Miguel O'hara, la persona qué mandaba toda una élite de Spidermans, estaba en busca de una chica que no debió ser mordida, básicamente un "error". Lo que no sabía, era lo importante que era ella para la historia, y lo que el destino les esperaba a t...
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🕷 [Capítulo apto para mayores de 13 en adelante. Descripción detallada de excitación y gustos Culposos].
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— ¡Excelente!, puede tomarse el resto de la semana libre, señorita _____. Maravilloso trabajo. — Veía el bigote de mi jefe moverse cada vez que hablaba.
Repasemos los hechos. Una araña me muerde, Spiderman, ahora conocido como Peter Parker, dijo que era igual a él, o sea, también tenía poderes arácnidos. ¿Qué rayos estaba sucediendo?
— Gracias, me retirare ahora. Buenas tardes. — Me alegra que me dejaran el resto de la semana sin trabajo, pero un sentimiento de culpa me invadía. Tengo que hacer algo para seguir con el legado de Peter. Tome mis cosas de la oficina y me dirigí al parque.
[15:00]
Tengo que encontrar alguna forma para encontrar mis poderes y poder manejarlos. Me senté en una de las bancas sin soltar mi maleta. Apoyé mi mano en la banca sin dejar de estar sumergida en mis pensamientos. Una mosca pasaba por mi odio, podía escuchar el aleteo de sus alas. ¿Un súper sentido?, quizás, pero era muy molesto. Trate de levantar mi mano para apartarla, pero algo andaba mal. Observe mi mano al notar que estaba adherida a la banca. Trate de sacarla con todas mis fuerzas, parecía que estaba a punto de sacar la madera de la banca.
Varias personas me observaban con detenimiento y otras se susurraba cosas. Entre tanta presión logre despegar mi mano sano y salva. Salí del parque sin olvidar mi maleta.
[15:32]
Me metí a un callejón y mi mano se adhirió a una de las paredes de ladrillo. Entonces se me ocurrió la idea más loca del momento.
Tenia la maleta entre mis dientes para que no cayera al suelo sucio, me estaba preparando para escalar la pared en la cual estaba adherida mi mano. Tome un impulso y comence a escalar.
Sentí felicidad al ver que era cierto, tenía superpoderes. Pero antes de que me diera cuenta, mis manos no se despegaron más. Con mis piernas trate de hacer fuerza para despegar las, hasta que surgió efecto.
Caí del muro a un bote de basura, rompiendo este por completo. Se escuchaba el ladrido de un perro a lo lejos y los gritos de los vecinos. No le di importancia a eso, si no que al intenso dolor de mi espalda. Espero no haberme roto algo. Quería llorar de vergüenza y de dolor. De mi boca solo salió un adolorido quejido.
Me levanté a duras penas y me quedé sentada un rato sobre en basurero. Al parecer esto de controlar mis poderes no va a ser tan fácil.
