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"Te equivocaste en la pregunta cuatro". Chloé entonó, sin apenas necesitar mirar el trabajo de Marinette para saber que tenía razón.

"¿Qué?" Marinette graznó, mirando hacia atrás sobre su trabajo.

"Aplicaste la fórmula cuadrática incorrectamente". La rubia explicó tan pacientemente como pudo. "el denominador es '2a' no 'a'". Al ver que Chloé tenía razón, Marinette rápidamente garabateó su respuesta, sin darse cuenta de cómo su compañero de estudio se estremeció por lo desordenado que estaba.

"¡Gracias, Cloé!" Marinette sonrió ampliamente antes de volver al trabajo que tenía entre manos, tarareando una melodía alegre. Chloé, por su parte, no estaba del todo segura de cómo había llegado a esta situación. Por primera vez en años, en realidad estaba haciendo la tarea. Era tan aburrido como lo recordaba, pero había prometido ayudar a Marinette y, por alguna razón, Sabrina no había estado presente para completar la tarea de Chloé por ella.

Por supuesto, Chloé sabía que 'alguna razón' se llamaba Lila, pero sus intentos de separar a Sabrina de la morena habían resultado infructuosos. La paranoia inicial de Chloé por las amenazas de Lila de destruir su vida había disminuido en su mayoría, aunque no podía evitar sentir un poco de inquietud cada vez que sorprendía a Lila mirándola desde el otro lado de la habitación. En última instancia, había decidido que la amenaza había sido vacía. Después de todo, no había nada que Lila pudiera hacerle. Cierto, el extravío de Sabrina era molesto, pero Chloé sabía que su descarriada amiga volvería en sí más temprano que tarde.

¡Ay, la tarea era tan aburrida! Chloé se dejó caer de nuevo sobre la alfombra, mirando hacia el techo y gimiendo incoherentemente. Normalmente no se atrevería a hacer algo así frente a nadie más que Adrien o tal vez Sabrina, pero Marinette la había visto en medio de un susto. Esto era manso en comparación. Y además, se sentía... ¿cómodo? Esa fue probablemente la palabra más cercana. En esas raras ocasiones en que ella y Sabrina trabajaban juntas, siempre era en un escritorio, nunca en el piso como ella y Marinette estaban actualmente.

"¿Estás bien, Chloé?" preguntó Marinette, asomando la cabeza por el rabillo del ojo de Chloé.

"¡La tarea es tan aburrida!" Ella gimió lastimosamente, haciendo un puchero a Marinette. "Podría estar haciendo algo divertido en este momento".

"¿Pasar tiempo conmigo no es divertido?" Marinette bromeó ligeramente. Ese era otro desarrollo reciente que Chloé no podía entender del todo. Marinette no solo estaba siendo amigable con ella, sino que también hacía bromas y actuaba como si realmente disfrutara la presencia de Chloé. No tenía sentido. Nadie salía con Chloé porque les gustaba.

Aún más extraño, Chloé también se encontró disfrutando de la presencia de la chica de cabello oscuro. Cuando no estaba arruinando accidentalmente el orden cuidadosamente mantenido por Chloé o estaba obsesionada con Adrien, Marinette era sorprendentemente divertida. Incluso cuando tuvieron una discusión sobre si los patrones florales estaban regresando, que duró al menos media hora, Chloé disfrutó de la experiencia.

"No." Admitió, enderezándose. "Pero hay cosas más divertidas que podríamos estar haciendo". Marinette tarareó de acuerdo.

"Tienes razón, pero tenemos que hacer nuestra tarea". Chloé hizo un puchero más fuerte, pero la chica de cabello oscuro no se dejaría influir.

"¡Bien!" La rubia se quejó, recogiendo su pluma. "No es como si ya trabajara fuera de clase para estar al tanto de todo". Ella murmuró amotinadamente.

"Los maestros usan la tarea para medir qué tan bien entendemos el material". Marinette explicó con paciencia, garabateando una respuesta incorrecta a la pregunta siete, que Chloé se acercó y tachó cuidadosamente.

Esperando un milagro  [Chloenette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora