XI

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–¿Te vas a ir?–Me preguntó Miguel mientras estaba acostado en la cama en una posición bastante sugerente, solo la sábana blanca de la cama cubría sus partes nobles.

Aunque no quisiera irme de su lado tenía que hacerlo...la tragedia que estaba viviendo era más fuerte que el deseo.

Sin despedirme de el salí de la recámara.

Y así pasaron unos días, me sentía culpable que a mí esposa la matará un infarto.

–¿Sabías que estaba enferma?–Me interrogó un compañero del trabajo en el restaurante del periódico–A menos que haya recibido una noticia que la impactara...

–El informe lanzó que ella estaba bien, tanto físicamente como mental.

Mi compañero alzó los brazos y siguió platicando sobre sus sospechas alrededor de la muerte de mi esposa.

¿Si alguien la quería matar? ¿Acaso tenía enemigos?.

¡Por favor! Cómo MJ podría tener enemigos si ella era un encanto de persona. A menos de que ella fuera una piedra en el zapato para los planes de alguien.

Y mientras observaba la pequeña gota de refresco que estaba en mi vaso y veía como poco a poco se resbalaba me acordé de Miguel.

¿Si Miguel era el asesino? No, no podía ser el.

–¡Peter!–exclamo Betty desde su cubículo–¡Te busca Jameson!

Me levanté de mi silla, mi cabeza seguía dando vueltas al asunto de Miguel O'Hara, el posible asesino de mi esposa.

–¿Estás bien?–Pregunto Jameson con su voz aguardientosa característica

–¿Por qué lo pregunta, jefe?

Jameson no era la típica persona que se preocupe por ti, pero en su rostro se dibujaba una preocupación verdadera.

–No te he podido dar el pésame por la muerte de tu esposa, solo quería decirte eso.

–¿En serio?

Jameson tomo su puro traído de Cuba, lo encendió llevándolo a la boca de inmediato.

Cuando salí de la oficina una extrañeza de que olvide algo me invadió mi cabeza y cuando estuve a punto de recordarlo, Tom llegó a mi lado para decirme que estaba invitado a la despedida de soltera de Betty.

Se casaría con el reportero que se volvió modelo de la noche a la mañana.

–Espero verte en la fiesta–Tom me guiño el ojo al final.

Cómo a las doce de la noche estaba en la fiesta, mi hija estaba en la casa de su abuelo materno y mientras la música sonaba a todo volumen sentí como una mano me tomaba del hombro.

Ese aliento era conocido, su aroma a Polo Blue era característico, su mano me llevó al baño del antro y mientras sonaba Paris de Sabrina Carpenter me hacía suyo nuevamente, como quería.

No me importaba como carajos Miguel llegó al antro, pero estar con el era un pecado el cual quería disfrutar el resto de mi vida.

Chicos, Chicas!!! Aquí unos anuncios

Se viene el capítulo final y el epílogo de está historia ParkHara .  La sorpresa que se viene.

El siguiente anuncio es que mi perfil se expande a una nueva plataforma de lectores y escritores. Si no la conocen se llama Inkitt.

Ahí mismo habrá historias nuevas y otras que están aquí en Wattpad. Ahí en Inkitt podrán encontrar la versión extendida y sin censura de:

*La Pasión de Miguel
*La Agonía de Dylan

Otras historias como:

*Secretos Oscuros

En Inkitt me encuentran como Alan Barnes.

Aclaro que no dejaré Wattpad. La nueva aplicación sólo extenderá lo que hay aquí.

Les quiero mucho y los veo por allá también.

Alan.

*la versión sin censura de La pasión y de La Agonía la pueden encontrar ya en ese perfil.

La Pasión de Miguel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora