La Pasión de Miguel

II

Me había dejado tirado en el frío suelo de la bodega.

Volteé hacia la salida para ver si estaba, sin embargo no había absolutamente nadie. Me traté de levantar del suelo poco a poco y un dolor me invadió mis piernas y en un flashazo recordé el por qué.

–¿¡Que hace usted aquí!?–Era la voz de un policía de unos cincuenta años

–E..este yo–Buscaba el pretexto para no decirle al oficial que había estado con el responsable de que estuviera a estas horas de la noche en el museo.

–¡Largo!–Exclamo el oficial enojado

Le sonreí tímidamente y tomando mi cinturón discretamente que Miguel me había quitado corrí hacia la salida de la terraza

Cuando baje por el elevador, me encontré con una pareja de novios que se decían cosas bastante románticas que me llegaron a incomodar.

Y se besaron, sin querer los observé durante un instante, sus besos apasionados me recordaron los que Miguel me había dado hace un par de horas..

Sus labios que recorrieron mi cuerpo ...

¡Basta Peter! Eres un hombre casado y no tienes que darte el lujo de pensar en un amorío...mucho menos por alguien que posiblemente sea menor que yo.

Salí del museo y el clima que imperaba era frío.

Caminé hacia la avenida, eran las once de la noche y aunque ya estaba sola la calle no me dio miedo caminarla solo.

A lo lejos se escuchaba música, traté de escucharla por un momento pero decidí no hacerlo y seguir caminando ...

Miguel ...

Había terminado y dejé a mi amante en turno dormido en el suelo, le lancé una mirada fugaz y me abroche los pantalones.

Me traté de peinar mi cabello y baje de la terraza fingiendo normalidad hasta que llegue a mi exposición donde mi representante me estaba esperando.

Al llegar me invadió con preguntas tan tontas que no le tomé importancia.

Una hora después salí del museo junto con mi representante, iríamos a mí departamento a debatir la inauguración de mi exposición.

Pero no podía olvidar los gemidos, las contracciones del cuerpo de aquel hombre que poseí hace un par de horas al momento de sentir del mío.

Y mientras cruzábamos en el coche rumbo al departamento me decidí a buscar nuevamente a ese hombre, no importaba el costo o el tiempo que tendría que invertir pero ese hombre tendría que estar nuevamente conmigo.

Costara lo que costara.

Así que estoy de vuelta y decidí que esta historia tendrá diez capítulos.

Domingo con domingo espero actualizar.

Mientras llegan las actualizaciones de está historia pueden pasar a mi perfil y leer las demás historias que se encuentran. (Si quieren)