Esperando un milagro [Chloenette]

019

"Qué."

Chloé no estaba segura de cuánto tiempo se quedó allí mirando la página completa, pero no podía apartar los ojos de la imagen.

Akiko estaba besando a Mariko.

Akiko estaba besando a Mariko.

Akiko estaba besando a Mariko .

Pero... ¡eran mejores amigos! ¡El mejor de los amigos! Como ella y Marinette. Las mejores amigas no se besaban así, excepto aquella vez que ella y Marinette lo habían hecho, pero había sido un accidente. Solo los novios y las novias se besan así.

Chloé finalmente apartó la mirada de las chicas que se besaban y se levantó de la cama para pasearse por la habitación, con su abeja de peluche aún cerca de su pecho. Pensamientos extraños y confusos giraron en torno a su cabeza. Esto no tenía sentido, ninguno en absoluto. En la parte posterior de su cabeza, sin embargo, una pequeña voz que sonaba irritantemente como Alix cantaba que tenía perfecto sentido y que ella sabía por qué.

No, la voz tenía que estar equivocada. Había sido un error, un accidente, como el beso de ella y Marinette. Tenía que serlo, porque no valía la pena pensar en la alternativa. Sin embargo, ese no había sido el final del volumen, aún faltaba más. Chloé dejó de pasearse y volvió a su cama y al manga para terminar de leer. Parecía que solo quedaba un epílogo, que lo aclararía todo y tendría una explicación perfectamente razonable para las acciones de Akiko.

El capítulo final no continuó de inmediato, sino que se abrió en la habitación de Akiko cuando se despertó, luciendo bastante demacrada. "Cuidado, Akiko. Todavía estás débil después de ayer. Pad le advirtió mientras se tambaleaba en el baño y se miraba en el espejo.

"¿Por qué me siento tan vacío?" La joven preguntó mientras realizaba su rutina matutina, su familiar revoloteando a su alrededor mientras lo hacía. "Todo se siente tan... apagado".

"Le diste una parte bastante grande de tu corazón a Mariko. Me sorprende que todavía puedas sentir algo. El familiar continuó regañando a su cargo mientras ella se cepillaba los dientes, pero su discurso fue interrumpido por el zumbido del teléfono de Akiko que ella agarró.

'¿Podemos hablar antes de la escuela? ¿El lugar habitual? Era un mensaje de texto de Mariko, y Chloé notó la ausencia de los emojis habituales de la alegre niña. Akiko le envió un mensaje de texto rápido a su amiga antes de continuar preparándose para la escuela, mientras su rostro era una máscara inexpresiva, muy lejos de su sonrisa habitual.

"Así no puede ser ella ahora". Chloé murmuró para sí misma cuando Akiko salió de su casa, caminando hacia su escuela. Uno de los principales atractivos de toda la serie era lo positiva que podía ser Akiko. Incluso con sus frecuentes episodios depresivos, perseveró y mantuvo una sonrisa en su rostro.

Fue doloroso leer mientras Akiko hacía el largo camino a la escuela, cada panel mostraba las distintas etapas de su viaje y cada uno de ellos era una llamada oscura al primer volumen. Donde una vez se detuvo para acariciar a un gato local, pasó junto a él, ignorándolo por completo.

Finalmente, llegó a la escuela y subió al techo, donde ella y Markio irían a almorzar para alejarse de todos. Cuando salió al tejado, Mariko ya estaba esperando, apoyada en la barandilla y contemplando la ciudad. Cuando la puerta se cerró detrás de Akiko, Mariko escuchó y se dio la vuelta, y Chloé se sorprendió al ver que su rostro era un espejo de la expresión apagada de Akiko.

Sin embargo, cuando la pareja se vio, sus miradas en blanco se convirtieron en amplias y alegres sonrisas, cada panel se intercaló entre los dos a medida que se acercaban al otro, sus expresiones se volvieron cada vez más animadas, todo representado en el magnífico trabajo de tinta de Sakura-sensei. Si había algo en lo que Sakura-sensei era buena era en las expresiones faciales, y se había superado a sí misma con esta página cuando la pareja chocó en el centro del techo, lágrimas de alegría y risas brotaron de las chicas mientras se abrazaban. .