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[Capítulo apto para mayores de 13 años,
Descripción gráfica de asalto
Y asesinato].▪︎ ———— ▪︎
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Bien, mi plan de ser una súper héroe había fracasado en su totalidad. Entonces lo estuve pensando demasiado. Seré la villana.El traje ya lo tenía más que listo, lo que realmente no quería era tener los poderes de quien fue Spiderman, ya que arruinaría toda su reputación de buena persona. Así que con un pincel con pintura puse una equis sobre la araña dibujada en mi traje, nadie tendría por qué culpar a otros por mis acciones.
También me juré a mi misma que nunca le haría daño a gente mayor, a niños tal vez, pero por la señora a quien ayude, y por lo buena que fue conmigo a pesar de no conocerme, me hace pensar de forma muy positiva sobre ellos.
Apoyé mis manos en el lavabo del baño mientras miraba mi rostro. Mi pasado tenía razones por las cuales ser un antagonista, mis padres murieron, mis hermanos se alejaron de mi por ser una responsabilidad, no tengo familiares, me las arreglé con lo que pude y el estupido de mi jefe me grita siempre sin razón. Tengo argumentos, y ahora que tenía poderes, puedo hacer que la gente que me hizo pasar muy malos ratos, sufriera lo mismo yo.
Me decidí, primero atacaría la vida personal de John Jonah Jamenson, en otras palabras, mi jefe.
Sabia que por estas horas debe de estar tomando café con su egocéntrica secretaria, hace un tiempo sospecho de que están saliendo. Iré a verlos, luego los asaltaria quizá.
Me puse mis máscara y mi poncho. Escale al tejado de mi casa, saltando de techo en techo de las siguientes. Me topé con el primer edificio y lo escale también sin ningún problema. Al estar arriba, pude notar como una leve llovizna se hace presente. Me asombró, ¿será algún tipo de ambiente dramático?, genial.
Llegue rápido a la cafetería donde estaba mi jefe, y como lo predije, a su lado estaba la secretaria, haciéndole ojitos. Se ven tan ridículos, como niños de secundaria.
Vi que un chico que salía de la cafetería, traía dinero, justo lo que me haría falta, ya no iría más a trabajar. Como si fuera un Rayo le lancé una telaraña en la boca y dos más en los pies, dejándolo inmóvil y sin habla. Le quité el dinero de las manos y le cubrí el rostro con telarañas, lo empujé al bote de basura y cayó dentro. Fue tan rápido que nadie se dio cuenta, excepto un gato que iba pasando por ahí. Lo quede viendo un rato y le moví las manos, haciendo que este se fuera.
Prosegui mi plan guardando el dinero en mis botas, ya que no tenia bolsillos.
Me escondí en un callejón al escuchar a ambos adultos salir de la cafetería. Espere hasta que se me cruzaran.
Agarre a mi jefe por la espalda y lo tumbe en el suelo, luego con una de mis telarañas le tape la boca, al igual que hize con el chico anterior. Lo dejé aturdido en el suelo ya que con el impacto en que cayó su cabeza en el frío piso de cemento lo dejo casi inconsciente. La secretaria se me quedo viendo asombrada y en estado de shock. La agarre y la envolví en telarañas, fue fácil estaba tan asustada que no puso resistencia en nada. La puse contra la pared y me tomé mi tiempo para revisar sus bolsillos. Tenia bastante dinero, mucho más que el chico que yacía en el bote de basura.
El jefe se despertó de su trance y trató de levantarse, yo lo agarré de inmediato y lo acorrale al igual que su secretaria. Este al contrario, no tenía nada de dinero, estaba vacío. ¿Esta mujer le quitaba dinero, sabiendo que ella tenía mucho más que él?
Qué asco de persona.
No se cómo pero ella se había quitado la telaraña de la boca y comenzó a gritar como loca.
— ¡¡Ayuda!!, ¡Nos están asaltando!, ¡Spiderman nos está-! — la calle abruptamente poniéndole mi mano en su boca.
— Yo no soy Spiderman... Yo soy-.. — se escuchó un ladrido de perro a lo lejos, al parecer alguien venía. Los enrede nuevamente en telarañas, así como sacos de dormir. Los tumbe en el suelo boca abajo y les quite sus zapatos, eran caros, como no aprovecharlos.
— ¡Hey, tú!, detente ahí. — Escuche como un policía me hablaba mientras yo estaba de espaldas sujetando ambos zapatos. Tome una piedra mientras me enderazaba y quedaba finalmente de pie. Gire mi cabeza mirando de reojo a aquel policía.
— Las manos donde pueda verlas. — me dijo, me di media vuelta y levante mis manos, dejando caer los zapatos. Me acerqué al policía con la intención de atacarlo y dejarlo como mi jefe y su secretaria. Pero este disparo al momento de dar tres pasos.
Cerré fuerte mis ojos por largo tiempo. Pero no sentí nada. Los abrí lentamente y observé al oficial en el suelo de rodillas. ¿Qué?
Me acerqué a él y lo sostuve entre mis brazos antes de que cayese al suelo. Mira su pecho y tenia una herida. De su boca salía sangre cada vez que tocia. Mire hacia todos lados buscando ayuda, pero no había nadie. Tenia una mezcla de lástima y confusión. ¿Le devolví la bala?
Mire mi cuerpo y no tenía ningún rasguño. El policía balbucea cosas como "Mi hija", "Ariadne", y cosas así, hasta que su pecho dejó de subir, dando su último respiro.
¿Asesine a alguien?
No sentía ninguna pizca de culpa, si no que la intensa curiosidad de saber como hize eso de devolver la bala.
Abracé por última vez al hombre, que al parecer tenía esposa y una hija. Me levanté, tomé el calzado de ambas personas y me largue del lugar usando mi telaraña para impulsarme lo más lejos que se pudiese.
Llegue a casa. Me quité mi traje y me puse mi típico pijama azul. Tome una taza de café y me senté frente al televisor, tardarían en encontrar a las personas en el callejón. El dinero que robé lo puse sobre la mesa después de contarlo, me alcanzaría para unas semanas si no compro demasiado.
El noticiero narraba sobre cómo unos adolescentes ebrios habían visto a un murciélago gigante sobre una casa que quedaba a la vuelta de la esquina. Bueno, era yo no precisamente un murciélago.
Hasta donde llega la imaginación humana, me sorprende.
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Nota:
Gracias por leer, nos vemos en el siguiente capítulo!🕷
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𝗧𝗵𝗲 𝗕𝗶𝘁𝗲 ᵐⁱᵍᵘᵉˡ ᵒ'ʰᵃʳᵃ
Hayran KurguMiguel O'hara, la persona qué mandaba toda una élite de Spidermans, estaba en busca de una chica que no debió ser mordida, básicamente un "error". Lo que no sabía, era lo importante que era ella para la historia, y lo que el destino les esperaba a t...