Tú y Miguel han estado saliendo durante 5 meses completos. Todavía recuerdas el día que te presentaron a la sociedad de las arañas y lo conociste. Esos ojos oscuros que destellan rojos, altos y melancólicos, garras afiladas que raspan contra el metal, cabello echado hacia atrás que bien podría haberte levantado. No literalmente. El primer día que fuiste a su encuentro tropezaste con el aire y caíste directo en sus brazos.¿Cómo se las arregló para ganar su corazón? Esa es la verdadera anomalía.
Una cosa que no puedes superar y parece que no puedes entender son sus colmillos. Te ha dicho que se usa para paralizar a los enemigos cuando es necesario, y la mayoría de las veces se olvida de que está ahí. Pero en tu mente, sigues repitiendo los momentos en que habló, o sus raras sonrisas y risas reservadas solo para ti. ¿Cómo come con él? ¿Alguna vez se muerde cuando se pone a despotricar? ¿Cómo no tiene un ceceo con lo grandes que son?
Cuando los colmillos afilados brillan y envían escalofríos por tu cuerpo. La curiosidad y la excitación te nublan cada vez que habla Miguel, y honestamente distrae en las reuniones de equipo.
"Oye, ¿estás ahí?" Él chasquea los dedos frente a ti mientras parpadeas para alejar los pensamientos, dándose cuenta de que otros dos Spideys en la sesión informativa te miran con los ojos entrecerrados.
"Oh, sí, lo siento, la ansiedad previa a la misión y todo eso", intentaste reírte, evitando la mirada preocupada de Miguel. Él sabe que eres capaz, sabe que eres fuerte, esa es la razón por la que siempre estás con él en las misiones, por la que confías en un equipo. Pero esos ojos rojos parpadeantes no pudieron evitar vacilar cada vez que abandonas la base.
Miguel continúa el resumen, asignando equipos a universos y anomalías. Él te envía con tus equipos mientras él lidera el suyo. Cada equipo consta de dos arañas, si la anomalía es un villano particularmente notorio en sus respectivos universos, Miguel enviaría tres. Estás parado junto a Jessica, su bicicleta estacionada a pocos metros del portal. Mientras que los demás ya habían saltado, Miguel se quedó atrás mientras Ben saltaba primero al portal. El zumbido de la bicicleta de Jessica te sobresalta y te parte los ojos de mirar a Miguel, y ella parece darse cuenta.
"Adelante, ve a hablar con él", asiente, con una pequeña sonrisa en los labios antes de cabalgar hacia el portal. Suspiras, con tu novio quedándose atrás, él parece tener la misma idea.
Caminas por el piso de metal, Miguel parado justo cerca de su portal. "Entonces, uno fácil hoy, ¿eh?"
"Sí, Ben y yo podemos cuidar de él, es solo otro Doc Oct", mira algo en su reloj, el holograma naranja se ilumina. No puedes evitar notar que brilla contra sus colmillos.
"Está bien, uhm-" Toses, alertando a Miguel cuando se gira hacia ti. "Cuídate ahí fuera, cariño"
La forma en que dijiste esas últimas palabras, demasiado cortas para tu habitual jovialidad, frunce el ceño de Miguel. Alcanza tu mano, sosteniéndola suavemente. "Oye, ¿estás bien?"
"¿Eh? ¡Oh, sí, estoy bien! No te preocupes bebé", sonríes, palmeando su brazo donde aún sostiene tu mano. "Mantente a salvo y vuelve a casa, ¿de acuerdo?"
Miguel ladea ligeramente la cabeza, antes de que sus labios se arqueen, un fantasma de sonrisa. "Tu tambien mi amor,"
Y con eso, Miguel gira y entra en su portal, el círculo se cierra mientras desaparece. Suspiras, tanto aliviado como frustrado de alguna manera. Negaste con la cabeza, tratando de disipar esos pensamientos, al menos por el momento. Echando un vistazo a tu portal, respiras otra vez, antes de correr y saltar hacia él, otro día para salvar el multiverso.
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"Está bien, ¿qué está pasando?" Te vuelves hacia Jessica apoyada en su bicicleta, con los brazos cruzados y una ceja levantada. Es la cara de 'Spill It' que has llegado a amar, pero también a odiar cuando ella la usa contigo.