Nada más...
Había cosas que para Build eran muy fáciles de tolerar, como el tercer año de secundaria por ejemplo. Las clases no le representaban ningún tipo de reto y había aprendido bastante bien, a base de enseñanzas clandestinas, con el club de los nepóticos a cómo lidiar con los bravucones. También había comenzado a desarrollar algún tipo de desinterés por su padre y cuanta norma nueva se le ocurriera para controlarlo, al final él siempre encontraba la forma de pasarla por alto con total cinismo y desfachatez.
Lo que le era real y absolutamente insoportable era la espera de una nueva carta.
Había días en los que la incertidumbre lo ponía de tan malas pulgas que terminaba por escabullirse de sus guardaespaldas sólo por el mero placer de hacerlos enloquecer. Por otro lado había tardes en las que la melancolía lo asaltaba tan cruda y poderosa como mil puñetazos en todo su cuerpo y terminaba acostado sobre su estómago en su cama mirando el álbum fotográfico que con el paso de los meses había armado cuidadosamente de las cartas que le enviaba su novio con frecuencia.
Con cada mensaje llegaba una o dos fotografías, todas eran de ellos dos, a veces juntos, a veces en solitario, pero siempre en escenarios diferentes. Así fue como Build se percató de que su nong no estaba siempre en Tailandia. En realidad no fue por otra cosa sino por casualidad, una tarde acomodando las fotos en su álbum recién comprado, al mirar una captura en particular de un campo extenso tupido de líneas de arbustos, a lo lejos podía verse un camino de tierra con un letrero que Build no pudo distinguir; Bible estaba recargado en un árbol, que daba buena sombra, con Menta en uno de sus brazos, esa vez con un pañuelo atado al cuello a modo de bandido de televisión.
El niño había sentido un deja vú, y entre más la miraba más se convencía de que había visto ese mismo paisaje en otra parte. Lo pensó realmente poco hasta que sus ideas se conectaron y en seguida corrió a rebuscar entre sus demás álbums hasta dar con él de su abuela.
La foto se había tomado en un viñedo en la Toscana. Y desde entonces el niño no se había detenido hasta encontrar la ubicación de cada una. Aparentemente su nong estaba dando la vuelta al mundo en el más literal de los sentidos, pero por lo que Build quería creer de sus deducciones al mayor no le daba tanto gusto como se suponía tenía que sentir.
"Las noches se me hacen tan cortas, debo de estar loco realmente, pero está comenzando a fastidiarme tanta ida y vuelta. Y ni que decir de Menta, él lo detesta más que yo..."
Su nong no se lo había dicho directamente y él no había querido preguntar, por alguna razón le tenía miedo a la respuesta, ¿y sí de pronto ya no lo quería? ¿Y si viajaba tanto por poner distancia con él? ¿Y si encontraba a alguien en un país extranjero y nunca más volvía? Tantos pensamientos hacían que su pecho doliera y su cabeza se sintiera a punto de explotar de tanta agonía imaginaria.
Por eso trataba a toda costa llevar esas torturantes ideas fuera de su cabeza y concentrarse en sí su nong fuera a dejarlo no se esforzaría tanto en hacerle llegar sus cartas, porque jamás llegaban del mismo modo y con la misma persona. Alguna ocasión era cualquiera del club de los nepóticos o su anciano mayordomo, mientras que otra podía ser el jefe Dissayarin con quien seguramente Bible había entablado una especie de rara relación amistosa o algo como eso imaginaba el pequeño. También y para su total perplejidad su abuela fungía como mensajera durante las visitas esporádicas que le hacía cuando no estaba de gira por cada casa de moda del planeta.
Incluso la madre del Pelinegro se las arregló para contactarlo. Fue en febrero, en su festival en la escuela de música, él se había presentado con una pieza al piano sólo como requisito para que su profesora le diera la nota suficiente para dejar las clases y lo que pasó al bajar del escenario nunca lo esperó. La mujer corrió a estrecharlo entre sus brazos diciéndole lo bello y conmovedor que lo había hecho, y mientras sus palabras se atoraban en su boca Build sintió que un nudo se formaba en su garganta cuando ella le dijo lo orgullosa que estaba de él.
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"My Little Sunshine..." Parte II (Bible & Build)
Fiksi PenggemarBible a vivido obedeciendo órdenes desde que nació. Recién graduado de la academia militar, con la carga de tener que "decidir su futuro" intenta revelarse, pero con solo 22 años y la poca experiencia le dificulta llegar a su objetivo... Además d...