Broken And Blue

Capítulo I "Chico rojito con nombre de perro"

“These are the words I held back as I was leaving too soon, I was enchanted to meet you”

Enchanted(Taylor's Version)

★★★★★

¿Por dónde empiezas a contar la historia que cambió tú vida? El que me diga que por el principio se llevará de regalo un buen puñetazo. No soy una persona violenta, pero el mismo chiste todo el tiempo cansa. Bueno, no creo que vaya a recibir ninguna respuesta convincente. Así que será mejor empezar. Daremos inicio por el día en que nos conocimos y la química de nuestro cerebro se vió afectada. Podemos catalogar esta primera parte de la historia como un período de enajenación mental transitoria.

Todo empieza como siempre sucede en estos casos, en verano y siendo arrastrado a un viaje no deseado. De pie junto al auto, con el ceño fruncido y brazo cruzados es cuando hago mi primer acto de aparición.

—¿En serio debo ir?—ella alza una ceja—Por favor, puedo quedarme en la casa. Soy responsable—suplico, pero es en vano.

Mi intento de dar pena no hace ningún efecto en ella puesto que se mantiene fría y neutral. Sus ojos vacilan antes de mirar directamente la puerta del auto, acto seguido sus manos tocan la manija y, tras un breve click, la puerta de ese viejo Mercedes queda abierta.

—Aryan Augustus Stokes Bennett— dice autoritaria, cuando se percata de que voy en dirección contraria a ese vehículo traicionero.

Aún veo los días lejanos en los que me llevaban en él al parque de diversiones o a mis clases de pintura. Ahora, lo utilizan como coche patrulla para llevarme directo a lo que será por el siguiente verano, mi propia y personalizada cárcel, perfectamente adaptada a mis condiciones.

—¿Tenías que usarlo completo?— murmuro y ella suelta una sonrisa victoriosa.

Es una masoquista emocional. Lo descubrí el día que tuve la suficiente conciencia como para leer mi nombre completo. ¿Aryan Augustus? ¿En serio? Parece un nombre salido de alguna historia folclórica con final trágico. Es lo que pasa cuando quieres ir de moderno por la vida. Al final terminas siendo pretencioso.

—Te la pasarás en grande con tu abuela. Además, sabes que tu padre y yo necesitamos este viaje—suspira y con suavidad acaricia mejilla—Tu también lo necesitas—dice con una sonrisa, intentando contagiarme de una falsa alegría que ambos sabemos que ninguno de los dos alberga.

Ellos se van a Europa, a una hermosa y pequeña cabaña alquilada. Sabrá Dios cómo pudieron pagarla. Pero es la última oportunidad para salvar su desgastado matrimonio. Así que supongo que los gastos están justificados.

Mientras tanto, yo me marcho a un viejo y mohoso pueblo cuyo único atractivo turístico es un demacrado lago que de seguro está contaminado por la mala higiene local. Es normal mi actitud, al igual que es perfectamente entendible la suya. Los últimos tiempos han sido como una montaña rusa de emociones, todas marcadas por la tragedia que aún sigue presente.

—Resulta que la feliz familia Stokes-Bennett no es tan feliz—ataco por última vez antes de entrar de mala gana en el coche.

La guerra estaba perdida.

Era lógico que iba a terminar aquí, sentado en este viejo asiento trasero de cuero, mirando como las calles que si bien nunca fueron de mi total agrado, se van desvaneciendo ante mi campo de visión.