"My Little Sunshine..." Parte II (Bible & Build)

Capítulo 22 (+16 lemon)

" Desde el capítulo 1, vengo avisando el tipo de fanfic, 

pero lo que abunda no hace mal, digo para que no me crucifiquen ... "

Alargando la noche...

—¿Eres feliz hermanito? —Le preguntó Tong en voz baja y con una sonrisa cómplice en los labios mientras las risas escandalosas de los chicos retumbaban en toda la habitación.

Build parpadeó varias veces y miró a su nong jugando a darle una golpiza cariñosa, si eso podía ser posible, a Mile. Los ojos salvajes del Pelinegro, y sus músculos tensos y ardorosos le produjeron un calosfrío que murió con la explosión de un calor asfixiante en sus mejillas, al detener su indiscreta vista en su sonrisa traviesa.

—Sí—respondió directamente, sin titubeos, pero con el corazón bombeando como si fuera a detenerse en cualquier momento. Era feliz escapándose de casa para ver a su novio, era feliz comiendo cualquier cosa en la calle, era feliz durmiendo con Menta Y Manzanilla nuevamente y era feliz de tenerlo unos pocos días más de lo planeado con él.

—¡El pastel ya está listo! —Anunció la madre de Bible entrando en el saloncito de su pequeña casa. Se veía radiante y jovial y Build sonrió pensando en lo hermosa que era, con ese delantal rosado sobre la ropa y ese brillo en sus ojos idéntico al de su hijo.

—Le ayudo—se ofreció al instante Tong poniéndose de pie de un salto y llegando de dos zancadas al lado de la dama para quitarle cuidadosamente el pastel de las manos y colocarlo él en la mesita de café—. Debió dejarme que yo lo horneara, aunque el bruto de su hijo no se merezca ni una migajita de mis hábiles manos... ¡Auch! —Aulló cuando uno de los pies del aludido fue a dar a su espalda—. ¡¿Pero qué diantres te sucede?! ¿Intentas que me quede paralitico o qué tarado?! Y así pretendes que te prepare de comer, ¡imbécil!

—¡¿Imbécil yo?! ¡¿Pero mira quién demonios lo dice?! —Refunfuñó Bible con el ceño fruncido y pose bravucona, misma que terminó en un ovillo cuando su madre comenzó a darle de coscorrones y manotazos en los brazos.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que a los invitados no se les trata de esa manera? ¡Y además te atreves a usar ese tipo de lenguaje en mi casa! —Lo riñó con las manos en jarras y Build pensó por un segundo que con cada palabra la mujer se hacía más y más grande, porque incluso ahora todos esos grandes muchachotes parecían minúsculos a su lado, encogiéndose cada poco en los sillones.

Una risita suave y cantarina se escapó de su boca distrayéndolos a todos de sus pleitos hogareños. Cuando alguien solía discutir en la mansión lo hacían tan recta y cuidadosamente, procurando herir más las susceptibilidades que los brazos o la cara. El refinamiento y el buen gusto tenían que combatir mejor que un buen puño puesto en la mandíbula, pero para Build aquella premisa había perdido su valor, y no es que fuera a romper huesos a diestra y siniestra, simplemente iba a dejarles las máscaras a aquellos que podían mimetizarse con ellas la vida entera, él no, ya no.

La madre de Bible dejó de masacrar a su hijo y le sonrió con dulzura haciendo que los cuatro jóvenes suspiraran aliviados. —Y da gracias a que esta Build, o en verdad lo lamentarías—amenazó entre dientes antes de inclinarse sobre el pastel y encender la única vela.

Esa tarde festejaban el cumpleaños de Bible. A Build le había costado poco menos que un berrinche el hacer que se quedará para pasarlo juntos. Él ya sabía que su nong no se quedaría mucho tiempo, y cuando esté se lo confesó apenas la mañana siguiente de haberse reencontrado sólo pudo soltar un suspirito entristecido y asentir una vez.