ᵃⁿᵉˢᵗʰᵉˢⁱᵃ - Mason Mount

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— Narrador Omnisciente

— Oh, allí estás - declaró al ver a su madre entrando.

— ¿Como te sientes cariño?

— Me siento... Rara - murmuró, Mia. Jugando con sus manos.

Alguien se unió a la conversación — Bueno, eso es normal. Acabas de despertar de horas de anestesia.

— Mamá. ¿Quien es el? - preguntó mirando al hombre frente a ella.

— Ese es Mason, cariño.

— ¿Mason?

— Si. Mason. ¿No lo reconoces?

— Mason... Mason, Mason, Mason. Ese es un nombre bastante gracioso, ¿cierto? - dejó salir una pequeña risa.

— Yo... ¿supongo? - su madre también rió un poco.

— ¿Que no es lindo, mamá? Mira el color de sus ojos. Y sus labios, son tan... Así - hizo una pequeña mueca con sus labios —. ¿Son reales?

— ¿Que? - rió el.

— Tus labios. ¿Son reales o tienes inyecciones?

— Son reales - sonrió.

— Oh, ¡mira tu labio superior! ¡Mira la cosa que hace cuando sonríes!. Que lindo - soltó otra pequeña risa.

— Gracias - dijo Mason, aún sonriendo.

— Diosito, eres tan lindo. Tan hermoso. Tan espléndido. Esplén... dido. ¿Que no es esa una palabra graciosa?. Espléndido. Tú eres espléndido.

— Gracias, amor.

— Mamá. Mamá, el acaba de llamarme "amor". ¿Por que me llamo "amor"? - preguntó.

— Porque el es tu esposo, cariño.

— ¿Qué? - rió —. ¡Yo no tengo un esposo!

— Si. Si que lo tienes. El - señaló a Mason.

— ¡No puede ser! - rió nuevamente —. ¿Estás segura de que estoy casada con el?. ¿Con Mason el Espléndido?

— Si que lo haces. Mira - dijo Mason, levantando la mano de la castaña haciendo que ella la mire.

— Oh. ¡Oh!. ¡Mira como brilla! - soltó incluso otra pequeña risa, lo había estado haciendo todo el día —. Es casi lo mismo de lindo que tú.

— Gracias.

— ¿Es mio?

— ¿Uh?

— El anillo, ¿es mío? - pregunto ella nuevamente moviendo su mano al ver como la luz se reflejaba en el anillo.

— Claro que lo es, amor - Mason bufó con una sonrisa — Es tu anillo de compromiso.

— ¿Mi que?

— Tú anillo de compromiso. ¿No recuerdas cuando te pedí que te casaras conmigo? Fuimos a una cafetería. En dónde nos besamos por un largo tiempo.

— ¿Nos hemos besado? - lo miró a el. Luego a su mamá. Y luego devolvió su vista a el.

— Es tu esposo. Claro que lo han hecho - rió.

— Oh, cielos. Mi esposo. ¡Tengo un esposo!

— Si que lo tienes. Mira - le mostró su mano.

— Ese es un anillo bastante bonito.

— Es mi anillo de casamiento. Tú también tienes uno. Mira.

— Oh - dijo mirando su mano —... ¡Dos anillos!

— Dos anillos.

— Mason.

— ¿Que?

— Mason. Tu nombre. No me gusta.

— Ok - rió otra vez.

— Pero me gusta tu risa. Y me gustas tu. Me gustas mucho, Mason.

— También me gustas, amor - le dijo acariciando su mejilla.

— ¡Ya basta! - otra de sus pequeñas risas salió — ¡Mi madre está aquí!

— Oh. Por favor. ¡Han estado juntos por años!

— ¿Que? ¡Acabo de conocerlo!

— Tú solo... Mason, ¿deberíamos llamar a un doctor? ¿Esto es normal? - pregunto la madre de Mia.

— Si lo es. Estuve en la misma situación cuando me sacaron las muelas de juicio. Me grabaron y dije cosas similares - volteó a mirar a su esposa — . ¿Crees que un beso te hará recordarme?

— No soy Blanca Nieves, pero puedes tratar.

— Ok - sonrió dejando un beso en su mejilla —. ¿Me recuerdas ahora?

— No, no, no.

— ¿Y ahora? - pregunto después de besar su nariz.

— Nada.

— ¿Que tal esto? - murmuró antes de presionar sus labios con los de la contraria — ¿Me recuerdas ahora?

— ¿Por qué no te recordaría?

— ¿Es enserio? - Mason rió.

— ¿Que?

— ¿Has estado jugando con nosotros? - miró a la madre de su esposa.

— ¿De que están hablando ustedes dos?

— Te despertaste de tu anestesia y no reconociste a Mason. Te beso y lo hiciste.

— Ese poder que te cargas con tus labios, Starboy - sonrió seductoramente.

— No puedo creerlo - pasó una mano por su cabello.

—  ¿Te he dicho lo espléndido que eres?

— Bromista - dijo Mason.

— Ósea, ¿lo estabas fingiendo? - pregunto su madre —. ¡Deja de reírte y responde!

— Lo siento, mamá.

— Ugh - rodó sus ojos —. Iré por un café.

La mamá salió de la habitación dejando a la pareja sola.

— ¿Puedo confesarte algo?

— Por supuesto - se sentó al lado de su esposa en la camilla, abrazándola.

— No te reconocía hasta que vi el anillo.

— ¿En serio?

— Sipi.

— Ósea que cuando me llamaste "Mason el espléndido"...

— ¿Te llamé así? - rió.

— Si que lo hiciste. Y puedes seguir llamándome así. Me gusta - dejó un beso en su cabeza.

— Claro que te gusta.

— Te amo, rarita.

— También te amo, Mason el espléndido.

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2023 ⏰

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𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 - FutbolistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora