Capitulo Cuatro

602 29 0
                                    

Capitulo Cuatro: ¡Es una cita!

En la mañana del siguiente día todos se encontraban arreglando y modificando sus coches para la siguiente carrera, el ruido de herramientas y el olor a combustible era algo que los amigos disfrutaban

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En la mañana del siguiente día todos se encontraban arreglando y modificando sus coches para la siguiente carrera, el ruido de herramientas y el olor a combustible era algo que los amigos disfrutaban.

—¿Y estás refracciones?—Le preguntó Mía a su hermano.

—Están pendientes.—Le contesto Dom.

—¡Dom!, ¿Qué hago con esto?

Interrumpiendo su conversación y el trabajo de los restantes, el ruido de la camioneta de Harry estacionándose enfrente del taller llamó la atención de todos, mayormente por lo que llevaba la camioneta remolcando.

—¡Vaya!, ¿Qué diablos es esto?— Preguntó Dom una vez llegó a la puerta del taller.

—¿Qué tenemos aquí?— Preguntó Jesse.

Brian se para enfrente del auto y lo señala como si se tratara de un regalo.

—Este, es tu auto.

Todos en el taller se quedaron en silencio tratando de procesar las palabras dichas por el rubio, hasta que Ari no pudo más y comenzó a reír siendo seguida por su hermano.

—¿Mi auto?— Preguntó burlón—Dije que quería un auto no una cafetera.

Comentó Dom haciendo reír a Brian.

—Podrías empujarlo hasta la meta o  remolcarlo.— Habló Jesse haciendo reír a las tres chicas en ese taller.

—Ni empujándolo llegaría.— Comentó Ari.

—No tienen fé.— Mencionó Brian.

—Tengo fé en ti, pero esto es un taller no un depósito de chatarra.— Le respondió Dom.

—Abre el cofre.—Le pidió el rubio.

—¿Qué abra el cofre?— Preguntó Dom sin creer lo que le pedía.

—Ábrelo.— Reafirmó el ojiazul.

Y finalmente decidieron bajar esa chatarra para descubrir que es lo que habia debajo del capó.

—Un motor 2JZ, ¡Rayos!

Jesse no podía creer lo que veia.

—Que te dije.— Mencionó el rubio orgulloso.

—A decir verdad, estoy sorprendido.—Le contestó Dom.

Rápidos y Furiosos: ¿Una carrera? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora