Entre la espada y la corona

Capítulo 1

-Princesa Leah, es hora de levantarse, tenemos muchos deberes que hacer hoy.-

-Sabine, en nombre de mi buen humor, déjame dormir cinco minutos mas, por favor.-

-Muy chistosa princesa, pero su padre, el Rey, ordeno que estuviera lista para desayunar en exactamente 30 minutos, y mi deber es ayudarla a estar lista.-

-El me vio nacer, ¿por que no me puede ver en pijama?.- intente taparme con la cobija, pero Sabine no me dejaba.

-No creo que a su Majestad le moleste verla en pijama su Alteza, pero no es correcto, lo sabe, y para su desgracia debe seguir el protocolo, así que le recomiendo que me permita comenzar a arreglarla, ya que la esperan abajo en ahora 24 minutos.-

-Por lo menos conseguí, seis minutos extra en la cama, lo considero una victoria.-

-Me parece justo su Alteza.-

-Sabine, ¿Cuántas veces te debo decir que me puedes tutear?, me ayudas a vestirme, así que confianza hay.-

-Lo lamento Alteza- La observo con los ojos cerrados-Esta bien tu ganas, lo siento Leah, ¿mejor?.-

-Muchísimo.-Exclamo con una sonrisa.-Mi querida Sabine, ¿Cuál es mi itinerario de hoy?.-

-Hoy tiene un día tranquilo. Despues del desayuno con su padre tiene una hora de clases de baile, dos horas de historia, una hora de latín y posterior a eso una comida con su Majestad la reina.-

-¿No hay manera de aplazar esa ultima?, mamá me esta agobiando con los preparativos de la coronación.-

-No lo creo Leah, más temprano la vi, parecía ansiosa, probablemente por la coronación.- empezó a abrochar mis botones.-Y... listo.- exclamo con una mirada de suficiencia.

-Muchas gracias Sabine.-

-Te ves hermosa Leah, ahora si, a desayunar, que se te hace tarde.-

Recorrer el palacio es de mis cosas favoritas, ver por las ventanas y observar lo grande que se ve todo, me hace sentir importante, siento como si todo mi esfuerzo estuviera valiendo la pena, todas mis clases, los protocolos y algunas estúpidas reglas que debo soportar sirvieran para algo, pero todo siempre se resume en seguir pareciendo perfecta y digna de mi futuro.

Estoy tan perdida en mis pensamientos hasta que..

-Auch, William, ¿ podrías fijarte por donde caminas?.-

-Lo siento hermana, llevo prisa.- me grita mientras se pierde de mi vista corriendo por los pasillos.

Al llegar al gran comedor mi padre ya se encentra en la enorme mesa de madera con bordes dorados llena de comida y un bello centro de mesa con unas flores que seguramente fueron cortadas hoy.

-Buenos días Leah te estaba esperando.-

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Este es el primer capítulo de esta linda historia, ¿Qué creen que pase despues?