Entre la espada y la corona

Capítulo 4

Mi madre me ayudo a salir del castillo con éxito, me dejo en una parte oculta del bosque.
-Su majestad ¿está segura que es por aquí?.-
-No totalmente, hace mucho que no deambuló por el bosque pero según mis recuerdos vamos por buen camino.-
Seguimos por el sendero por 20 minutos aproximadamente, pero cada que dábamos algún giro hacia las cabañas todo se veía tan igual a lo que habíamos recorrido.
Después de otros 30 minutos yo ya estaba exhausta.
-Sabine hay que descansar, si seguimos me voy a quedar sin piernas.- susurré por la falta de aire.
-Estoy de acuerdo.- Sabine se veía bastante cansada, un sentimiento de culpa por haberla casi obligado a venir invadió mi mente.
-Lo siento.-
-¿que te refieres, Leah?.-

-Ah que te obligue a venir sin preguntarte tu opinión.-

-Ahh eso, linda te conozco desde que tenias 10 enserio¿ crees que estaría cómoda dejándote huir al bosque sin estar segura de tu bienestar?, eres mi mejor amiga, aparte mi trabajo es cuidarte y acompañarte, así que no pienses que me obligaste yo estoy aquí por que te quiero.-

Suspire-Gracias yo también te quiero, ¿lista para seguir?.-

-Lista.- me sonrió cálidamente.

Estaba apunto de pararme pero de pronto se escucho un ruido de los arbustos.

-¿Escuchaste eso?- susurro Sabine, yo solo asentí con la cabeza .

Entonces apareció un chico.

-Malditas ramas, desaparezcan.- hablo para el mismo.

Creo que no nos ha visto.

Al voltear hacia donde estábamos se sobresalto.

Teoría comprobada.

Su pelo era negro, un poco largo, lleno de ramas y hojas , su vestimenta no era muy común, vestía una camisa de botones negra y un pantalón del mismo color, que lograba hacer resaltar a su piel pálida, pero sus ojos eran lo mas hipnotizante, eran azules con mas de un tono de azul dentro de ellos, simplemente deslumbrantes.

Me di cuenta que llevábamos como dos minutos viéndonos el uno al otro, así que decidí hablar.

-Creo que la rama gano la pelea eh.- exclamé divertida.

-Pero al menos le di un poco de lucho, ¿no?.- dijo sarcástico.

-Mmm, lo dudo.-

-Pues parece que no fui el único que fue derrotado por las ramas.- apunto a mi cabello.- y a juzgar por tu vestido y zapatillas has caminado mucho, pero el reino no es muy grande para lo cansada que te ves, así que  estas perdida o no caminas muy seguido.-

-Creo que eres bastante bueno teorizando, pero déjame informarte que estas equivocado se exactamente para donde voy.-apunté hacia enfrente donde según recordaba están las cabañas.

-Así que vas al castillo, interesante.-

-¿Al castillo?.-Sabine me volteo a ver con los ojos muy abiertos.

-Por lo que veo creo que no estas en el camino correcto a tu destino, ¿para donde te diriges?, tal vez te pueda ayudar.- 

-¿Te queda de paso?.-

-En lo mas mínimo.-

-¿Y por que me ayudarías?.-

-Por que estoy seguro que será mas interesante que mi destino inicial.- me sonrió, su sonrisa era un poco cautivadora

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