Capitulo 9 ¿Amor?

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T/n Hargreeves

Habían pasado semanas de la última vez que Five me había golpeado, trataba de alejarme lo más que podía, en algún momento alguien de la academia me encontraría, o bueno eso había estado pensando todo este tiempo. Mis muñecas estaban maltratadas por las ataduras a las que estaba, además de mi mala salud. No habia comido bien estas últimas semanas y sin duda no me encontraba para nada bien, estaba baja de peso y cuando hacia cualquier movimiento sentía mi cabeza a punto de estallar, sin dejar de lado los increíbles mareos que está producía.

En este momento estaba en la misma habitación, me volvería loca si no salía de aquí en algún momento. Mi único método de entretenerme era ponerme a contar todas la rayas que tenia mi habitación. Solía dejar que mi mente se entretuviera para no pensar en mí encierro.

Se escuchan algunos ruidos de la puerta para saber que era hora de desayunar, aunque quizás no tuviera noción del tiempo esto se había vuelto una rutina. Me despertaba más temprano y pasaban algunas horas para que Five me trajera el desayuno. Después de rechazarlo intentaba asearme pero también me negaba, entonces después de eso suele molestarse y dejarme todo el día aquí hasta que se repite una y otra vez. Era mejor que se fuera a tenerlo aquí y temer porque me golpeara de nuevo, o hiciera otra cosa.

— Buenos días preciosa, traje tu desayuno — hablo distraído para acercarse a donde estaba, era lo mismo de siempre.

Un sandwich de maní con malvaviscos.

— Espero que hoy comas algo, no te he notado bien los últimos días, aparte estas demasiado baja de peso para tu estatura y edad — volvio a hablar para acercarme la charola que tenia.

No conteste nada, no quería hablar con él mientras más se mantuviera alejado estaba bien para mi. Abrazo mis rodillas con el corazón a pulso, me dolía decir pero temía demasiado cuando él se acercaba a mi. No quería estar más aquí, quería ir con David y alejarme de todo.

— Vamos al menos come algo.

— N-No tengo hambre — repeti las mismas palabras que decía, sentía mi boca seca.

— No te pregunte si tenías o no, vas a comer algo — subió el tono de voz haciendo que cerrará los ojos inconscientemente.

Vuelve a tenderme la charola para que tomara su contenido. Con él cerca mi hambre desaparecía, me daba miedo y tenía rabia porque él producía esas emociones en mi, no quería eso.

— ¡T/n!

Volví a abrazarme a mi misma para cerrar los ojos.

— Dios eres tan irritante — expresó con furia para tomar el sandwich y acercarlo a mi rostro.

Con fuerza quita mis manos de mis rodillas para acercarme a él. Mi respiración estaba hecha un desastre, sabía que algún día no iba a ser como la típica rutina. Toma el sandwich mirándome directo a los ojos, ese verde intenso que demostraba su furia. Siempre había creído que el color verde expresaba esperanza y calma pero me había equivocado. Este verde expresaba alerta, peligro y todo lo malo que haya visto en algún momento. Mete el sandwich a la fuerza haciendo que lo coma con algo de asco.

— Si llegas a vomitarlo haré que te comas tu propio vomito — advirtió sin quitarme su mirada de encima.

Mastico algo hastiada para sentir el bocado bastante pesado. Llevaba cuatro días sin alimentos, era algo muy extraño para mi organismo. Él vuelve a darme el sandwich para seguir comiendo, no quería pero temía a que es lo que haría si no obedecía todo lo que decía.

Trago el último bocado para que me diera un vaso de agua. Lo tomo algo desesperada para sentir bajar toda esa comida que había comido a la fuerza, al menos no había vomitado. Él se levanta de donde esta para salir de la habitación, por lo menos me dejaría sola después de esto, mi mente podía estar tranquila por ahora.

Mi psicópata favorito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora