Capítulo 6

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La tarde en la mansión Fekeli había sido larga, pero placentera. Después del coraje que Hünkar tuvo que pasar con Behice, Fekeli no se alejo de ella y cada vez que podía la tomaba de la mano.

Los abuelos jugaron con sus nietos. En esa mansión los colores revivieron de una manera asombrosa, la risa y las palabras cálidas se escuchaban por toda la mansión.

Hünkar estaba demasiado feliz para crecer que en verdad estaba viviendo eso, pero Fekeli la alejó de sus dudas cuando empezó a hacer un complot contra ella para hacerle cosquillas. La risa del pequeño Adnan resonó fuerte y después los tacones de la gran señora Hünkar.

Fekeli observa como Hünkar perseguía a Adnan por hacerle cosquillas mientras el pequeño niño se escapaba del agarre de su abuela.

Züleyha: basta los dos… ya me marearon… no sé cómo tienes energía para jugar con tu nieto, madre.

Hünkar: para mí pequeño siempre tendré tiempo y energía.

Fekeli: me alegra verte feliz Hünkar… verte feliz me pone feliz a mi también.

Züleyha: lo mismo digo señor Fekeli.

Más tarde ese mismo día

Hünkar se encuentra con la cabeza en el hombro de Fekeli, ya era la media noche, pero eso no les importaba a ninguno de los dos. Se sentían cómodos el uno con el otro. El calor que irradiaba la chimenea era plenamente acogedor para ellos dos… ¿Hace cuánto tiempo que no se sentía así de bien? ¿Cuánto tiempo anhelaban esto? Probablemente más de los que ellos podían recordar.

Hünkar: ¿Crees que todos estará bien? — susurro con cautela.

Fekeli: si Hünkar… por ahora no pienses en eso… déjame disfrutar este momento… te tengo en mis brazos, eres mi esposa y estás a mi lado.

Hünkar: por fin soy tu esposa… solo tuvimos que esperar un tiempo — sonrió.

Fekeli: solo un tiempo — susurro.

Y es que realmente la edad en el amor no importa, el amor siempre será amor y la edad solo números. ~Daniel Spiegel

Durante años estás dos almas estuvieron alejadas una de la otra, sufriendo cosas imperdonables hasta que los corazones de ambas almas se destruyeron y se llenaron de odio, venganza y rencor, ¡Pero el amor siempre a sido más fuerte que el odio, la venganza y el rencor! Y lentamente aquéllos corazones se volvieron a reconstruir con el poder del amor y el sentimiento mutuo de ser amados nuevamente. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar un amor tan puro? Es verdad que ambos cometieron errores, se maldijeron mutuamente y en repetidas ocasiones se odiaron, pero el amor siempre los acercaba nuevamente hasta que llegó un punto donde los venció a ambos y volvieron a caer en las tentadoras trampas del amor. En Çukurova algunas personas critican el amor de Hünkar y Fekeli, hablan mal a sus espaldas, dicen cosas horribles, cosas que solo una persona tan podrida y sin corazón podría decir. Efectivamente a la señora y al señor Fekeli, les afectaban las palabras de las personas, pero no lo demostraban, pues lo único que los mantenían fuertes era su amor.

A la mañana siguiente

En la gran sala de la mansión Fekeli los primeros rayos de luz atravesaban las cortinas. La luz se exparcio lentamente por todo la gran mansión; iluminando cuadros, retratos, un hermoso ramo de flores colocados en un jarrón y por último el rostro del señor Fekeli. Mientras el señor Fekeli despertaba por los rayos del sol pudo notar que no estaba en su habitación, más bien estaba en la sala de su propia mansión y en sus brazos yacía su amada esposa ¿Esto era un sueño acaso? El señor Fekeli miró detenidamente el hermoso rostro de su esposa ¡Que hermosa era su esposa! Mirando su hermoso rostro contó cada peca que tenía su hermosa dama, miró aquellos labios a los que desea besar, aquellas largas pestañas y ahora solo quería ver los hermosos ojos color esmeralda de su ahora esposa.

𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑃𝑟𝑜ℎ𝑖𝑏𝑖𝑑𝑜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora