❦𝑴𝒚 𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕❦

256 21 22
                                    

Gritos inundaron las calles, las personas corrían por sus vidas mientras los héroes trataban de contener el daño, pero no era posible porque el causante del terror de la ciudad era Blood Riot.

Blood Riot, el villano más peligroso del momento caminaba por las calles destruidas tomando del pelo a un héroe novato que trató de detenerlo, era inútil el solo pensarlo, ni siquiera el héroe Deku lograba detener su paso.

Detuvo su andar cuando se dio cuenta que enfrente de él estaba el héroe Shoto, Chargebolt,
Suneater, Deku y Lemillion. Riot sonrió de la forma perversa que solo él sabe hacer.

Solo se limitó a lanzar al joven héroe por los aires, a ver esto primero en lanzarse a él fue Lemillion quien fue golpeado por la parte dorsal de la mano de Riot mandándolo a volar hacia una tienda.

Los demás se lanzaron a golpearlo al mismo tiempo, pero fue fácil esquivarlos, no importaba qué método usaran los héroes, el resultado era lo mismo, héroes lastimados o muertos y Blood Riot prófugo.

¿Habrá alguien capaz de librar a Japón de ese infierno en el que sumergió?


Kirishima iba caminando por las calles de lo más tranquilo del mundo, con una chamarra con capucha roja y unos pantalones negros, el a veces se preguntaba él como podía dormir después de matar tanta gente, dejar un vacío en varias familias y un si...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Kirishima iba caminando por las calles de lo más tranquilo del mundo, con una chamarra con capucha roja y unos pantalones negros, el a veces se preguntaba él como podía dormir después de matar tanta gente, dejar un vacío en varias familias y un sin fin de horribles cosas que aunque quisiera no se arrepentía.

Admite que esta vez fue piadoso con esos héroes, solo los dejó hospitalizados, pero ¿quién lo podía culpar? Sus planes estaban saliendo bien, tenía nuevos socios muy influyentes y además en la mañana su lindo esposo le puso una nota en su almuerzo diciendo cuánto lo amaba, definitivamente tenía una buena vida.

De camino a casa se encontró con una floristería y de inmediato pensó en regalarle unas lindas flores a su esposo por hacerle el día.

Al entrara a la tienda fue recibiendo por una mujer que de inmediato lo atendió -Buenos días, señor, ¿De qué tipo de flores busca? ¿Son para regalo? ¿De qué color las quiere? ¿Las quiere aromatizadas? ¿Le gustan las exóticas? - la estridente voz de la mujer poco a poco terminaba con la paciencia de Eijiro quien solo la empujó con su hombro pasándola de largo, no dijo nada solo agarró las flores favoritas de su esposo, los lirios del valle y le aventó el dinero al mostrador para salir azotando la puerta.

Su buen humor se fue.

Camino casi una hora hasta los suburbios, así se sentía más cómodo y más alerta de que no lo siguieran a su pequeño escondite, escondite que guardaba lo que más amaba en este mundo.

A la distancia pudo ver una casa como las de él antiguo Estados Unidos, pintada de blanco con techo color rojo ladrillo teniendo cortinas de flores que cubrían su interior.

Camino por el sendero empedrado que era rodeado por un hermoso jardín, como amaba la atención a los detalles que tenía su esposo.

Subió las escaleras del pequeño pórtico y se detuvo frente a la puerta antes de tocar, inhaló y exhaló profundamente dejando ir todo disgusto que había tenido en el día, su esposo no merecía recibir una mala cara, no cuando se esfuerza tanto para mantener su hogar tan cálido, jamás en todos sus años de relación le puso una mala cara, ni siquiera cuando peleaban, que en su mayoría eran peleas absurdas.

Dando su último suspiro puso esa sonrisa que solo su esposo conocía, que solo era para él, toco la puerta y unos segundos después se oyeron unas rápidas pisadas para que después se abriera.

Ahí estaba, el amor de su vida.

Era imaginación de él o su Katsuki se veía cada vez más lindo conforme pasaba el tiempo.
Se veía tan hermoso, con una camisa de lana verde y unos pantalones de chándal grises.

Katsuki al ver las flores se lanzó a abrazar a su esposo dándole muchos besos en la cara -Ei, no debiste- dijo escondiéndose en el cuello de su esposo.

Eijiro solo soltó una carcajada, jamás dejaría de molestar a su esposo -Es que quería recompensarte por la nota que me mandaste, pero tal vez debería recompensarte con otra cosa- le susurro a su esposo en el oído para después levantarlo del suelo, era como cargar una pluma, su esposo era pequeño en comparación a él, bueno cualquiera que se parara a su lado era pequeño.

- ¡Idiota! Ya deja de decir tonterías y vamos a comer- el apenado rubio solo pudo removerse para poder salir del agarre de su esposo.

Cuando Eijiro lo soltó se fue corriendo a la cocina, no importaba cuanto tiempo estuvieran juntos su Katsuki seguía siendo igual de tímido que la primera vez que salieron.


La cena fue muy divertida, Eijiro hablando de cómo le fue en su trabajo y con pequeños comentarios de Katsuki, este último no tenía mucho que decir ya que al ser amo de casa no conocía tanta gente a parte de sus vecinos, para después ir al sofá a ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




La cena fue muy divertida, Eijiro hablando de cómo le fue en su trabajo y con pequeños comentarios de Katsuki, este último no tenía mucho que decir ya que al ser amo de casa no conocía tanta gente a parte de sus vecinos, para después ir al sofá a ver la tele acurrucados.

Para Eijiro esto era vida, estar en su casa, con su esposo, compartiendo un momento íntimo, donde no necesitaban palabras, solo necesitaban oír sus corazones acelerados.

Ya casi siendo las nueve de la noche, que era la hora en la que su esposo dormía, se reportó la actualización del daño provocado por Blood Riot, a Eijiro se le hizo divertida la escena tan desgarradora hasta que oyó a su esposo decir -No entiendo como un ser humano puede ser tan cruel, ¿que no siente nada? - .

Esas palabras tensaron a Eijiro, a este no le importaba las opiniones o el odio hacia él, pero jamás podrá a justificarle a Katsuki todo el daño que provocó, el solo pensar eso lo hacía sentir avergonzado, sentía repudio a sí mismo por esconderle esto, tener que mentirle y decirle que iba a trabajar cuando en realidad iba a destrozar vidas.

Eso es lo único de lo que se avergüenza, mentirle a su Katsuki, pero si esa mentira hacía que su esposo estuviera a su lado no le importara cargar con ese gran peso el resto de su vida.

Cuando salió de sus pensamientos Katsuki ya estaba dormido así que lo cargo hasta el cuarto y lo acurruco en su pecho, los abrazaba como si se fuera a ir, como si desapareciera de su lado

-Tienes razón, yo nunca sentí nada, nunca sentí nada hasta que te conocí- murmuro contra la cabeza de Katsuki para que al fin quedara dormido esperando que el día de mañana no se revelara su oscuro secreto.


-Tienes razón, yo nunca sentí nada, nunca sentí nada hasta que te conocí- murmuro contra la cabeza de Katsuki para que al fin quedara dormido esperando que el día de mañana no se revelara su oscuro secreto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Por fin termine el primer capituló.

Espero que les haya gustado.

Si quieren ver alguna escena o situación pónganmelo en los comentarios.

Adiós.

~𝑩𝒆𝒓𝒓𝒚🍓

❦ꨄ𝑰 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒘𝒉𝒂𝒕𝒆𝒗𝒆𝒓ꨄ❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora