predatel

6

POV Yelena

Oh cielos!, Estoy en grabes problemas.

La dejé en el sótano y salí afuera rumbo donde se habían escuchado los disparos ví a todos correr por allí y por allá haciendo sus trabajos, no hay heridos lo mejor de la noche de lo que todos están agradecidos me puse alerta al escuchar un fuerte aullido
Seguido de varios más, y ver a mi gente con arma en manos.

Seguí apresurando el paso hasta encontrar una parte del bosque en completo silencio, un silencio sepulcral, vi a mi madre y a Sam mirando fijos hacia el ya espeso bosque pisadas fuertes y firmes se escuchaban retumbando en el busque haciéndo el ambiente más tenso ramas crujiendo y el viento haciendo menear los árboles daban una sensación escalofríante, los hombres se posisionaban para atacar, hasta que no se escucho nada, el viento paro, los árboles se detuvieron, mi corazón se aceleró al ver a la gran bestia que tenía en frente, su pelaje marrón lleno de suciedad y sus ojos rojos llenos de Rabia, miraban todo a su alrededor, de su hocico brotaba un líquido negro y a simple vista algo espeso, la mirada de aquella bestia se posó en mi, seguido de un fuerte rugido que hizo que tapara mis óidos, el grotesco sonido resono unos segundos hasta sesar.

Mis palmas tenían de este líquido rojo que provenía de mis oídos, me sentía aturdida, mis piernas fallaron. Vi a mi madre mirarme con horror y ver al gran lobo abalanzarse hacia mi, cerré mis ojos con fuerza.

Y luego escuché un golpe seco, abrí los ojos viendo doble, una gran mancha negra y una café, frente frente, me siento muy mariada de la nada ya no sentía nada.

Narrador

Yelena callo al suelo preocupando a sus familiares ahi presentes.

Los dos lobos gruñian con mucha fuerza mostrando sus dientes, y agachando las orejas, se venía una batalla de dos alfas y la destrucción a su pasa era inevitable.

Melina empezó a gritar órdenes lo más importante para ella era su pueblo de cazadores y que no haiga bajas de su parte, veía a los dos lobos demostrando que no tenían miedo a su lucha en gruñidos fuertes y siseantes, le preocupa yelena que ya estaba siendo recojida del suelo por Sam y Mendes veía la sangre que brota de su nariz y oídos, rodeo los animales y corrio con los demás no estaban preparados para estos y si tenían suérte los desastres serían mínimos.

El lobo negro seguía viendo desafíante al exiliado, veía caer de su hocico ese líquido espeso callendo al cesped en gruesas gotas negras de saliva putrefacta y con un movimiento en falso del contrincante se avalanso mordiendo fuertemente su cuello y estrellandolo contra un árbol, el crujido del cuello de aquel putrido animal se mezclo con la caída del árbol y con un fuerte chillido de parte del lobo en el suelo le doblo el cuello.
Al ver a su contrincante en el suelo elevó su cabeza hacia el cielo escuchando con atención los sonidos provenientes del bosque. Al no escuchar nada sospechoso volteo su cabeza observando como aquellos cazadores lo apuntaban con sus armas. Entro en pánico nuevamente, no quería volver a sentir el horrible dolor que le causarían sus balas de plata empezó a retroceder lentamente  pero al pisar una de las ramas de aquel árbol caído y escuchar el fuerte crujido agachó su cabeza y solto un chillido agudo.

Melina al ver el comportamiento de aquel animal halso su mano en señal de no atacar examinó todo lo que había sucedido en cuestión de minutos, pros y contras.

.

.
.

.
.

.

.

. 

Holis

Adiós