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Llegamos a nuestro hogar y miro el cuello de Nahoya lleno de chupetones y sonrío de lado. Esto será fácil todo el tiempo, después de todo tengo un esposo que me complacerá en todo lo que quiero y no saldrá embrazado.

Me siento y agarro un cigarro para llevarlo a mi boca y darle una calada. Suspiro mientras pienso en lo qué pasó hoy en la reunión, Nahoya parece una muñeca de porcelana muchos querrán meterse en sus adentros, esto será difícil, todos querrán que el sea su puta. Lo sé por sus miradas viciosas y lujuriosas viendo el cuerpo de Nahoya.

Miro como Nahoya entra a la cocina y observo su cuerpo, pequeño y con curvas como si fuera una mujer. Mucho hombre quisiera comérselo, eso lo sé bien. Pero el es el otro líder de la mafia, y tiene que darse a valer. Doy otra calada y me aburro de fumar, apago el cigarro y me pongo de pie.

Me encamino hacia la cocina donde Nahoya está recostado sobre la mesa, agarro su cintura t el se sobresalta al sentir mis manos, pegó mi cuerpo a su trasero y puede sentir mi amigo que se levanto.

Comienzo a desabrocharle el pantalón, y lo tiro al piso, observo su trasero blanco y golpeo, luego alineó mi pene en su entrada y de una entro en el, el da un gemido largo de dolor, y yo sonrío.

Comienzo un vaivén rápido en su interior, sacó y meto rápido y se que el lo está disfrutando porque lo escucho gemir, su cuerpo golpea la mesa con cada estocada y yo agarro su pelo y lo jalo y el da un largo gemido.

-Sabía que eras una puta-digo

-Maldito-masculle entre dientes-claro que no

No me importa que diga algo más y sigo golpeando su interior, hasta que de repente el se de arquea y grita, sonrío y doy nuevamente en ese punto hasta que tengo que agarrar su cintura para dar soporte porque sus piernas comenzaron a flaquear, el se corre y luego yo dentro de el, salgo de el y por sus piernas comienza a caer mi fluido.

-Idiota-dice Nahoya

-Pero este idiota te hizo venir-digo

Luego de un día con el he podido notar que le gusta cocinar. Y baila haciéndolo, y se mueve muy bien, y espero que cocine como folla.

Me alejo de la habitación y llamo a mi hermano, puedo escuchar gemido ahogados.

-¿Estás follando?-pregunto

-Si-dice entre respiración ahogada-¿qué pasó?

-Quería escuchar la voz de mi hermanito pero si estás follando con Souya, te dejo.-digo

Cuelgo y me voy a dar una ducha, luego me acuesto en la cama y Nahoya sube con una camisa a medio muslo y se acuesta al lado mío. El enciende el televisor y comienza a ver novelas, ruedo los ojos y me giro para luego cerrar los ojos.

Hasta que la muerte nos separe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora