alejarme de ahí como si nunca hubiera pasado nada. Vuelvo a la barra para ver a la misma señora salir con mi pedido, por fin, necesitaba ver que todavía mi objetivo estuviera en el auto. Pago la comida para salir de ahi antes de que empezara el asalto.
Cierro la puerta de la caferia para oír lo que estaba esperando.
—¡Manos arriba ancianos esto es un asalto!
Bingo.
Dejo una sonrisa en mi rostro para volver al coche. Por suerte mi querida principessa seguía durmiendo tranquilamente. Prendo la radio del auto para escuchar algunas canciones, hoy sin duda era el mejor día de todos. Empiezo a conducir guiándome con la dirección que me había dado el chico. Tomo algunos sorbos de café para seguir, no es como que estuviera tan cerca, pero era justo lo que estaba buscando. Aparte antes de llegar a mi destino tenía que hacer algunas paradas.
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Mi psicópata favorito
Fanfic¿Cómo puedes volverte tan frágil en un par de segundos? ¿Cómo es que un día puedes tenerlo todo y al siguiente perderlo? ¿Cómo puedes encariñarte de algo que no tiene sentimientos? Pero, sobre todo, ¿cómo puedes dar la vida por alguien que acabas de...